Brasil da un giro ultraconservador de la mano de los diputados evang¨¦licos
La par¨¢lisis del Gobierno y el empuje de parlamentarios religiosos impulsan leyes retr¨®gradas relacionadas con la familia, el aborto o a la posesi¨®n de armas
?Esta semana, la Suprema Corte de Justicia mexicana ha abierto la puerta para legalizar el consumo de marihuana; hace unos d¨ªas, Colombia aprob¨® la adopci¨®n para las parejas homosexuales. El 22 de octubre, Chile celebr¨® su primera uni¨®n homosexual. Am¨¦rica Latina avanza hacia conquistas sociales cada vez m¨¢s abiertamente. Brasil, por el contrario, hundido en una crisis pol¨ªtica y econ¨®mica que se retroalimenta peri¨®dicamente, desanda el camino y retrocede en esas mismas conquistas sociales a paso ligero a base de proyectos de ley impulsados por la parte m¨¢s ultraconservadora del Congreso. El Gobierno de Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), anulado, incapaz ya de por s¨ª de sacar adelante sus propias medidas de ajuste, asiste inoperante al giro.
Un ejemplo: el Parlamento brasile?o aprob¨® la semana pasada poner en marcha un proyecto de ley, que a¨²n deber¨¢ ser aprobado por la C¨¢mara, que restringe los derechos de las mujeres violadas a la hora de abortar o que, al menos, se los dificulta. La iniciativa, que a¨²n debe ser aprobada por el Senado, ha sido elaborada por el conjunto de diputados evang¨¦licos comandados por el ultraconservador miembro de la iglesia evang¨¦lica ¨Cy acusado de corrupci¨®n por la Fiscal¨ªa- Eduardo Cunha, presidente de la C¨¢mara. En la acutalidad, el aborto es legal en Brasil en casos de violaci¨®n, si el embarazo acarrea riesgos para la mujer o en casos de malformaciones cerebrales del feto. Y una mujer violada en Brasil puede acudir a un ambulatorio donde, ?tras pasar una serie de entrevistas, los m¨¦dicos le proporcionan o bien la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s si a¨²n est¨¢ a tiempo o, si ya est¨¢ embarazada, le prescriben el aborto. Todo esto (incluido el acceso a la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s en los centros p¨²blicos de salud) se va a complicar con esta ley, que prev¨¦, entre otras cosas, ?que esa misma mujer deber¨¢ pasar antes por una comisar¨ªa y denunciar el hecho, adem¨¢s de someterse a un examen m¨¦dico. ?
? ? ? ? ? ? El giro retr¨®gado brasile?o ?no acaba aqu¨ª. Otro grupo de parlamentarios aprob¨® esta semana pasada otro proyecto de Ley que da poderes a las iglesias cat¨®lica e evang¨¦lica para acudir al Tribunal Supremo e impugnar leyes consideradas, seg¨²n ellas, inconstitucionales. O, m¨¢s espec¨ªficamente ¡°que interfieran directa o indirectamente en el sistema religioso o en el culto¡±. Hasta ahora estas prerrogativas estaban reservadas, entre otras instituciones, a la presidencia dela Rep¨²blica, y al Congreso y al Senado. La iniciativa corri¨® de parte tambi¨¦n de los activos e inevitables diputados evang¨¦licos, de partidos diferentes unidos bajo un credo com¨²n y una com¨²n tendencia ultraconservadora. Son 75 en una C¨¢mara de 513 diputados. Parecen pocos, pero s¨®lo lo parecen, ya que el Parlamento brasile?o es, por su propia naturaleza, una C¨¢mara hiper-fragmentada en la que abundan las alianzas y contra alianzas de partidos minoritarios e ¨ªnfimos. El PT, la formaci¨®n del Gobierno, por ejemplo, s¨®lo cuenta con 64 diputados.?
Adem¨¢s, estos parlamentarios evang¨¦licos no est¨¢n solos en esta cruzada regresiva y militante. Forman parte de un grupo m¨¢s amplio, de m¨¢s de dos centenares de diputados, denominados la ¡°Triple BBB¡±, por Boi, (Buey en portugu¨¦s), Bala y Biblia. Son parlamentarios que representan los intereses, respectivamente, de los terratenientes y ganaderos proclives a la desforestaci¨®n de las tierras v¨ªrgenes para que sirvan de pasto, a los lobbies de empresas de seguridad y de las empresas de armas y a los que ¨Ca su juicio- deben velar por la moral religiosa de la sociedad. Los primeros han conseguido desbloquear recientemente un viejo proyecto de ley paralizado desde 2000 que, de hecho, restringe las tierras destinadas a los indios. Por su parte, los diputados de la Bancada de la Bala, siguen tramitando una ley para liberalizar las armas que, de aprobarse ¨Cy tiene muchas posibilidades de que lo haga- permitir¨¢ que profesionales tan variopintos como camioneros, taxistas y diputados, entre otros, puedan llevar pistolas por la calle sin mucha complicaci¨®n burocr¨¢tica, con un permiso menos restrictivo que el que se emplea para sacarse el carn¨¦ de conducir. Los diputados evang¨¦licos, en un reverso sintom¨¢tico de lo que ocurre actualmente en los pa¨ªses latinoamericanos, han puesto en marcha un proyecto de Ley que tiene por objeto restituir exclusivamente a las uniones compuestas por un hombre y una mujer la categor¨ªa legal de matrimonio. Con esto tratan de que los matrimonios de personas homosexuales, actualmente legales en Brasil, dejen de tener derechos en materia de herencias, custodia de los hijos o a la hora de compartir los seguros sanitarios.
Detr¨¢s de todo este giro ultra-conservados, como elemento aglutinante, se encuentra el pol¨¦mico presidente del Congreso, Eduardo Cunha, acusado por la Fiscal¨ªa de regentar cuentas millonarias en Suiza alimentadas de sobornos provenientes del pozo sin fondo de corrupci¨®n que durante unos a?os fue la petrolera p¨²blica Petrobras. Cunha necesita a todos estos parlamentarios m¨¢s o menos afines para no verse descabalgado de un poder que se le cuartea cada d¨ªa, no perder su condici¨®n de aforado y no acabar en un tribunal o con los huesos en la c¨¢rcel.?
Cunha ha negado siempre ¨Cincluso en una solemne comisi¨®n parlamentaria- tener cuentas en Suiza. Ahora, tras las evidencias incontestables aportadas por la Fiscal¨ªa, afirma, en una sorprendente y algo surrealista entrevista publicada el s¨¢bado a Folha de S. Paulo, que las citadas cuentas est¨¢n a su nombre pero pertenecen a un ¡°trust¡±, del que ¨¦l es s¨®lo ¡°usufructuario en vida¡±. Y a?ade que nunca se enter¨® de que una de esas cuentas recibi¨® en 2012 un jugoso ingreso de 1,3 millones de francos suizos (1.200.000 euros) procedente de uno de los implicados en la trama de Petrobras.
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