Draghi y Tusk avisan de que ser¨¢ dif¨ªcil pactar con Londres
El jefe del BCE deja claro que ¡°la moneda ¨²nica de la UE es el euro¡±
Los imperios fuertes suelen tener bancos centrales potentes. La UE pierde pujanza, pero tiene un banquero central tenaz: Mario Draghi, su presidente, alert¨® este jueves del riesgo de salida de Reino Unido de la Uni¨®n, que implica la necesidad de estrechar lazos a toda prisa en la eurozona. Y advirti¨® al primer ministro David Cameron de que algunas de sus propuestas son inasumibles. ¡°Los tratados son muy claros: la moneda ¨²nica de la UE es el euro¡±, dijo Draghi ante el deseo de Londres de que otros pa¨ªses sigan su camino y puedan quedarse fuera del euro. El escepticismo de Fr¨¢ncfort se extiende a los mandarines de Bruselas. ¡°Las reclamaciones brit¨¢nicas son duras; ser¨¢ realmente dif¨ªcil alcanzar un acuerdo y desde luego no hay ninguna garant¨ªa de que ese acuerdo llegue en diciembre¡±, abund¨® en La Valeta (Malta) el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Cameron est¨¢ en medio de una pinza entre el ala euroesc¨¦ptica de su partido ¡ªque le pide a¨²n m¨¢s dureza: ¡°?Eso es todo?¡± se preguntaba este jueves el diputado que lidera esa facci¨®n, Bernard Jenkin¡ª y la necesidad de buscar aliados en la capital europea. La lista de peticiones brit¨¢nica para seguir en la UE consiste en tratar de conseguir un estatus especial. Por el flanco econ¨®mico, Cameron, por ejemplo, reclama que no se aplique a Reino Unido el compromiso recogido en los tratados de avanzar hacia una Uni¨®n m¨¢s estrecha. Quiere garant¨ªas de que la eurozona no discriminar¨¢ a su pa¨ªs por mantener su propia moneda, lo que en la pr¨¢ctica supone permitir que la City londinense contin¨²e siendo de manera indefinida el principal centro financiero de la Uni¨®n. Y pretende que otros pa¨ªses puedan seguir su camino y quedarse fuera del euro tanto tiempo como quieran.
Responder con integraci¨®n
Draghi mostr¨® sus recelos con muchas de esas demandas, y su negativa tajante a esa ¨²ltima posibilidad: la UE ¡°debe preservar los extraordinarios logros del euro y del mercado ¨²nico¡±. ¡°El euro es y ser¨¢ la moneda ¨²nica de la UE¡±, reiter¨®. Tanto los brit¨¢nicos como los daneses se reservaron la posibilidad de quedarse fuera del euro: los dem¨¢s socios de la UE tienen la obligaci¨®n de sumarse tarde o temprano, aunque alg¨²n pa¨ªs ¡ªcomo Polonia¡ª recele.
En una intervenci¨®n ante la Euroc¨¢mara, Draghi apunt¨® que si el refer¨¦ndum brit¨¢nico ¡ªprevisto para 2017¡ª supusiera la salida de Reino Unido de la UE, la eurozona ¡°deber¨ªa responder de inmediato con m¨¢s integraci¨®n¡±. De ser as¨ª, parad¨®jicamente, lo que a primera vista parece una carga de profundidad para Europa se convertir¨ªa en el catalizador de lo que ni siquiera ha logrado la mayor crisis econ¨®mica de las ¨²ltimas d¨¦cadas: una eurozona m¨¢s robusta que no se arrugar¨ªa ante el reto de poner en marcha un Tesoro com¨²n, alguna forma de mutualizaci¨®n de deuda e incluso una capacidad fiscal para activar est¨ªmulos keynesianos.
Draghi, m¨¢ximo exponente en Europa de un trabajo ¡ªel de banquero central¡ª que la mayor¨ªa no entiende y que muchos consideran algo siniestro, fue interpelado por varios eurodiputados irlandeses y griegos, que le afearon el papel del BCE en los rescates. Y dio a entender que tiene trabajo por hacer, ante los problemas derivados de una recuperaci¨®n modesta, y sobre todo de una inflaci¨®n que ronda el 0%. Con la econom¨ªa metida en ese agujero, Draghi anunci¨® que har¨¢ m¨¢s: vaticin¨® que la inflaci¨®n se recupera con m¨¢s lentitud de lo que preve¨ªa en septiembre, y sugiri¨® que eso le obliga a rebuscar en su bolsa de trucos. El BCE, apunt¨®, ampliar¨¢ en diciembre el programa multimillonario de compra de activos, y podr¨ªa rebajar a¨²n m¨¢s la tasa de dep¨®sito que cobra a los bancos por dejar efectivo en la ventanilla de Fr¨¢ncfort, para tratar de que den m¨¢s cr¨¦ditos.
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