Estados Unidos: ?racismo y desigualdad en la universidad?
Las protestas por discriminaci¨®n en Estados Unidos han llegado a los campus
Un grupo de estudiantes afroamericanos interrumpi¨® un desfile y cort¨® el paso al rector de la Universidad de Missouri en Columbia. Armados con meg¨¢fonos, contaron todos los a?os en que, desde su fundaci¨®n, ha habido incidentes racistas en el centro. En sus camisetas se le¨ªa el lema ¡°1839. Construido sobre mi espalda negra¡±, en referencia a las manos esclavas que edificaron la universidad. Formaron una barrera entrelazando sus brazos, varios de ellos con l¨¢grimas en el rostro. Cuando lleg¨® la polic¨ªa a desalojarles, el resto de los alumnos -en su mayor¨ªa blancos - aplaudieron. El rector, Tim Wolfe, admiti¨® esta semana que si se hubiera bajado del coche para escucharles, las protestas no habr¨ªan avanzado y ¨¦l seguir¨ªa en su cargo.
Wolfe, un hombre blanco, dimiti¨® sin pronunciarse una sola vez ante los actos racistas denunciados por los estudiantes negros del centro. Su breve altercado con los alumnos, que encendi¨® definitivamente la llama de las protestas hace un mes, tambi¨¦n escenific¨® como ning¨²n otro la distancia que queda por recorrer en el debate sobre el racismo en Estados Unidos y su presencia en las universidades, los mayores s¨ªmbolos de progreso cultural y social del pa¨ªs.
¡°Los incidentes m¨¢s graves ocurridos [en las universidades de Yale y Missouri] resultar¨¢n familiares para cualquiera que trabaje o haya tenido alg¨²n contacto con una instituci¨®n de educaci¨®n superior¡±, escrib¨ªa esta semana Jelani Cobb, una de las voces de referencia en el debate que divide a Estados Unidos desde hace m¨¢s de un a?o.
Las protestas que estallaron en Ferguson en 2014 tras la muerte de Michael Brown han llegado a los campus universitarios. En Yale (Connecticut), varias estudiantes aseguran que no pudieron entrar a una fiesta porque era ¡°solo para blancas¡±. En Missouri, el presidente de los estudiantes denunci¨® en Facebook que le hab¨ªan insultado llam¨¢ndole ¡°nigger¡± -un t¨¦rmino tan ofensivo que nunca se deletrea al completo, es la palabra ¡®N¡¯.
En uno de los espacios donde naci¨® la lucha por los derechos civiles de las minor¨ªas en los a?os 60, la conversaci¨®n sobre racismo y desigualdad ha vuelto a estallar, pero con nuevas reglas. Los manifestantes se organizan en las redes sociales, se apoyan en el poder de c¨¢maras de v¨ªdeo omnipresentes y prescinden de los medios de comunicaci¨®n para difundir sus mensajes. Sus demandas han tomado por sorpresa a un sector de la sociedad -incluidas las instituciones universitarias- que hab¨ªa dado la discriminaci¨®n por superada.
En un extremo de la conversaci¨®n hay quienes acusan a los manifestantes de Missouri de violar el derecho a la informaci¨®n por excluir a los medios de sus protestas. En el otro, la referencia a los esclavos denuncia la influencia de dos siglos de esclavitud en la desigualdad -social y econ¨®mica- que sufren las minor¨ªas en Estados Unidos en la actualidad. Y en medio, un abanico de argumentos que abarca desde la supuesta irrelevancia de la libertad de prensa en un debate sobre la discriminaci¨®n racial hasta la incomprensi¨®n del silencio institucional en centros como Missouri tras la muerte de Michael Brown en Ferguson -apenas a una hora de distancia- o ante actos racistas en sus instalaciones.
¡°Para entender la verdadera complejidad de la situaci¨®n, los puristas de la libertad de expresi¨®n deber¨ªan aprender lo que significa vivir en un edificio que lleva el nombre de un se?or que defendi¨® los principios de la supremac¨ªa blanca y a los due?os de tus ancestros¡±, dice Cobb. El periodista, una de las pocas firmas capaces de atar los cabos de esta agria conversaci¨®n, celebra adem¨¢s que surja en un centro como Yale porque ¡°demuestra que ninguna cantidad de talento ni recursos te pueden escudar completamente de sentimientos tan invasivos como los que hay en este pa¨ªs¡±.
Una de las residencias estudiantiles de Yale es ¡®Calhoun¡¯, en honor a un pol¨ªtico sure?o del siglo XIX que defendi¨® la esclavitud
Cobb hace referencia a las desigualdades socioecon¨®micas entre blancos y negros en el pa¨ªs del sue?o americano. Y tambi¨¦n a uno de esos factores que suelen quedar enterrados en la gama de grises de una conversaci¨®n que Estados Unidos no ha logrado resolver casi dos siglos despu¨¦s de liberar a los esclavos. El escritor recuerda que una de las residencias estudiantiles de Yale es ¡®Calhoun¡¯, en honor a un pol¨ªtico sure?o del siglo XIX que defendi¨® la esclavitud.
¡°El legado del racismo va m¨¢s all¨¢ de los nombres de los edificios universitarios y se encuentra en la herencia de privilegios que todav¨ªa dan forma a los programas, el cuerpo estudiantil y el profesorado¡±, a?ade en The Atlantic Tressie McMillan Cottom, soci¨®loga de la Universidad de Virginia Commonwealth. En Columbia, el 7% del alumnado y el 3% del profesorado es negro. En Yale, una profesora asi¨¢tica de Antropolog¨ªa anunci¨® su marcha esta semana a Berkeley, ¡°una universidad en la que el compromiso con la justicia social forma parte de su ADN¡±.
Como en estos dos centros donde los estudiantes hab¨ªan denunciado la falta de respaldo institucional ante actos racistas, la tensi¨®n se ha extendido a otras ciudades. Este jueves fue vandalizado el letrero del Centro de Cultura Negra del campus de Columbia, la polic¨ªa detuvo a un estudiante que hab¨ªa publicado en una red social an¨®nima varias amenazas contra alumnos negros y centros de mayor¨ªa afroamericana como Howard, en la capital, aumentan la seguridad. El debate, mientras tanto, sigue sin soluci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.