Molenbeek, ¡®refugio¡¯ yihadista en la UE

El desconocido canal de Bruselas separa dos mundos en el mismo centro de la capital belga. De un lado, un barrio lleno de vida y repleto de peque?os bistr¨®s y cervecer¨ªas. Del otro, el deprimido Molenbeek, cuna y refugio de una buena parte de los yihadistas en la Uni¨®n Europea. "Tenemos el barrio fuera de control", ha declarado este domingo en su cuenta de Twitter Jan Jambon, ministro de Interior del pa¨ªs que ha asegurado a la prensa belga que la encargada del distrito, la socialista Fran?oise Schepmans, ha pedido ayuda para "aclarar la situaci¨®n" terrorista en esta zona de amplia mayor¨ªa musulmana.

Con sus casi 6 kil¨®metros cuadrados al noroeste de la capital belga, Molenbeek fue los pasados viernes y s¨¢bado uno de los principales focos policiales tras los sangrientos atentados de Par¨ªs (Francia) en los que perdieron la vida 129 personas y m¨¢s de 350 quedaron heridas, 90 de ellas en estado cr¨ªtico. "Es un barrio muy tranquilo", constata el regente de una panader¨ªa que no quiere dar su nombre. Tambi¨¦n las pocas (y absolutamente tapadas de pies a cabeza) mujeres que pasean por las avenidas aseguran con la boca peque?a que "nunca ha habido ning¨²n problema" en la zona, chapurrea una de ellas en franc¨¦s mientras espera el autob¨²s con una amiga que dice "s¨®lo" habla ¨¢rabe. Tan solo en Molenbeek hay 16 mezquitas o centros de culto al Islam, seg¨²n la red social musulmana Masjidway.

En la algo m¨¢s apartada calle de Dubois-Thorn, que discurre durante poco m¨¢s de un centenar de n¨²meros paralela a las v¨ªas del tren, las autoridades belgas detuvieron el pasado s¨¢bado a un joven sospechoso de haber colaborado en los atentados de Par¨ªs, aunque este domingo ya son cinco los arrestados por supuesta colaboraci¨®n en los ataques, seg¨²n la Fiscal¨ªa. "Es un barrio de mayor¨ªa musulmana pero eso no quiere decir que haya terroristas", exclama Reda Caib, harto del "estigma" y el "racismo" que se est¨¢ germinando contra su comunidad ¨²ltimamente y en especial desde los ataques en enero de 2015 en el sat¨ªrico semanal franc¨¦s Charlie Hebdo, en los que fueron asesinados 12 dibujantes y periodistas por ciudadanos europeos radicalizados que volv¨ªan de hacer la yihad (guerra santa) en Siria.

No opina lo mismo el primer ministro belga, Charles Michel, al afirmar que "cada vez [que hay un atentado con sello islamista] existe un v¨ªnculo con Molenbeek". Y es que tras el atentado fallido del pasado agosto en el Thalys, el tren de alta velocidad que une ?msterdam con Par¨ªs a trav¨¦s de B¨¦lgica, se descubri¨® que el atacante identificado como Ayub el Khazani hab¨ªa pasado por Molenbeek, al igual que los autores de los asesinatos en el Museo Jud¨ªo de Bruselas en mayo de 2014 y del anteriormente citado atentado en Charlie Hebdo. Michel cree, por tanto, que adem¨¢s de prevenir, hay que reprimir, seg¨²n recoge la prensa local. B¨¦lgica calcula que tiene en su territorio unos 300 yihadistas retornados de Siria, seg¨²n datos de 2014.

A pesar de la aparente normalidad en el barrio, la Polic¨ªa lleva a cabo una vigilancia "extrema" ¡ªaunque discreta¡ª a todos los vecinos, declara Rachid Mrabti, contable de 28 a?os y padre de dos beb¨¦s, uno de ellos a¨²n en el vientre de su mujer. "Cualquiera que tenga un m¨®vil con conexi¨®n a Internet est¨¢ controlado", explica mientras se pregunta de manera ret¨®rica por qu¨¦ Molenbeek, el barrio del que sus abuelos marroqu¨ªes hicieron su casa hace d¨¦cadas, es el objetivo de todas las miradas cada vez que hay un atentado. "Hoy el terrorismo viene de una parte de la religi¨®n musulmana, en otros tiempos fue nazi. En cada ¨¦poca hay algo que representa el terror y aqu¨ª somos una comunidad ¨¢rabe", declara para luego exponer orgulloso que ¨¦l es "¨¢rabe, belga y musulm¨¢n". "?rabe, belga y musulm¨¢n", sentencia con una sonrisa justo antes de cruzar la calle.?

Pocas perspectivas de futuro

Molenbeek, de apenas 100.000 habitantes, es un barrio joven con una media de edad de unos 34 a?os. El mayor problema: la tasa de desempleo. "Los j¨®venes de aqu¨ª quieren ser futbolistas. No terroristas", se lamenta Caib, de 32 a?os, mientras se?ala a un grupo de adolescentes que intenta bailar breakdance a las puertas del metro.

El vecindario, en cuyas calles semidesiertas se mezcla el sonido del franc¨¦s y el ¨¢rabe con el olor a pollo asado y pan reci¨¦n horneado, sufre una de las mayores tasas de desempleo de toda la ciudad; 28,6% para los hombres y 33,1% para las mujeres, seg¨²n datos oficiales del distrito. Cifras que destacan en comparaci¨®n al 22% para hombres y 19% para mujeres de Ixelles, un t¨ªpico barrio de la capital belga. "Yo conduzco un tranv¨ªa desde que dej¨¦ la escuela con 20 a?os", se?ala Caib. "Pero casi nadie de mi entorno trabaja", a?ade tras explicar que su salario oscila entre los 1.300 y los 2.000 euros mensuales, dependiendo si trabaja en el turno de d¨ªa o de noche.

Vestido de rapero desde la gorra de visera ancha hasta las zapatillas negras de una conocida marca estadounidense, Caib asevera tajantemente que los cinco detenidos sospechosos de estar relacionados con los atentados de Par¨ªs "no son terroristas". Caib explica que las detenciones siempre se producen en este barrio porque es de mayor¨ªa musulmana. "Es una mentira de la Polic¨ªa. [Los arrestos] son s¨®lo para que la sociedad vea que la autoridad responde. Pero es todo falso", sentencia convencido y exasperado en medio de una plaza cercana al lugar de las detenciones que, de forma algo parad¨®jica, es la plaza de Mahatma Gandhi.