Manuel Valls: ¡°Esta es una guerra y va a ser larga¡±

El primer ministro franc¨¦s, Manuel Valls, rechaza todo debate sem¨¢ntico sobre los ataques yihadistas: ¡°Es una guerra. Es una guerra en toda la extensi¨®n de la palabra. Los atentados de Par¨ªs son un ataque de guerra de un Estado no para destruir a otro, pero s¨ª para debilitarlo y dividirlo¡±. En un almuerzo ofrecido este martes por el pol¨ªtico franc¨¦s a una quincena de periodistas de medios extranjeros, entre ellos EL PA?S, Valls reflexion¨® en voz alta sobre la situaci¨®n. ¡°El 11-S lo cambi¨® todo. Ahora el problema no es solo el terrorismo, sino la amenaza¡±.

Valls rechaza los reparos de Berl¨ªn y Roma sobre la palabra ¡°guerra¡± y, de hecho, lo ha discutido ya con el vicecanciller alem¨¢n, Sigmar Gabriel, y lo har¨¢ con el presidente del Gobierno italiano, Matteo Renzi, el jueves en Par¨ªs. Considera que la guerra va a ser larga, no ¡°de varios meses, sino a?os¡±.

En cuanto al campo de batalla en Oriente Pr¨®ximo, donde Francia dispone de 3.500 soldados y 38 cazas para bombardear posiciones del ISIS (Estado Isl¨¢mico en sus siglas inglesas), el primer ministro franc¨¦s considera que el derribo este martes de un caza ruso por parte de Turqu¨ªa demuestra la necesidad de actuar de manera coordinada: ¡°Francia no ha bombardeado nunca a Bachar el Asad [presidente sirio]. La prioridad es el ISIS y Francia tiene una posici¨®n privilegiada para hablar con todos porque no est¨¢ en la regi¨®n por razones econ¨®micas¡±.

Valls cree que Mosc¨² puede estar en esa l¨ªnea y que cuando se hace la guerra hay que pensar en la posguerra, raz¨®n que le lleva a insistir en la posici¨®n francesa sobre Siria: ¡°La soluci¨®n pol¨ªtica no puede pasar por El Asad¡±.

Estado de excepci¨®n

Valls defiende los cambios legislativos acometidos para reforzar el estado de excepci¨®n y dar mayor margen a los servicios secretos mediante la ley que permite un rastreo masivo de datos de las redes de comunicaciones. ¡°La posibilidad de hacer escuchas tambi¨¦n en el exterior es una herramienta nueva y fundamental¡±, asegura. Valls no considera que estos cambios supongan un recorte de libertades, sino que dan un mayor margen de maniobra a las fuerzas del orden. ¡°Aqu¨ª ni siquiera se puede revisar una bolsa en el transporte p¨²blico¡±, asegura.

No hac¨ªa falta que llegaran los atentados del 13-N en Par¨ªs, que se han cobrado 130 vidas, para que Valls perdiera el sue?o algunas noches. ¡°Hablaba con Bernard Cazeneuve [ministro del Interior] y conoc¨ªamos las amenazas. Sab¨ªamos que est¨¢bamos expuestos a un gran atentado. Por eso, la noche del viernes 13, cuando supe de los ataques, pens¨¦: ¡®Ya est¨¢. Me qued¨¦ helado¡±. Valls estaba en su casa, en el distrito 10 de la capital, a 500 metros de una de las terrazas atacadas, La Belle ?quipe. Un amigo periodista que vive justo encima le dijo por tel¨¦fono que hab¨ªa muchos muertos y heridos.

El primer ministro franc¨¦s ha sido criticado por la crudeza con la que advierte del peligro que se cierne sobre Francia. ¡°Mi deber es alertar a los franceses¡±, alega.

Finalmente, un mensaje para Europa: ¡°La crisis de los refugiados y la de seguridad enfrentan a Europa con su destino¡±.