Natividad europea
El refugiado sustituye al parado como mayor preocupaci¨®n en la UE
La primera preocupaci¨®n de los europeos hace un a?o ¡ªun 45% de los encuestados¡ª era el desempleo, como resultado de un lustro entero de crisis devastadora para los trabajadores que condujo las cifras de parados hasta 24 millones en el conjunto de la UE y de 18,5 millones en la eurozona. Hoy la primera preocupaci¨®n en id¨¦nticas fechas navide?as ¡ª58% de los encuestados¡ª es la llegada de inmigrantes desde fuera de la UE, fruto esta vez de la crisis de los refugiados de Oriente Pr¨®ximo y de una p¨¦sima gesti¨®n por parte de los Gobiernos y las autoridades de Bruselas.
Al cierre del a?o llegan las estad¨ªsticas y las encuestas. Las cifras anteriores son de la agencia europea Eurostat y coinciden con las que acaban de publicar la Organizaci¨®n Internacional para la Migraci¨®n y ACNUR respecto a la llegada de refugiados e inmigrantes a territorio europeo, que se ha multiplicado por cuatro respecto a 2014 y alcanza ya la cifra de un mill¨®n. La s¨²bita entrada de tantos sirios en busca de refugio en Europa no se explica tan solo por una guerra civil a varias bandas, iniciada en su pa¨ªs hace cinco a?os, y por la brutalidad genocida demostrada con los civiles por parte de dos de las facciones, el Ej¨¦rcito de Bachar el Asad y las tropas terroristas del califato isl¨¢mico; sino sobre todo por la estrategia de Turqu¨ªa, que acog¨ªa a dos millones de refugiados y decidi¨® utilizarlos como arma de presi¨®n sobre los europeos para obtener ayuda financiera, un r¨¦gimen libre de visados para sus ciudadanos y la reanudaci¨®n de las negociaciones de adhesi¨®n a la UE.
La llegada de estos refugiados debiera ser una bendici¨®n para los pa¨ªses europeos de poblaci¨®n envejecida, que necesitan talento y mano de obra joven y dispuesta a ascender; pero al parecer no todos los europeos lo ven as¨ª. Eurostat tambi¨¦n registra un incremento de las opiniones negativas respecto a la inmigraci¨®n en 18 pa¨ªses de la UE, entre los que destacan especialmente los del antiguo bloque comunista. En apenas un a?o, la crisis de los refugiados ha destruido el sistema de asilo europeo que confiaba la responsabilidad sobre el refugiado al primer Estado miembro en el que ingresaba; ha paralizado la libre circulaci¨®n de personas dentro de la UE, garantizada por el Tratado de Schengen; y ha obligado a la UE a proponer un paquete de medidas que incluye las cuotas obligatorias de refugiados a repartir entre los Veintiocho y la creaci¨®n de una polic¨ªa de fronteras con poderes para actuar sin permiso del Estado concernido.
Tambi¨¦n ha producido efectos muy negativos en las opiniones p¨²blicas e incluso en los resultados electorales a favor de los partidos populistas y xen¨®fobos. La reacci¨®n valiente y moral de Angela Merkel a favor de los refugiados la ha convertido en la mujer europea m¨¢s admirada y a la vez en blanco de los ataques de la derecha m¨¢s xen¨®foba, incluyendo a pol¨ªticos de su propia coalici¨®n.
Un mill¨®n de refugiados es una gota de agua perfectamente absorbible en relaci¨®n a los 510 millones de ciudadanos que alcanzar¨¢ el a?o pr¨®ximo la UE. Seg¨²n las cifras sobre saldos netos de entradas y salidas de poblaci¨®n publicadas por el Banco Mundial para el per¨ªodo entre 2011 y 2015, Estados Unidos, con una poblaci¨®n de 320 millones, ha sumado cinco millones m¨¢s de inmigrantes en los ¨²ltimos cinco a?os, mientras que la UE en el mismo per¨ªodo no alcanzaba ni siquiera los 2,5 millones.
La crisis de los refugiados interpela muy directamente a los valores que los europeos solemos exhibir como propios y genuinos. Hace un a?o, Jes¨²s era un parado. Hoy es un refugiado.
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