La guerra se traslada al interior de las ciudades kurdas
Un total de 243 civiles han muerto en el conflicto la mayor¨ªa por disparos de los turcos
Dos columnas de humo se elevan sobre Cizre, en el sudeste kurdo de Turqu¨ªa. La circunvalaci¨®n que la rodea est¨¢ tomada por militares turcos, que impiden el paso y mantienen sitiada la ciudad ¡ªde 130.000 habitantes¡ª, donde rige el toque de queda desde hace 47 d¨ªas. Pero de una colina sobre el r¨ªo Tigris a las afueras de Cizre se perciben claramente los disparos de la artiller¨ªa turca en el interior de la urbe, donde las fuerzas especiales de la Polic¨ªa y el Ej¨¦rcito tratan de acabar con el levantamiento de j¨®venes vinculados al grupo armado kurdo PKK.
?El panorama no es muy diferente en otras localidades del sudeste del pa¨ªs en las que est¨¢ vigente el toque de queda, como Silopi o el centro hist¨®rico de Diyarbakir, capital oficiosa de los kurdos de Turqu¨ªa, donde, desde hace dos meses, se han hecho fuertes un centenar de militantes armados.
A lo largo de la avenida Gazi, que divide en dos la Ciudad Vieja de Diyarbakir, la polic¨ªa ha cubierto la entrada de varias tiendas con sacos terreros y, adornadas con una bandera turca para marcar posiciones, las utiliza de garitas de vigilancia.
Junto a ellas, un pelot¨®n de soldados recibe instrucciones antes de entrar, acompa?ados de veh¨ªculos blindados, al d¨¦dalo de callejuelas donde se desarrollan los combates.
De all¨¢ llega peri¨®dicamente el estruendo de la artiller¨ªa. ¡°?Lo oyes?¡±, pregunta un vecino. ¡°Es as¨ª cada d¨ªa, y a veces caen proyectiles de mortero por aqu¨ª cerca. Incluso han metido un tanque¡±, asegura. Seg¨²n las declaraciones de quienes escapan de los barrios en conflicto, los militares est¨¢n derribando casas para poder abrirse paso hasta las barricadas en las que se han atrincherado los militantes kurdos.
La guerra ha regresado a las zonas kurdas de Turqu¨ªa como si el proceso de paz que negociaban el Gobierno y el PKK hasta el a?o pasado s¨®lo hubiese servido para acumular ¨ªmpetu y retomar el conflicto con mayor br¨ªo.
Los abogados denuncian que la operaci¨®n militar es ilegal
La campa?a policial y militar del Gobierno turco se enmarca dentro de una ¡°operaci¨®n antiterrorista¡± contra el PKK, organizaci¨®n que tambi¨¦n la Uni¨®n Europea y Estados Unidos incluyen en su lista de grupos terroristas. Desde el pasado agosto se han declarado 59 toques de queda en 19 localidades del sudeste del pa¨ªs para llevar a cabo estas operaciones, que el vicepresidente del Colegio de Abogados de Diyarbakir, Ahmet ?zmen, denuncia que son ¡°ilegales¡±.
¡°Olvid¨¦monos de los acuerdos internacionales firmados por Turqu¨ªa, el Gobierno no ha seguido las reglas establecidas en el ordenamiento jur¨ªdico de este pa¨ªs para declararlos. Ni est¨¢ respetando el derecho a la vida, a la educaci¨®n, a la salud y a la propiedad de la gente que est¨¢ bajo el toque de queda¡±, asegura.
Seg¨²n un informe de la Asociaci¨®n de Derechos Humanos (IHD), 161 miembros de las fuerzas de seguridad turcas y 199 combatientes del PKK han muerto desde que se renovaron las hostilidades el pasado julio. A¨²n peor, hasta el pasado d¨ªa 24, hab¨ªan perdido la vida 243 civiles, la mayor¨ªa por disparos de la Polic¨ªa y el Ej¨¦rcito turcos.
¡°En la d¨¦cada de 1990 tambi¨¦n mor¨ªan civiles por el conflicto kurdo, pero jam¨¢s la cifra de civiles hab¨ªa superado las bajas militares¡±, lamenta Raci Bilici, presidente provincial de la Asociaci¨®n de Derechos Humanos.
Adem¨¢s, denuncia que el bajo n¨²mero de heridos en el lado del PKK ¡ªs¨®lo seis¡ª es muestra de que las fuerzas turcas ¡°o bien los ejecutan o los dejan morir en la calle¡±, lo cual supondr¨ªa ¡°una grave violaci¨®n de las normas internacionales de la guerra¡±.
¡°Los polic¨ªas y militares que est¨¢n combatiendo vienen de fuera, y los vecinos se quejan de la continua violencia f¨ªsica y verbal a las que les someten¡±, explica Ekrem Nifak, dirigente local del partido nacionalista kurdo DBP, quien asegura que muchos agentes oriundos de la regi¨®n afectada por el conflicto han presentado su dimisi¨®n ¡°para no participar en esta barbarie¡±, hecho que desmiente el Gobierno de Ankara.
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