Clinton y Sanders pelean por las minor¨ªas con sus ideas m¨¢s progresistas
Los dos candidatos dem¨®cratas exhiben sus propuestas m¨¢s progresistas
La apuesta presidencial de Hillary Clinton y Bernie Sanders se consolida como una pugna por encontrar al candidato m¨¢s cercano a los problemas que afectan a los estadounidenses. Los efectos de la crisis econ¨®mica, las consecuencias del encarcelamiento desproporcionado de afroamericanos, la desigualdad salarial entre hombres y mujeres o el impacto del sistema de financiaci¨®n de las campa?as en la pol¨ªtica estadounidense protagonizaron un debate en el que los candidatos dem¨®cratas no escondieron el progresismo de sus propuestas.
Los argumentos m¨¢s progresistas de la campa?a electoral estadounidense ten¨ªan un objetivo: atraer el voto de las minor¨ªas raciales, las protagonistas de las dos pr¨®ximas citas electorales en Nevada y Carolina del Sur. Los dos Estados se acercan m¨¢s a la realidad demogr¨¢fica del pa¨ªs a diferencia de Iowa y New Hampshire, donde m¨¢s del 90% de los votantes son blancos. Clinton cuenta con un amplio respaldo entre los afroamericanos y los hispanos, pero el ascenso de su rival en las ¨²ltimas semanas le obligaba a desempe?ar una de sus actuaciones m¨¢s s¨®lidas.
Las moderadoras del debate, organizado por la cadena p¨²blica PBS, intentaron forzar a los candidatos a ofrecer propuestas sobre su visi¨®n del tama?o del Gobierno federal, sus efectos en las vidas de los estadounidenses o qu¨¦ har¨¢n para mejorar las vidas de los ciudadanos de la tercera edad. En cada ocasi¨®n, tanto la ex secretaria de Estado, vencedora en los caucus de Iowa, como Sanders, impulsado por una victoria en New Hampshire con m¨¢s de 20 puntos de diferencia, llevaron sus respuestas al terreno de las minor¨ªas.
El senador volvi¨® a dedicar su primera intervenci¨®n a un sistema de financiaci¨®n electoral que considera ¡°corrupto¡± porque, asegura, permite a las mayores fortunas ¡°manipular¡± la econom¨ªa. ¡°Los estadounidenses ven c¨®mo hay j¨®venes condenados por consumir marihuana mientras ejecutivos de Wall Street firman acuerdos extrajudiciales multimillonarios sin que quede registrado nunca su historial delictivo¡±, dijo nada m¨¢s comenzar el debate. ¡°Los americanos quieren una revoluci¨®n que traiga un gobierno que nos represente a todos, no solo a los ricos¡±.
He trabajado toda mi vida para asegurarme de que las mujeres pueden tomar sus propias decisiones, incluso si esa decisi¨®n es no votarme a m¨ª¡±
¡°Yo quiero ir m¨¢s all¨¢¡±, dijo Clinton. La ex secretaria de Estado pidi¨® que cualquier reforma del sistema penal aborde tambi¨¦n la desigualdad racial en la educaci¨®n, las oportunidades laborales o el acceso a una vivienda digna. ¡°Lo que vemos hoy es el lado oscuro de un racismo con ra¨ªces profundas¡±, asegur¨® la candidata dem¨®crata, favorita para hacerse con la nominaci¨®n. Cuando Sanders fue preguntado si es leg¨ªtimo hablar de desigualdad en t¨¦rminos raciales, el senador respondi¨® dr¨¢sticamente que ¡°s¨ª¡±.
La celebraci¨®n de este debate en Milwaukee (Wisconsin) sirvi¨® a los candidatos para enfatizar su compromiso con la comunidad afroamericana, especialmente afectada por las disparidades del sistema penal y las acciones policiales. Wisconsin ha encarcelado al doble de afroamericanos que la media nacional, record¨® Clinton. Sanders habl¨® de la necesidad de crear cuerpos policiales ¡°que se parezcan m¨¢s a sus comunidades y menos a ej¨¦rcitos de ocupaci¨®n¡±. La candidata dem¨®crata pidi¨® hablar de ¡°otros tipos de discriminaci¨®n racial¡± como los que afectan al sector laboral o educativo. Sanders dio voz al consenso que marca la campa?a dem¨®crata: ¡°No hay nada de lo que ha dicho Clinton con lo que no est¨¦ de acuerdo¡±.
Los dos aspirantes debatieron con una comodidad ausente entre sus rivales republicanos sobre la legitimidad calificar la desigualdad econ¨®mica como un asunto racial. Los dos presumieron tambi¨¦n de respaldar el derecho al aborto. Y ambos pidieron ir m¨¢s all¨¢ de la reforma de inmigraci¨®n de Obama. En un gesto poco usual en la pol¨ªtica estadounidense, recordaron en m¨¢s de una ocasi¨®n que est¨¢n de acuerdo con la propuesta que acababa de hacer su rival. Ambos compet¨ªan por demostrar qui¨¦n es el m¨¢s progresista: el senador de Vermont calific¨® el sistema electoral de ¡°corrupto¡±; su rival dijo que se sent¨ªa ¡°orgullosa¡± de la campa?a de Sanders, que avanza sobre los hombros m¨¢s de un mill¨®n de peque?os donantes.
Este tipo de financiaci¨®n ha servido al senador para atacar a Clinton por el apoyo que ha recibido de grandes fortunas del pa¨ªs. ¡°Recibir donaciones de Wall Street no quiere decir que no se pueda ser independiente¡±, respondi¨® ella. ¡°Obama tuvo un Super PAC y despu¨¦s luch¨® contra los intereses de la banca¡±. Sanders pidi¨® que ¡°no se insulte a la inteligencia de los ciudadanos¡± e inst¨® a preguntar por qu¨¦ Wall Street ¡°arrojar¨ªa tanto dinero¡± a las campa?as pol¨ªticas. ¡°?Por qu¨¦ lo har¨ªa?¡±, pregunt¨® ret¨®ricamente el senador entre aplausos.
Sanders habl¨® de la necesidad de crear cuerpos policiales ¡°que se parezcan m¨¢s a sus comunidades y menos a ej¨¦rcitos de ocupaci¨®n¡±
Clinton recurri¨® una vez m¨¢s al ejemplo de Obama porque acercar sus propuestas al legado del presidente en la Casa Blanca constituye una de sus principales bazas electorales, especialmente entre las minor¨ªas raciales. Este jueves, la ex secretaria de Estado traz¨® varias l¨ªneas entre reformas desempe?adas por el mandatario dem¨®crata, como las del sistema bancario, de inmigraci¨®n o de sanidad, y su programa para llegar a la presidencia.
En las ¨²ltimas semanas, sin embargo, la amplia experiencia pol¨ªtica de Clinton no ha sido suficiente para convencer al sector femenino y al m¨¢s joven del electorado, dos sectores clave. A pesar de que puede convertirse en la primera pol¨ªtica en llegar a la Casa Blanca, la exsenadora afirm¨® que no pide a nadie que le vote por ser mujer, sino ¡°por ser la candidata mejor preparada¡±. ¡°He trabajado toda mi vida para asegurarme de que las mujeres pueden tomar sus propias decisiones¡±, afirm¨®, ¡°incluso si esa decisi¨®n es no votarme a m¨ª¡±.
La llegada de la campa?a a Estados del Sur arrincon¨® la pol¨ªtica exterior, cap¨ªtulo imprescindible en otros ciclos electorales, en el tramo final del debate y sin que los dos candidatos aportasen grandes novedades con respecto a otros encuentros. Sanders necesita mantener sus resultados lo m¨¢s igualados posible para mantenerse en la carrera dem¨®crata, que puede alargarse hasta junio. Clinton deber¨¢ lograr que las pr¨®ximas votaciones reflejen el s¨®lido respaldo que le dan hoy los sondeos electorales. La ¨²ltima encuesta en Nevada, realizada en diciembre, le da 32 puntos de ventaja sobre su rival. En Carolina del Sur, donde los dem¨®cratas celebran primarias el d¨ªa 27, la diferencia es similar: 62% para Clinton y 32,5% para Sanders.
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