La falta de negociaci¨®n con el ELN complica la paz en Colombia
La segunda guerrilla del pa¨ªs inicia un paro armado en el aniversario de la muerte de Camilo Torres
El sacerdote Camilo Torres muri¨® en su primer combate, del primer disparo que recibi¨®, hace hoy justo 50 a?os. Su leyenda como guerrillero del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN) se agrand¨® hasta convertirse en el s¨ªmbolo de la segunda guerrilla de Colombia y un ¨ªcono para la izquierda en Am¨¦rica Latina. Su lucha, sin embargo, dista mucho de la que mantiene hoy en d¨ªa el ELN, que para conmemorar su aniversario ha convocado a un paro armado a partir de este domingo. Un desaf¨ªo que complica a¨²n m¨¢s el inicio de un proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla, lo que podr¨ªa acarrear consecuencias inesperadas en el desarrollo del posconflicto con las FARC.
Hace casi dos a?os que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, autoriz¨®, en mayo de 2014, en plena campa?a por la reelecci¨®n, un di¨¢logo exploratorio para tratar de iniciar un proceso de paz con el ELN similar al que se desarrolla con las FARC. Con la principal guerrilla del pa¨ªs se tard¨® seis meses en sentar las bases de las negociaciones que, despu¨¦s de m¨¢s de tres a?os, est¨¢n a punto de poner fin al conflicto m¨¢s antiguo de Am¨¦rica Latina. Con el ELN ha sido imposible.
Desde hace meses, varias fuentes consultadas conocedoras de estos primeros contactos, tanto del Gobierno como del entorno de la guerrilla, confirman que los puntos de la agenda de negociaci¨®n estar¨ªan ya pactados. Pr¨¢cticamente ser¨ªan los mismos que con las FARC, sobre todo en materia de justicia, aunque el Gobierno ha aceptado una mayor participaci¨®n ciudadana, uno de los reclamos de los elenos. En m¨¢s de una ocasi¨®n se ha trasladado que el inicio de las conversaciones formales ser¨ªa ¡°inminente¡±, pero lejos de prosperar, los ¨²ltimos pasos transmiten la sensaci¨®n de que los di¨¢logos han encallado. Esta semana, Juanita Le¨®n, directora del portal La Silla Vac¨ªa, aseguraba en un art¨ªculo que hace 90 d¨ªas que no hay contactos entre ambas partes.
Las grietas dentro del Comando Central, la direcci¨®n elena, en donde habr¨ªa ganado peso Gustavo An¨ªbal Girondo, alias Pablito, comandante del Frente Domingo La¨ªn, el m¨¢s radical, frente al l¨ªder de la guerrilla, alias Gabino, son uno de los motivos del retraso en las negociaciones. Otro, no menos relevante, es la elecci¨®n de la sede negociadora. El ELN ha insistido en que sea Venezuela. All¨ª, seg¨²n las autoridades colombianas, se resguardan los miembros de la direcci¨®n, que siempre han encontrado el apoyo del Gobierno bolivariano, tanto con Hugo Ch¨¢vez como con Nicol¨¢s Maduro. De hecho, los frentes m¨¢s activos de la guerrilla siguen estando en las regiones fronterizas. Para el Gobierno colombiano este planteamiento es impensable por las tensas relaciones que mantienen actualmente Bogot¨¢ y Caracas a ra¨ªz de la crisis fronteriza y ante la inestabilidad pol¨ªtica de Venezuela. Ecuador se perfila como la principal alternativa, aunque no se descarta que haya dos sedes m¨¢s de forma ocasional, una de estas s¨ª en Venezuela y la otra en Cuba, aunque no necesariamente en La Habana, para tratar de conectar ambos procesos de paz.
Mientras tanto, lo ¨²nico cierto es que en los ¨²ltimos d¨ªas se han sucedido cruces de mensajes a cada cual m¨¢s altisonante. Santos ha ordenado intensificar las operaciones contra la guerrilla y la liberaci¨®n de los secuestrados por el ELN. El Ej¨¦rcito se encuentra en estado de ¡°m¨¢xima alerta¡± ante la posibilidad de nuevos ataques. Por su parte, el ELN ha anunciado un paro armado desde este domingo y ha aconsejado a los ciudadanos no acercarse a las inmediaciones de comisar¨ªas y centros militares.
Las autoridades calculan que el ELN, que naci¨® con una ideolog¨ªa que mezcla cristianismo, marxismo y nacionalismo radical en 1964, casi a la par de las FARC, cuenta con unos 2.000 guerrilleros, un n¨²mero muy inferior al n¨²mero de guerrilleros de las FARC, aunque goza de con un amplio respaldo social en algunas regiones del pa¨ªs. Seg¨²n el ¨²ltimo informe del Centro de Recursos para el An¨¢lisis de Conflictos (CERAC), el ELN ha intensificado sus ataques desde 2011 y los niveles ¡°relativamente altos que mantienen desde 2013 indican que han tomado la decisi¨®n de mantener sus acciones militares¡±.
Las consecuencias de que no prospere un proceso de paz con el ELN son may¨²sculas para el posconflicto en Colombia. Las operaciones contra la guerrilla en zonas compartidas con las FARC obstaculizar¨ªan la verificaci¨®n del cese al fuego. Los principales riesgos se concentrar¨ªan en aquellas regiones donde operan los frentes m¨¢s beligerantes, el circuito conocido como ABC (Arauca, Boyac¨¢ y Casanare), Norte de Santander, Choc¨®, Cauca y Nari?o. Seg¨²n CERAC es previsible que, en medio de un posconflicto, el ELN ¡°alcance un dominio casi completo de los espacios dejados por las FARC¡±. En esas zonas, prosigue el informe, el ELN ¡°tiene capacidad operativa para atacar a la Fuerza P¨²blica, la infraestructura minero-energ¨¦tica, reclutar a guerrilleros de las FARC no desmovilizados y competir por la explotaci¨®n de la miner¨ªa ilegal y la extorsi¨®n a las empresas de hidrocarburos¡±.
El ¨²ltimo gesto del Gobierno con el ELN se produjo en enero. Santos autoriz¨® la b¨²squeda de los restos de Camilo Torres, exhumados tres a?os despu¨¦s de su muerte y entregados a su hermano, seg¨²n la versi¨®n de un general. Al fallecer el hermano, no hay rastro de ellos. La b¨²squeda de su cuerpo est¨¢ repleta de tantas dudas como el futuro de la guerrilla a la que idealiz¨® Camilo Torres.
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