?Evitar el manoseo!
Se equivocan los gobiernos cuando intentan darnos lecciones de periodismo
Hay momentos en que el oficio del periodista adquiere una dimensi¨®n a¨²n m¨¢s importante que el de la informaci¨®n pura y dura y se plantea como el ¨²nico recurso de gu¨ªa, herramienta para la toma de decisiones por parte de los ciudadanos. Tenemos parte de responsabilidad en la construcci¨®n de sociedades participativas, respetuosas, plurales, incluyentes y justas. Sobre todo cuando las naciones atraviesan por puntos de quiebre en su historia como es el caso colombiano que enfrenta ahora a la firma de un proceso de paz para poner fin a 50 a?os de conflicto, que en varias de sus d¨¦cadas, dej¨® m¨¢s de 100 periodistas asesinados, muchos amenazados y otros entregados a los victimarios, o cayendo en los anzuelos de la propaganda o de los bandos en conflicto.
El periodismo colombiano ha sido exaltado mundialmente por su valent¨ªa. Ha sido criticado por su cercan¨ªa al poder, que como en muchos pa¨ªses del mundo, se construye por relaciones de clase, bolsillo, sexo, lobby, arribismo, intelectualidad, formaci¨®n, cultura, y s¨ª, tambi¨¦n por admiraci¨®n y amistad. Por las mismas razones que se construyen las relaciones incluso, las m¨¢s puras, en otros sectores.
Nuestro periodismo como ocurre tambi¨¦n en otras latitudes ha tenido momentos de gloria y otros de enorme dolor. Y en varios casos est¨¢ marcado por una de las caracter¨ªsticas m¨¢s comunes de la condici¨®n humana: el ego y la soberbia, que se hacen m¨¢s grandes frente a un micr¨®fono, una pluma o ahora el iPad y nuestra propia imagen en TV. Corremos riesgos enormes como quedar seducidos por nosotros mismos. Y corremos el mejor de todos los riesgos, a veces vernos en el espejo de nuestra vulnerabilidad y hacernos m¨¢s fuertes, pero primero humildes.
Entre esos periodistas trabajadores, disciplinados, enamorados de su oficio se cuentan muchos. Hay que exceptuar columnistas entregados a los favores de sus pol¨ªticos preferidos, o quienes ensalzan un d¨ªa y al otro convierten en estatuas de sal a quienes construyeron, pero en general, Colombia est¨¢ llena de verdaderos periodistas escrutadores, que investigan, y esos tambi¨¦n se equivocan.
Entre esos ¨²ltimos est¨¢ Vicky D¨¢vila, una periodista que tuvo que renunciar esta semana porque cruz¨® un l¨ªmite: public¨® el video de una conversaci¨®n sexual entre un congresista con un oficial de la Polic¨ªa, que le puso una trampa para tratar de comprobar que ese personaje hac¨ªa parte de una red de prostituci¨®n en la instituci¨®n. No estoy de acuerdo con la publicaci¨®n del video porque creo que no prueba nada dentro de una important¨ªsima investigaci¨®n sobre corrupci¨®n, enriquecimiento y seguimiento a periodistas, entre ellos Vicky D¨¢vila, que le cost¨® la cabeza al director de la polic¨ªa en Colombia, Rodolfo Palomino.
Lo grave de lo ocurrido es que la publicaci¨®n de ese video terminara con la salida de una periodista a quien respeto y que tuvo el acierto de poner sobre la mesa un tema que la prensa, toda unida, debe investigar hasta el fondo, porque no es una verdad probada aunque los indicios, grabaciones, declaraciones y omisiones no solo apuntan a la existencia de esa red de prostituci¨®n, denunciada desde 2014 por Noticias Uno en Colombia, sino a la siniestra alianza de abogados, periodistas y jueces para el reintegro de los indeseados miembros expulsados de la Polic¨ªa.
Nos equivocamos los periodistas, es cierto. Pero se equivocan m¨¢s los gobiernos cuando intentan darnos lecciones de periodismo. No es papel de ning¨²n presidente decirles a los medios si hacen bien o mal su oficio. No. El papel del gobernante es ese, gobernar. El del periodista escrutar, preguntar, denunciar. Y hasta obsesionarse si es necesario. Y es lo que debemos hacer cuando nos enfrentamos a lo que pas¨® en este caso: ?por qu¨¦ la justicia, la Fiscal¨ªa, lleva 10 a?os investigando la supuesta comunidad del anillo en la Polic¨ªa, sin resultados? ?Es objeto de investigaci¨®n que un congresista tenga relaciones sexuales con un capit¨¢n de la Polic¨ªa a quien en alg¨²n momento tendr¨¢ que ascender dentro de sus funciones parlamentarias? Por qu¨¦ le tom¨® tanto tiempo al Procurador abrir una investigaci¨®n al director de la Polic¨ªa? Todo lo que ha pasado en este caso tiene un responsable mayor: la impunidad.
Nuestro reto como periodistas adquiere hoy un papel m¨¢s trascendental, para respondernos por ejemplo ?cu¨¢l es nuestra funci¨®n dentro del proceso de paz?. ?Somos parte de la campa?a pro plebiscito refrendatorio? ?Somos qu¨¦? ?Opositores de la b¨²squeda m¨¢s grande por la reconciliaci¨®n? ?Debemos ser c¨®mplices de los mandam¨¢s de la justicia para protegernos de su l¨¢tigo amenazador e intimidante? ?Debemos aplaudir a los terroristas cuando violan la confianza por temor a que se levanten de la mesa de di¨¢logo? ?Debemos en nombre de la tolerancia aplaudir a las mujeres que validan a los esposos que las golpean y las violentan porque la familia est¨¢ por encima de todo? Tengo varias respuestas. Pero la m¨¢s importante es evitar el manoseo del poder, de las fuentes y de los propios colegas.
* Diana?Calder¨®n?es directora de informativos y de @hora20 de Caracol Radio Colombia. Twitter?@dianacalderonf
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