Las protestas a¨ªslan a¨²n m¨¢s a Rousseff en el Congreso

Las multitudinarias manifestaciones de protesta del domingo contra la presidenta brasile?a Dilma Rousseff -las mayores de la historia democr¨¢tica del pa¨ªs- la colocan directamente al borde del abismo pol¨ªtico. La presi¨®n de las calles se traslada autom¨¢ticamente al Congreso, donde los aliados de Rousseff comienzan a mirar para otro lado justo cuando ¨¦sta m¨¢s los necesita: a tres d¨ªas de que comience a rodar el mecanismo imprevisible de la destituci¨®n parlamentaria (impeachment). Hay analistas que ya especulan con la ca¨ªda de la presidenta brasile?a en mayo.

Hubo un lema simple muy coreado en las impactantes marchas del domingo: ¡°Fora Dilma¡±. En Brasilia, un tipo gracioso se disfraz¨® de Rousseff y se coloc¨® un cartel en el pecho: ¡°Fora eu (Fuera yo)¡±. Es decir: las protestas, m¨¢s all¨¢ de servir de desahogo contra el Partido de los Trabajadores (PT) y de se?alar a Luiz In¨¢cio Lula da Silva, acusado por la polic¨ªa de beneficiarse de la trama de Petrobras, tienen un objetivo claro: desalojar a la presidenta del poder a fin de que no acabe su segundo mandato.

Hace meses, los expertos y analistas pol¨ªticos calculaban que las posibilidades de que Rousseff dejara el cargo antes de 2018 eran escasas, a pesar del naufragio de la econom¨ªa, sus dificultades pol¨ªticas en un Congreso hostil y el goteo constante de altos cargos implicados en la mara?a corrupta de Petrobras. Esos mismos analistas cre¨ªan que Rousseff encontrar¨ªa una salida al laberinto. Hoy, despu¨¦s de que los cerrojos econ¨®micos y pol¨ªticos se hayan ido apretando cada vez m¨¢s y despu¨¦s de contemplar en la televisi¨®n la riada incontenible del domingo de cientos de miles de personas pidiendo su destituci¨®n, las tornas han cambiado. Hay quien considera que las posibilidades de que Rousseff se vaya por la puerta peque?a rozan el 65%. Y para ello recuerdan que este mi¨¦rcoles, con una decisi¨®n del Tribunal Supremo Federal de Brasil que especificar¨¢ la manera de constituirse la primera de las comisiones, el proceso echa a andar. En mayo, si todo se desarrolla como est¨¢ previsto, llegar¨¢ al Congreso. Si entonces Rousseff cuenta con un tercio de los diputados, lograr¨¢ bloquear el impeachment. Hasta ahora, con sus aliados de centro del Partido do Movimento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB), partido del vicepresidente Michel Temer, este apoyo se daba por descontado. Ahora, estos aliados volubles amenazan con volverle la espalda a Rousseff (como han visto que hace la poblaci¨®n). Por lo pronto, el pasado s¨¢bado decidieron no aceptar m¨¢s cargos provenientes del Gobierno y se dan un mes para estudiar su estrategia general.

Si Rousseff no para en el Congreso la bola de nieve de la destituci¨®n parlamentaria, ¨¦sta pasar¨¢ al Senado. Ah¨ª bastar¨¢ una mayor¨ªa simple para que el proceso se discuta. A partir de ese momento, la presidenta queda apartada temporalmente del cargo hasta que el proceso, que puede durar meses, se incline para un lado o para otro. Bastar¨¢ eso para que Rousseff caiga, ya que la mayor¨ªa de expertos y diputados de Brasilia considera que si la presidenta se va, aunque sea de forma te¨®ricamente provisional, no volver¨¢, dado el desgaste pol¨ªtico asumido. Es decir: Rousseff puede estar fuera en dos meses. En ese caso, asumir¨ªa la presidencia el vicepresidente Michel Temer.

Mientras, con el pa¨ªs expectante y polarizado, se han hecho p¨²blicas las declaraciones del expresidente Lula ante la polic¨ªa, en la comisar¨ªa del aeropuerto de Congonhas, en S?o Paulo, el pasado 4 de marzo, cuando los agentes le sacaron a las seis de la ma?ana de su casa, acusado de aceptar regalos (un piso en la playa, una casa de campo) de empresas relacionadas con la trama corrupta de Petrobras. El expresidente, que ha inflamado las calles de Brasil ya sea a su favor o en su contra, calific¨® la investigaci¨®n, ante los propios polic¨ªas, de ¡°ultraje hom¨¦rico¡±. Despu¨¦s se defendi¨® asegurando que no son de su propiedad ni el apartamento de la playa ni la casa de campo aportados como pruebas por los agentes. ¡°Estoy participando del caso m¨¢s complicado de la historia de Brasil, porque tengo un apartamento que no es m¨ªo, que no pagu¨¦, yo quiero ver el dinero que pagu¨¦ ah¨ª, y el fiscal dice que es m¨ªo, la revista Veja dice que es m¨ªo, el peri¨®dico Folha de S. Paulo dice que es m¨ªo y la Polic¨ªa Federal inventa toda una historia sobre eso¡±.

Hay miembros del Partido de los Trabajadores que son favorables a que Lula ingrese en el Ejecutivo. Por un lado, al ser aforado, quedar¨ªa m¨¢s protegido contra lo que consideran un atropello jur¨ªdico. Por otro lado, el expresidente, negociador nato, experto en manejarse en tierra de nadie, ser¨ªa el candidato ideal para tratar de mantener los ¨²ltimos puentes pol¨ªticos entre el PT y el PMDB de cara a mantener con vida a Rousseff durante el proceso de destituci¨®n parlamentaria.

? ? ? ?Por lo pronto, el lunes por la tarde se produjo un cambio en el Ejecutivo: el ministro de Justicia, Wllington C¨¦sar Lima, dimiti¨®, siendo sustituido por el vice-fiscal general de la Rep¨²blicaEug¨ºnio Jos¨¦ Guilheme de Arag?o.