Lula da Silva escapa provisionalmente del juez de Petrobras

El l¨ªo judicial que envuelve todas las relaciones institucionales en torno al expresidente Lula en Brasil contin¨²a, envenenando y paralizando todas las instancias del pa¨ªs. En un toma y daca sin precedentes en la justicia brasile?a, el magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) Teor¨ª Zavascki, se arrog¨® el martes el proceso de Lula, investigado por el juez de primera instancia S¨¦rgio Moro, instructor del Caso Petrobras. De esta manera, Lula vuelve a escapar de Moro, que, seg¨²n temen altos cargos del Partido de los Trabajadores (PT), est¨¢ dispuesto a llevarle a la c¨¢rcel en cuanto pueda.

Lula fue nombrado ministro el mi¨¦rcoles 16 de marzo. Los investigadores est¨¢n convencidos de que el nombramiento respond¨ªa a un intento de refugiarse en el cargo para escapar, precisamente, del juez Moro, gracias a que como un ministro brasile?o solo puede ser juzgado por el Supremo Tribunal Federal. El viernes, despu¨¦s de otras intentonas judiciales de jueces de primera instancia, un magistrado del STF, Gilmar Mendes, anul¨® el nombramiento, dejando el cargo de ministro en suspenso, alegando que Lula trataba de huir de la justicia. De modo que el expresidente volv¨ªa, a partir de entonces, a depender, judicialmente, de Moro. Muchos militantes del PT temieron que el juez ordenara la prisi¨®n inmediata del expresidente. Incluso se apostaron en los alrededores de su casa en S?o Paulo para impedirlo.

Ahora, una nueva vuelta judicial revoluciona el proceso: Zavascki, que es el magistrado del Supremo brasile?o encargado de procesar a los implicados del Caso Petrobras que gozan de aforamiento, ha decidido hacerse con el caso. Por lo menos hasta que la semana siguiente una decisi¨®n colegiada del STF sentencie definitivamente qui¨¦n se queda con el futuro judicial del expresidente. Zavascki, en su auto, critica duramente a Moro, acus¨¢ndole de haber divulgado, sin raz¨®n judicial pertinente, conversaciones grabadas por la polic¨ªa de Lula con otros dirigentes del pa¨ªs, entre los que se cuenta la propia Dilma Rousseff.

El Gobierno sostiene que la ¨²nica raz¨®n que empuj¨® a Rousseff a incluir a Lula en el Gobierno fue la de que el expresidente le ayudara a conservar en el Congreso los aliados pol¨ªticos necesarios para evitar que el juicio pol¨ªtico (impeachment) acabe con su mandato en el pr¨®ximo mes. De cualquier forma, la prensa brasile?a asegura que, a¨²n sin cargo oficial, a eso se est¨¢ dedicando Lula. No le va a ser f¨¢cil, ya que estos aliados, que ven a Rousseff cada vez m¨¢s debilitados, cada d¨ªa que pasa son m¨¢s remisos a apoyar al Gobierno y ya prev¨¦n un futuro pol¨ªtico sin Rousseff ni PT (ni por supuesto Lula) en el Ejecutivo.