Las lagunas legales permiten a los terroristas obtener armas en la UE
B¨¦lgica concentra uno de los mayores mercados negros, con un mill¨®n de armas estimadas
Europa cree tener controlado el acceso de los ciudadanos a las armas porque, a diferencia de EEUU, la adquisici¨®n es mucho m¨¢s estricta. Pero la magnitud del tr¨¢fico ilegal y las lagunas legales que permiten comprar piezas desactivadas, f¨¢cilmente reutilizables, inquietan a las autoridades. A la espera de determinar si en Bruselas se emplearon algo m¨¢s que explosivos caseros, el ataque al supermercado kosher en enero de 2015 en Par¨ªs, y el asalto frustrado al tren de alta velocidad entre Bruselas y Par¨ªs el pasado agosto revelan el riesgo de esas lagunas.
La principal fuente de armas en Europa proviene del mercado ilegal, un magma dif¨ªcil de estimar. Y B¨¦lgica, origen de la mayor¨ªa del arsenal de los atentados cometidos en Par¨ªs en enero de 2015 (contra la revista Charlie Hebdo y un supermercado), concentra gran parte de ese tr¨¢fico. Hasta un mill¨®n de armas circulaban ilegalmente por este pa¨ªs hace ya 10 a?os, seg¨²n una estimaci¨®n del instituto de an¨¢lisis Flemish Peace Institute basada en c¨¢lculos oficiales. Entre 2009 y junio de 2015, la polic¨ªa belga registr¨® 1.225 casos de tr¨¢fico il¨ªcito, un volumen enorme para un pa¨ªs de 11 millones de habitantes.
Las instituciones comunitarias carecen de una estimaci¨®n europea sobre el mercado negro. Al calor de los atentados de Par¨ªs del pasado noviembre, Bruselas impuls¨® medidas contra el tr¨¢fico de armas y el uso de explosivos. Casi todas las normas se resumen en una: compartir m¨¢s informaci¨®n entre Estados miembros. Al igual que ocurre con los sospechosos de terrorismo, en un espacio de libre circulaci¨®n resulta fundamental que las fuerzas de seguridad de un pa¨ªs informen a sus socios de las armas que pueden estar circulando fuera de control.
Esa informaci¨®n debe comunicarse al sistema de informaci¨®n de Schengen, una base de datos de uso policial. Pero si las notificaciones son deficientes en el caso de personas, la situaci¨®n resulta m¨¢s precaria en lo referente a las armas, seg¨²n fuentes comunitarias. A¨²n as¨ª, ese registro ofrece un dato ilustrativo de la magnitud del problema. Las autoridades tienen constancia de que existen casi medio mill¨®n de armas de fuego perdidas o robadas desde mitad de los noventa. Una parte de ellas est¨¢ en manos de delincuentes. Bruselas presiona ahora para que los pa¨ªses transformen su indignaci¨®n por lo ocurrido en la capital belga en un mayor activismo a la hora de compartir datos.
Amenazas a la Comisi¨®n Europea
M¨¢s all¨¢ de los terroristas, las restricciones al uso de armas irritan a colectivos poderosos. Cazadores, coleccionistas y aficionados a los deportes de tiro rechazan el proyecto de la Comisi¨®n Europea. Aunque las instituciones comunitarias est¨¢n acostumbradas a la presi¨®n de los lobbies, en este caso su actuaci¨®n ha ido m¨¢s lejos. Fuentes comunitarias aseguran que varios miembros del departamento de Industria, encargado de esta normativa, han recibido cartas amenazantes ¡ªcon alusiones a Hitler¡ª, paquetes con piedras y alertas de que los remitentes conoc¨ªan detalles de los funcionarios involucrados en el dossier.
La presi¨®n parece estar surtiendo efecto en el Parlamento Europeo y en los Estados miembros. El Ejecutivo comunitario teme que la Euroc¨¢mara trate de descafeinar, por la puerta de atr¨¢s, el reglamento sobre la desactivaci¨®n de armas que debe entrar en vigor el 8 de abril. Tambi¨¦n los pa¨ªses muestran ciertos recelos a esos intentos de armonizar y endurecer normas. ¡°Estamos abiertos a introducir mejoras en el texto, siempre que el objetivo de asegurar un alto nivel de seguridad p¨²blica quede salvaguardado¡±, subraya una portavoz comunitaria.
Pero el mercado il¨ªcito es solo uno de los problemas a los que se enfrentan los pa¨ªses comunitarios. Porque las rendijas legales que existen en diferentes Estados y la insuficiencia de la directiva que regula la adquisici¨®n de armas crean espacios de los que tambi¨¦n se nutre el terrorismo.
Apenas cinco d¨ªas despu¨¦s de los ataques del 13 de noviembre en Par¨ªs, la Comisi¨®n Europea present¨® un reglamento y una propuesta de reforma de directiva con dos objetivos: endurecer los criterios de desactivaci¨®n de armas ¡ªuna vez desactivadas, pueden ser adquiridas por cualquiera como un objeto no letal¡ª y restringir la venta de armas semiautom¨¢ticas.
Piezas desactivadas
En el primer caso, la laxitud de algunos pa¨ªses a la hora de certificar que un arma ha sido desactivada ha impulsado al Ejecutivo comunitario a actuar. Francia, Alemania, Reino Unido y Dinamarca presentan normativas muy garantistas, pero en otros Estados, sobre todo en el Este, la situaci¨®n es la contraria. El terrorista que atent¨® en el supermercado jud¨ªo de Par¨ªs, Amedy Coulibaly, emple¨® un arma adquirida legalmente en Eslovaquia porque estaba inutilizada. Posteriormente fue puesta de nuevo a punto para matar.
El estudio del Flemish Peace Institute cita algunos informes que aseguran que de la tienda eslovaca donde presuntamente se adquiri¨® el arma de Coulibaly han salido hacia el extranjero 14.000 piezas neutralizadas, vendidas principalmente a trav¨¦s de Internet. ¡°Tenemos que evitar que los terroristas y otros criminales puedan usar armas de fuego que han sido incorrectamente desactivadas. Pero la cuesti¨®n no se limita a los ataques terroristas. No podemos ignorar que se han usado armas legales en otros eventos tr¨¢gicos, con ni?os muertos en escuelas o j¨®venes en campamentos¡±, asegura una portavoz de la Comisi¨®n Europea.
M¨¢s all¨¢ de la desactivaci¨®n, Bruselas pretende incluir las armas semiautom¨¢ticas m¨¢s peligrosas dentro del grupo que solo puede ser adquirido por fuerzas de seguridad ¡ªnunca por ciudadanos comunes¡ª y endurecer la venta por Internet. Tambi¨¦n restringir la venta a coleccionistas, una categor¨ªa hasta ahora ajena a las limitaciones en la adquisici¨®n de armas.
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