El Parlamento pide a Rohan¨ª que quite el subsidio a 24 millones de iran¨ªes

Ir¨¢n va a retirar las ayudas econ¨®micas en efectivo a 24 millones de ciudadanos. El Parlamento iran¨ª aprob¨® el pasado mi¨¦rcoles la anulaci¨®n de ese subsidio en el marco de los presupuestos del nuevo a?o persa (que empez¨® el 20 de marzo). El Gobierno de Hasan Rohan¨ª ha mostrado su preocupaci¨®n por los efectos que la medida pueda tener en su popularidad, a un a?o de que el presidente se enfrente a la reelecci¨®n. "En las condiciones actuales, cancelar el subsidio es injusto y sin duda ocasionar¨¢ problemas a mucha gente", declaraba el portavoz del Gobierno, Mohammad Bagher-Nobakht, nada m¨¢s conocerse la noticia.

Cada iran¨ª recibe mensualmente 445.000 riales (unos 11 euros), lo que supone la distribuci¨®n de 8.000 millones de euros al a?o. Aunque el Gobierno de Rohan¨ª ya hab¨ªa retirado ese beneficio a cuatro millones de iran¨ªes (de un total de 80 millones de habitantes), muchos adinerados siguen recibi¨¦ndolo.

Ese sistema de ayudas en efectivo fue implantado en 2010, durante el segundo mandato de Mahmud Ahmadineyad, para compensar la retirada gradual de los subsidios energ¨¦ticos. Reformistas y moderados censuraron este plan y lo describieron como una medida populista de Ahmadineyad para ganar votos de los sectores m¨¢s desfavorecidos. Entonces, los ingresos por petr¨®leo alcanzaban los 70.000 millones de d¨®lares y el dinero se distribuy¨® a todas las capas sociales sin distinci¨®n. Hoy, a pesar del levantamiento de las sanciones que desde 2012 redujeron esa ganancia, el bajo precio del barril de petr¨®leo ha reducido sustancialmente la disponibilidad de fondos.

La nueva ley encarga al Ejecutivo que retire el subsidio en efectivo a jueces, empresarios, diputados, catedr¨¢ticos, iran¨ªes que residan fuera del pa¨ªs y tambi¨¦n a los funcionarios con un ingreso m¨ªnimo anual de 350 millones de riales (unos 9.000 euros). Los responsables insisten en que resulta complicado determinar a qui¨¦nes suspender esos beneficios en un periodo tan corto, pero los analistas apuntan que el Gobierno no se arriesga porque teme que la medida reste apoyos al presidente ante las elecciones del pr¨®ximo a?o.

La anulaci¨®n de los subsidios puede paliar la ca¨ªda de ingresos del crudo que est¨¢ poniendo en peligro los planes de Rohan¨ª para mejorar el bienestar social, en especial su Plan de Reforma Sanitaria, pero la medida constituye un arma de doble filo que al mismo tiempo perjudicar¨¢ su popularidad.

En las grandes ciudades la cantidad que se recibe no desempe?a un papel importante en la econom¨ªa de los hogares. Sin embargo, en las zonas rurales y en las ciudades peque?as predominan las familias numerosas y el peso de la ayuda es mayor respecto al coste de la vida, lo que justifica que Rohan¨ª tema por la p¨¦rdida de apoyo de una parte importante de su electorado.

"En la actualidad damos de baja del sistema a 700.000 iran¨ªes al mes como m¨¢ximo; para alcanzar la cifra de 24 millones durante el a?o en curso se debe optimizar el mecanismo actual, pero eso no significa que no sea posible", explica Alireza Abdolahzadeh, un graduado por Harvard que asesora al Ministerio de Bienestar, Trabajo y Asuntos Sociales iran¨ª para el Plan de la Reforma del Sistema de Subsidios.

El viceministro del ramo, Ahmad Meydari, no es tan optimista al respecto y reconoce defectos en el sistema para detectar a aquellos cuyos ingresos no justifican que reciban ayudas. "El presidente no nos ha autorizado cotejar las cuentas bancarias para verificar el poder adquisitivo de las familias para que la gente no pierda su confianza en el sistema bancario", se?alaba recientemente a un diario local. Meydari revel¨® que "los cuatro elementos b¨¢sicos para suspender los subsidios son: la profesi¨®n, el coche, el domicilio y la transferencia de titularidad de bienes inmuebles¡±.

"Lo importante es suspender el subsidio a los adinerados y tener en cuenta que los fondos que se liberan de esta forma se deben destinar a la ejecuci¨®n de los planes para reducir la pobreza y la desigualdad, y no a compensar el d¨¦ficit presupuestario", sostiene Abdolahzadeh admitiendo de forma t¨¢cita la posibilidad de que el Gobierno sacrifique los objetivos del Plan de la Reforma de Subsidios para quitarse el peso de las estrecheces econ¨®micas que lo acosan.