Teher¨¢n refuerza la polic¨ªa de la moral con 7.000 vigilantes de paisano

¡°Hace unas semanas cuando un motorista le rob¨® el bolso a mi prometida, lo primero que me preguntaron los polic¨ªas fue mi relaci¨®n con ella¡±, cuenta Farzad, un ingeniero que est¨¢ paseando con su pareja, Sara, por el parque Saei, en un barrio de clase media de Teher¨¢n. ¡°Menos mal que estamos prometidos y nuestras familias nos respaldaron, si no nos hubieran dado una buena paliza¡±, a?ade con una risa nerviosa el joven. No es broma. Pod¨ªan haber terminado en comisar¨ªa.

Las estrictas normas morales de la Rep¨²blica Isl¨¢mica proh¨ªben que chicas y chicos que no tengan relaci¨®n familiar de primer grado paseen o se diviertan juntos. Para evitarlo y vigilar, entre otras cosas, que las mujeres se cubran adecuadamente la cabeza y las formas del cuerpo, Ir¨¢n dispone desde hace una d¨¦cada de una polic¨ªa moral. Su presencia en las calles de Teher¨¢n y otras grandes ciudades hab¨ªa disminuido desde la llegada a la presidencia de Hasan Rohan¨ª, hace tres a?os. Ahora, nuevas patrullas de paisano intentan frenar el relajo en las costumbres.

¡°M¨¢s de 7.000 agentes encubiertos vigilan la ciudad¡±, anunci¨® el pasado lunes el jefe de polic¨ªa de la capital, el general Hossein Sajedinia, sin dejar claro si se trata de voluntarios o de profesionales. ¡°Van a anotar las matr¨ªculas de coches cuyas conductoras se quiten el velo, los de quienes pongan la m¨²sica alta o molesten a las mujeres¡±, explic¨®. Este ¨²ltimo supuesto se refiere a los chicos que se encuentran en el mismo veh¨ªculo sin estar casados. ¡°A quienes cometan estos delitos vamos a llamarles y tendr¨¢n que presentarse en comisar¨ªa¡±, a?adi¨®.

Sus declaraciones han irritado al presidente Rohan¨ª. ¡°La dignidad del pueblo debe anteponerse a la religi¨®n¡±, manifest¨® dos d¨ªas despu¨¦s durante una conferencia de prensa. ¡°Mientras se pueda solucionar un problema a trav¨¦s de concienciar a la gente, no debemos usar otros m¨¦todos [m¨¢s severos]¡±, dijo dejando clara su oposici¨®n a la medida, no a las normas que intenta salvaguardar.

El anuncio del general Sajedinia, que coincide con la llegada del buen tiempo cuando las patrullas de la polic¨ªa moral intensifican su actividad, refleja el empe?o de los sectores m¨¢s conservadores de la sociedad iran¨ª para controlar c¨®mo visten las mujeres. A?o tras a?o por estas fechas, sus responsables lanzan el llamado Plan de Seguridad Social (sic), que busca promover la virtud y prevenir el vicio seg¨²n las normas isl¨¢micas.

¡°La figura del agente encubierto no es legal y su testimonio no sirve para declarar culpable a nadie¡±, ha manifestado el portavoz de la Comisi¨®n Jur¨ªdica y de Seguridad del Parlamento, Mohammad Ali Asfanan¨ª. Sin embargo, el imam de la plegaria, el ayatol¨¢ Movahedi Kerman¨ª, apoy¨® durante el serm¨®n del pasado viernes el despliegue de los que llam¨® ¡°agentes invisibles¡±.

En la calle, mientras tanto, predomina el escepticismo. ¡°Toda esa historia no es nada m¨¢s que un intento de las autoridades para distraer a la opini¨®n p¨²blica de los problemas principales que son la recesi¨®n y el desempleo¡±, interpreta Sadeq, un comerciante de alfombras del bazar de Isfah¨¢n. El economista Amir Mahmud Harirch¨ª va m¨¢s lejos al asegurar que ¡°una polic¨ªa moral encubierta solo aumenta el margen de maniobra de los delincuentes, ya que sus v¨ªctimas no tienen forma de saber si tratan con verdaderos agente o con impostores¡±.

La dura reacci¨®n de algunos analistas y expertos en la prensa local as¨ª como las protestas en las redes sociales han obligado a explicarse al jefe de la polic¨ªa de Teher¨¢n. Aunque defiende la medida, en una entrevista televisiva trat¨® de justificarla describi¨¦ndola como una ¡°petici¨®n del pueblo a la polic¨ªa¡±.

En el mismo programa, la diputada conservadora Laleh Eftekhar¨ª, representante de Teher¨¢n en el Parlamento saliente, explic¨® que se trata de ¡°una recomendaci¨®n del Cor¨¢n y que el Consejo de la Revoluci¨®n Cultural ya aprob¨® en 2006 el marco legal¡±. Defendi¨® que ¡°los agentes de paisano aumentan la posibilidad de impedir delincuencia¡±. En las elecciones legislativas del pasado febrero Eftekhar¨ª, como el resto de sus correligionarios conservadores, no logr¨® suficientes votos y el mes que viene deber¨¢ ceder su esca?o a un pol¨ªtico moderado.