El Clan y el Clon
Las acciones de los ?suga y las FARC son id¨¦nticas y ante la justicia merecen el mismo tratamiento
En d¨ªas pasados dijo el Gobierno colombiano que bajo ninguna circunstancia el grupo armado Clan ?suga ser¨ªa considerado como un actor pol¨ªtico. En el discurso institucional y su respectivo tono se evidenciaba una especie de rechazo a que una mera banda de delincuentes tuviera un trato distinto al que le corresponde. Pero al examinar m¨¢s detenidamente vale la pena preguntarse ?cu¨¢l es la diferencia entre las FARC y el Clan ?suga?
Claramente habr¨ªa algunas formas de analizar las dos organizaciones. Lo primero ser¨ªa compararlos por los actos criminales que perpetran. En ese caso no existe ninguna diferencia en cuanto a los secuestros, paros armados, masacres, extorsiones, trafico de drogas y actos terroristas que cometen. Sus acciones son id¨¦nticas y ante la justicia, que no deber¨ªa relativizar su ciega objetividad, merecen el mismo tratamiento, ya que ser¨ªa absurdo que una organizaci¨®n tuviera derecho a cometer delitos con tratamiento preferencial.
Otro factor tiene que ver con su organizaci¨®n, estructura de mando, tama?o, presencia territorial y capacidad de perpetrar acciones sostenidas. A decir verdad es posible que el numero de miembros del Clan ?suga sea igual o mayor al de las FARC, gozando de estructuras organizadas de mando y con capacidad demostrada de intimidaci¨®n territorial, producto de los descuidos imperdonables en la pol¨ªtica de seguridad. En pocas palabras se trata de organizaciones similares desde el punto de vista operativo criminal.
Por el lado del discurso la cosa es distinta. Mientras las FARC combinan sus cr¨ªmenes, similares a los del Clan ?suga, con un discurso pol¨ªtico de lucha contra el Estado, el gran capital y la inversi¨®n extranjera, entre otros, el Clan ?suga ni siquiera se preocupa a¨²n por tener discurso, tal vez porque abiertamente entiende que su postura narcotraficante no merece discusi¨®n. Sencillamente las FARC son un Clan ?suga con discurso pol¨ªtico y el Clan ?suga es unas FARC sin discurso pol¨ªtico.
?Pueden parecerse a¨²n mas las organizaciones? Desde luego. El Clan ?suga ya ha entendido que con mayor tama?o y capacidad terrorista tendr¨¢ oportunidades de negociaci¨®n. Tal vez en su memoria est¨¦n los Extraditables, que con Pablo Escobar a la cabeza, terminaron sin propon¨¦rselo obtener una especie de Justicia Transicional al construir con el aporte de sus abogados los famosos Decretos 2047 y 3030 de sometimiento a la justicia, definir su lugar de reclusi¨®n con guardia incluida e inclusive, modificar la constituci¨®n para eliminar la Extradici¨®n.
Tambi¨¦n en la memoria de los Cabecillas del Clan ?suga est¨¢n las FARC. Teniendo en cuenta que su ¨²nica diferencia con las FARC es el discurso pol¨ªtico y no sus delitos, la Banda Criminal ve con expectativa un acuerdo de justicia especial donde hay conexidades vulgares para dejar sin sanci¨®n carcelaria el secuestro, la extorsi¨®n y el narcotr¨¢fico.
Ante este panorama de Clanes y Clones Colombia debe reaccionar con apego a los fundamentos de la legalidad. Relativizar los delitos seg¨²n la ideolog¨ªa o discurso pol¨ªtico de los criminales debilita las instituciones y deja abiertos incentivos para que los delincuentes encuentren en cualquier discurso un refugio negociador donde impongan condiciones.
Colombia suscribi¨® el Estatuto de Roma con muchos pa¨ªses para que cr¨ªmenes de lesa humanidad sean sancionados ejemplarmente. La coherencia con este instrumento implica que existan penas privativas de la libertad a los cr¨ªmenes m¨¢s abominables, sin importar el discurso pol¨ªtico de los victimarios. Por eso la Corte Penal Internacional no ser¨¢ indiferente ante Joseph Kony o Boko Haram, clones de las FARC, el ELN y el Clan ?suga.
Colombia debe ser fuerte en materia de seguridad y tener mecanismos para facilitar la desmovilizaci¨®n de todos los grupos armados ilegales, sobre la base de imponer sanciones carcelarias a cr¨ªmenes graves y de lesa humanidad, exigir reparaci¨®n y entregar la verdad a las autoridades, reconociendo la supremac¨ªa del Estado de Derecho.
Mientras subsista un enfoque donde se de tratamiento diferenciado a delincuentes trat¨¢ndolos con indulgencia por la naturaleza de su discurso y no por la gravedad de sus cr¨ªmenes ser¨¢ dif¨ªcil construir la paz, debido a que existir¨¢n incentivos para que surjan en Colombia mas clanes y clones fundados en el narcoterrorismo.
Iv¨¢n Duque M¨¢rquez es senador y portavoz del Centro Democr¨¢tico en el Congreso de Colombia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Proceso paz Colombia
- Los Urabe?os
- Bacrim
- FARC
- Conflicto Colombia
- Guerrillas
- Conflictos armados
- Proceso paz
- Colombia
- Narcotr¨¢fico
- Crimen organizado
- Gobierno Colombia
- Delincuencia
- Combatientes
- Gobierno
- Guerra
- Grupos terroristas
- Sudam¨¦rica
- Latinoam¨¦rica
- Terrorismo
- Conflictos
- Administraci¨®n Estado
- Am¨¦rica
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Edici¨®n Am¨¦rica