Hambre de victoria a cualquier precio
El debate peruano entre Fujimori y Kuczynski mostr¨® a la hija del aut¨®crata con m¨¢s ambici¨®n
Casi nadie fuera del Per¨² consigue entender muy bien por qu¨¦, pero este pa¨ªs se prepara sin demasiado esc¨¢ndalo para entregar el poder el 5 de junio a Keiko Fujimori, la hija de un aut¨®crata que dio un autogolpe en 1992, cometi¨® los peores cr¨ªmenes y a¨²n cumple condena de 25 a?os por corrupci¨®n y delitos contra los derechos humanos: nada menos que 25 asesinatos realizados por grupos paramilitares que depend¨ªan de su mano derecha, Vladimiro Montesinos. Para entenderlo, basta ver el debate que protagonizaron el domingo Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski (PPK), su rival en la segunda vuelta. Fujimori era toda ambici¨®n, hambre de victoria a cualquier precio. ?l, a sus 77 a?os, mostraba lo que muchos se?alan en Per¨²: podr¨ªa ser un buen presidente, tiene un gran conocimiento de los temas ¨Cfue ministro de Econom¨ªa- pero no es un buen candidato. ¡°Tengo 77 a?os pero como ven tengo mucho vigor¡±, dijo al final del debate. Cualquiera que haya seguido cruces electorales en diferentes pa¨ªses podr¨ªa desmentirle.
Fujimori mord¨ªa sin freno. Buscaba los puntos d¨¦biles de su rival, le golpeaba con dureza sin descanso. Ten¨ªa todo preparado: ataques y defensas cuando sal¨ªa el nombre de su padre: ¡°Es un hombre de avanzada edad¡±, ¡°no miremos al pasado¡±, ¡°est¨¢ usted debatiendo conmigo, no con mi padre¡±. Incluso un golpe muy duro: ¡°Como has cambiado, pelona, en 2011 no tuvo problema en respaldar mi candidatura y ahora viene a sacar temas del pasado¡±. Kuczyznski, un liberal de centro-derecha, apoy¨® a Fujimori en 2011 frente a Ollanta Humala, que entonces representaba a la izquierda.
PPK solo tuvo un momento en el que luci¨® con algo que parec¨ªa m¨ªnimamente preparado: ¡°Veo entre el auditorio a muchos colaboradores de su padre¡±, le espet¨®. Y es cierto, la candidata nunca ha roto con su padre encarcelado, aunque ha prometido que nunca har¨¢ un autogolpe. ¡°Con el dinero que rob¨® su padre se podr¨ªan construir 2.000 colegios¡±, le dijo en otro momento, al final, cuando sus asesores ya deb¨ªan avisarle de que necesitaba subir el tono, mostrar que quiere ganar.
Fujimori le¨ªa de principio a fin cada una de las intervenciones. Muchos en las redes sociales se escandalizaban. Kuczynski no tuvo reflejos ni siquiera para afearle eso. Pero lo que muchos critican es precisamente la gran fortaleza de Fujimori. Despu¨¦s de una derrota inesperada en 2011, cuando las encuestas, como ahora, la colocaban en cabeza, ella y sus asesores, que tienen todo el dinero necesario ¨Cha tenido que apartarse el secretario general por un esc¨¢ndalo de presunto dinero negro en la campa?a con intervenci¨®n incluso de la DEA, la agencia antidroga de EEUU- dedicaron los ¨²ltimos cinco a?os a crear un producto de laboratorio: ella y su partido, Fuerza Popular, que se ha instalado en todo el territorio.
Mientras, el antifujimorismo anduvo disperso, el presidente Humala se desplom¨® en las encuestas y su grupo no ha podido ni presentar un candidato. La ¨²nica pol¨ªtica con capacidad de hacer frente a Fujimori en un debate, Ver¨®nika Mendoza, representa a una izquierda en este momento minoritaria en Per¨² y no lleg¨® por muy poco a la segunda vuelta. As¨ª que qued¨® Kuczynski. El antifujimorismo se moviliz¨® en la primera vuelta, e incluso organiz¨® una marcha masiva el 5 de abril, aniversario del autogolpe. Pero para ganar en segunda vuelta a Keiko, que lleva cinco a?os preparando este momento, har¨ªa falta mucho m¨¢s. A Kuczynski a¨²n le queda un segundo debate el domingo. Si realmente quiere ganar, tendr¨¢ que mostrar al menos las mismas ganas que la heredera del hombre que incluso desde la c¨¢rcel sigue marcando la pol¨ªtica peruana casi 30 a?os despu¨¦s de derrotar a Mario Vargas Llosa con t¨¦cnicas muy similares a las que usa ahora su hija contra Kuczynski.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.