La v¨ªa constitucional chilena
?Se podr¨¢ arribar a una carta magna que sea vista como una casa com¨²n que albergue a todos los que piensan distinto?
El avance de la agenda reformista del gobierno de la presidenta Michelle Bachelet intent¨® ser recogido en su tercera cuenta p¨²blica a la naci¨®n bajo la idea de "obra gruesa" a la que s¨®lo le faltar¨ªan las terminaciones. Realizada cada 21 de mayo la mandataria, que acumula un a?o de aprobaci¨®n bajo 30%, por contraste con el 60% con el que fuera electa, la ilustr¨® con algunas de las iniciativas ya aprobadas: reforma tributaria, expansi¨®n de la cobertura preescolar e inicio de la gratuidad e inclusi¨®n en educaci¨®n, carrera docente, fin del binominal y nuevas reglas del juego para la pol¨ªtica, por citar algunas.
Tambi¨¦n se refiri¨® a la partida del proceso constituyente la que, sin duda, es la reforma m¨¢s pol¨ªtica de todas. Marcar¨¢ lo que resta de su administraci¨®n la que deber¨¢ enfrentar, adem¨¢s, las elecciones municipales en octubre pr¨®ximo. Hay conciencia de las tensiones que ello genera. Chile no s¨®lo es el ¨²nico pa¨ªs de Am¨¦rica Latina que mantiene una constituci¨®n establecida en dictadura la que, a pesar de haber sido reformada m¨¢s de doscientas veces, conserva rasgos de una democracia protegida, a lo Hayek. Hist¨®ricamente, nunca ha tenido la oportunidad de elaborar una que emane directamente de la voluntad popular.
En el actual contexto, un sector significativo viene arremetiendo con la idea de una asamblea constituyente que, en ciertos ¨¢mbitos, por asociarse con las experiencias bolivarianas, eriza los pelos hasta a m¨¢s de un calvo. Bachelet ha optado por una f¨®rmula h¨ªbrida, adjetivada como "participativa, democr¨¢tica e institucional". Aunque expertos en la materia se?alan que se encontrar¨ªa al margen del ordenamiento jur¨ªdico, el nivel de descr¨¦dito del Congreso le impide la exclusividad en su elaboraci¨®n.
Es por ello que se ha incorporado una fase participativa, que es la que el pa¨ªs se encuentra transitando. Combina una etapa de educaci¨®n c¨ªvica, con consultas individuales v¨ªa web, encuentros locales auto convocados as¨ª como cabildos regionales y provinciales. Los miembros de pueblos ind¨ªgenas participar¨¢n en cabildos propios y nacionales.
Con la expectativa de brindar garant¨ªas, as¨ª como de una asepsia tard¨ªa que lo ha indispuesto hasta con sus propios partidos que se sienten marginados, La Moneda convoc¨® a un conjunto de personeros en un llamado Consejo Ciudadano de Observadores. Tempranamente criticado por una representatividad dudosa y donde lo m¨¢s grosero en la presencia de dos mujeres entre sus diecis¨¦is miembros, ha ido encontrando su lugar bajo el sol, eso s¨ª, en un tira y afloja permanente con el gobierno.
En algunos sectores cunde un razonable escepticismo porque, si bien de acuerdo a los datos del Informe de Desarrollo Humano 2015 del PNUD, un 67% de los chilenos quiere cambios profundos en la constituci¨®n y a un 72% dicho cambio le parece bastante o muy importante, el escaso impacto de la etapa de educaci¨®n c¨ªvica precedente y el hecho de que sus resultados no sean vinculantes levanta el fantasma de una magra participaci¨®n.
Desde la oposici¨®n, liderada por el ex presidente Pi?era, no se logra concertar una posici¨®n un¨¢nime frente al proceso, s¨ªntoma m¨¢s de su postraci¨®n. Se lo acusa de falta de garant¨ªas m¨ªnimas por lo que entrar al proceso supondr¨ªa legitimarlo. Ello contrasta con la posici¨®n constructiva adoptada por otro ex presidente, Ricardo Lagos. Un a?o atr¨¢s impuls¨® un proyecto denominado #tuconstituci¨®n, consistente en una experiencia de democracia deliberativa a trav¨¦s de una plataforma digital. El documento, denominado Informe Ciudadano, con nueve mil ideas individuales registradas en ocho ¨¢reas de an¨¢lisis, fue entregado como un insumo m¨¢s para el proceso, sum¨¢ndose a las escasas experiencias que hay en el mundo de debate constitucional a trav¨¦s del uso de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n.
Se espera que, como producto de la fase en curso, surja un documento de bases ciudadanas que apoyar¨¢ la elaboraci¨®n del proyecto de reforma constitucional que se enviar¨¢, a fines del 2016, al Congreso. Este debe aprobarla por dos tercios para as¨ª establecer los mecanismos con los que ser¨¢ posible dictar una nueva carta fundamental. Ser¨¢ el pr¨®ximo hemiciclo, entonces, el que tendr¨¢ la llave, ahora supuestamente m¨¢s legitimado por haber sido electo bajo un sistema proporcional.
?Se podr¨¢ arribar a una carta magna que, como se?ala Patricio Zapata, presidente del Consejo Ciudadano de Observadores, sea vista como una casa com¨²n que albergue a todos los que piensan distinto? Dado que el gobierno le ha dado el tratamiento de una reforma al uso cuando de lo que se trata es de ponerse de acuerdo acerca de unas reglas del juego que hoy se encuentran impugnadas, una inevitable l¨®gica partisana y de trinchera, as¨ª como de sospecha de movilizaci¨®n de los propios adherentes, ha terminado por impregnarlo. Sin embargo, el genio ya sali¨® de la botella y Chile terminar¨¢ dot¨¢ndose a s¨ª mismo, m¨¢s temprano que tarde, de su propia constituci¨®n.
Mar¨ªa de los Angeles Fern¨¢ndez-Ramil es acad¨¦mica de la Universidad de Talca y presidenta de @Hay_Mujeres
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