Di¨¢logo 'manu militari' en Venezuela
El Ej¨¦rcito afronta el dilema de permanecer impasible ante las disparatadas justificaciones de Maduro o llamarle a cap¨ªtulo para que no intimide al Tribunal Supremo
Las inc¨®gnitas sobre la eventual intervenci¨®n de los militares en la crisis venezolana deben ser abordadas ponderando las purgas ejecutadas por Hugo Ch¨¢vez en las fuerzas armadas despu¨¦s del fallido golpe de abril de 2002 contra su presidencia. Los generales con mando en plaza que se mostraron tibios o indecisos durante aquella asonada fueron sustituidos por jefes comprometidos con el r¨¦gimen bolivariano. Sotto voce, la depuraci¨®n del estamento continu¨® durante a?os hasta eliminar del v¨¦rtice castrense los perfiles contrarrevolucionarios.
¡°Un levantamiento militar est¨¢ en el ambiente¡±, declar¨® recientemente Henrique Capriles. La sublevaci¨®n contra el desgobierno de Maduro puede estar en el ambiente pero dif¨ªcilmente en los cuartos de banderas de la Fuerza Armada Nacional (FAN), sometida al escrutinio de un comisariado que propone cambios y relevos cuando descubre desafecci¨®n entre sus filas, a juzgar por los movimientos del escalaf¨®n. Las tertulias y discusiones de la oficialidad bajo sospecha fueron sometidas a vigilancia y los contestatarios, apercibidos.
Pero salvo una situaci¨®n de preguerra civil, todav¨ªa inexistente, o una presi¨®n internacional insoportable, los militares se mantendr¨¢n atentos, en su momento negociar¨¢n su autonom¨ªa con los flancos moderados de la oposici¨®n, y hasta entonces se atendr¨¢n a la Constituci¨®n con una lectura oficialista de sus preceptos. Previsiblemente, terminar¨¢n arregl¨¢ndose sin ajuste de cuentas internos, reteniendo las prebendas y prerrogativas propias de una democracia esquel¨¦tica. Esta ecuaci¨®n, vigente hace unos meses, se mantiene pero con reparos, porque la incompetencia de Maduro es supina, y el deterioro nacional, acelerado.
El Ej¨¦rcito afronta el dilema de permanecer impasible ante las disparatadas justificaciones del mandatario o llamarle a cap¨ªtulo para que no intimide al Tribunal Supremo, ni retrase el proceso hacia la convocatoria del referendo revocatorio, concebido por el propio Ch¨¢vez como herramienta cuando en 1999 construy¨® una institucionalidad a la medida de sus planteamientos revolucionarios. Todas las encuestas anticipan que el voto del hartazgo derrotar¨¢ a Maduro.
El Partido Socialista Unido de Venezuela, (PSUV) y la Mesa de Unidad Democr¨¢tica (MUD) embridan a las fuerzas armadas con diferentes prop¨®sitos. El movimiento gubernamental lo hace porque no resiste una nueva convocatoria a urnas y porque entiende el gobierno como una alianza c¨ªvico-castrense permanente, presentada en sociedad como una divisi¨®n de poderes, viciada de origen. Las bases opositoras aplaudir¨ªan un golpe que la comunidad internacional dif¨ªcilmente homologar¨ªa, pero la direcci¨®n de la MUD pide imparcialidad, que los cuarteles no acompa?en las manipulaciones de la legalidad bolivariana.
El general Vladimir Padrino, ministro de Defensa desde 2014, desoy¨® las invitaciones al fraude en las legislativas del seis de diciembre, ganadas por la oposici¨®n, y ahora reitera que no corresponde a las Fuerzas Armadas arbitrar en los dict¨¢menes del Supremo, subvertir el orden constitucional, ¡°ni mucho menos dar un golpe de estado¡±. Invocando a Ch¨¢vez, y por elevaci¨®n la principal consigna de la revoluci¨®n cubana, advierte que ¡°dentro de nuestra Constituci¨®n, todo, fuera de ella, nada¡±. No quiere ser ¨¢rbitro pero como Maduro y la oposici¨®n se atrincheran detr¨¢s de la Carta Magna, alguien deber¨¢ convocar al dialogo manu militari para que Venezuela pueda acometer el desescombro: la reparaci¨®n de los da?os causados por un gobernante bocazas, m¨¢s incapaz que populista.
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