?Es el PT mejor en la oposici¨®n que en el gobierno?
?Fue un bien o un mal que Lula y Dilma gobernaron sin el acoso de una oposici¨®n amedrentada?
La oposici¨®n que Dilma Rousseff y el PT est¨¢n haciendo al Gobierno interino de Michel Temer ha puesto sobre el tapete el tema del peligro que corre la democracia cuando nadie la contesta.
Siempre se dijo que el Partido de los Trabajadores (PT) era imbatible en la oposici¨®n y en saber mobilizar la calle. De ah¨ª el temor cuando Lula lleg¨® al Gobierno.
Al rev¨¦s, los conservadores fueron m¨¢s bien torpes en el arte de la oposici¨®n. Se les daba mejor gobernar.
Con la llegada del metal¨²rgico y sindicalista Lula a la Presidencia, se tuvo la impresi¨®n que el PT tambi¨¦n era capaz de gobernar y hasta mejor que la derecha.
La izquierda, sin embargo, tuvo una aparente ventaja que le permiti¨® poder gobernar en paz. Lula se comi¨® en seguida a la oposici¨®n, que atemorizada ante la popularidad mundial del metal¨²rgico, se achic¨® y evapor¨®.
Hoy es sabido que el segundo mandato de Lula ya no tuvo, sin embargo, el brillo del primero. ?Fue para ¨¦l un bien o un mal la distracci¨®n de la oposici¨®n que cerr¨® los ojos incluso cuando empezaron a salir a la luz las primeras grietas de corrupci¨®n del gobierno y del PT?
Seg¨²n el expresidente Jos¨¦ Sarney en las grabaciones de S¨¦rgio Machado, Lula le habr¨ªa confesado que el ¨²nico gran error suyo fue ¡°el haber escogido a Dilma Rousseff como candidata a su sucesi¨®n¡±. ?Hubiese hecho ese error de haber existido entonces una oposici¨®n activa y robusta?
Lleg¨® Rousseff y la oposici¨®n sigui¨®, como con Lula, distra¨ªda y amedrentada, lo que llev¨® en parte a la primera mujer llegada a la Presidencia a su fracaso en el modelo econ¨®mico que cre¨® la mayor recesi¨®n en 25 a?os, al mismo tiempo que tuvo que sufrir el mayor esc¨¢ndalo de corrupci¨®n de la historia de este pa¨ªs, como lo ha sido el de Petrobras.
En las pocas semanas del gobierno interino de Michel Temer, tras haber sido Dilma apartada del gobierno por 160 d¨ªas con motivo del proceso en curso de su deposici¨®n por crimen de responsabilidad fiscal, tanto ella como el PT han vuelto a demostrar que saben hacer oposici¨®n.
Temer se ha visto desde el primer d¨ªa acosado sin tregua, algo que le ha obligado a hacer marcha atr¨¢s en varias de sus decisiones. Ha visto movilizada la calle, Dilma ha aparecido m¨¢s viva que nunca en sus denuncias, y hasta ha conseguido que su mandato, que se daba por perdido, pueda volver a tener posibilidades de ser recuperado.
Temer tiene todo para ganar con la oposici¨®n firme del PT. Hay algo en el buen funcionamiento de las democracias modernas y s¨®lidas que es indiscutible: la necesidad de una oposici¨®n real, democr¨¢tica, pero sin miedos. Lo de responsable que alegaba el PSDB, es una entelequia. Tiene que ser oposici¨®n de verdad.
Una democracia sin oposici¨®n pol¨ªtica y sin la vigilancia cr¨ªtica de la sociedad y de los medios de comunicaci¨®n acaba debilit¨¢ndose y permite al gobierno relajarse en sus tentaciones de usar el poder de forma poco adecuada.
La fuerza de un gobierno, su solidez, se demuestra en la capacidad de saber actuar bajo el l¨¢tigo de la oposici¨®n.
S¨®lo los gobiernos d¨¦biles o autoritarios, con cad¨¢veres en el armario, son los que deben tener miedo a ser vigilados y contestados.
Los fuertes y democr¨¢ticos, con capacidad de acci¨®n, con la confianza de la opini¨®n p¨²blica y el respaldo del Congreso, no deben por qu¨¦ temer el l¨¢tigo de la oposici¨®n siempre que esta act¨²e sin salirse del juego democr¨¢tico.
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