Per¨² se parte por la mitad con una diferencia de unos miles de votos para Kuczynski

Nadie imagin¨® que el cuarto presidente elegido consecutivamente en Per¨², un r¨¦cord en un pa¨ªs con una larga historia de golpes y dictaduras, lo har¨ªa por unos pocos miles de votos. La diferencia entre el liberal Pedro Pablo Kuczynski (PPK), que va en cabeza, y la derechista Keiko Fujimori se fue acortando con el escrutinio, hasta quedar en poco m¨¢s de 42.000 votos sobre un total de casi 18 millones (el 0,24%) al 98,5% contabilizado. Este ajustad¨ªsimo final est¨¢ poniendo a prueba las instituciones peruanas, que de momento resisten bien en un ambiente de tensa calma, en el que el fujimorismo se niega a asumir la derrota en un pa¨ªs partido casi exactamente por la mitad. Uno pocos manifestantes de ambos lados se colocaron en la puerta de la ONPE, el organismo electoral, para exigir que se conozca ya el resultado definitivo y defender la victoria de su sector.

Todo Per¨² andaba preguntando ayer a quien pod¨ªa considerarse m¨¢s informado si hab¨ªa alguna posibilidad de que el ajustad¨ªsimo resultado se diera la vuelta a ¨²ltima hora. La mayor¨ªa de los expertos que miraban el recuento con detalle coincid¨ªan en que es pr¨¢cticamente imposible. Pero la diferencia se iba acortando m¨¢s y m¨¢s. Empez¨® un punto, baj¨® a seis d¨¦cimas, despu¨¦s a cinco, cuatro, tres y un poco menos de tres con la llegada de los votos de algunas zonas alejadas. Y algunos fujimoristas empezaron a lanzar en las redes la idea de que el vuelco era posible. Sin embargo, la victoria se les escapaba en un largo recuento que puede durar hasta el fin de semana, con urnas tra¨ªdas a pie y en canoa desde las zonas m¨¢s alejadas de la selva. Ya por la tarde, la diferencia se ampli¨® de nuevo ligeramente y se consolidaron las opciones de victoria de Kuczynski. Al 97% de actas contabilizadas se pas¨® a una diferencia de 0,34 puntos.

¡°Que el partido se voltee no es f¨¢cil pero tampoco imposible¡±, explica David Sulmont, soci¨®logo y experto en estad¨ªstica, profesor de la Universidad Cat¨®lica. ¡°La distancia se ha acortado porque las actas ¨²ltimas que se han procesado vienen de provincias y distritos alejados y rurales donde efectivamente Fujimori ha sacado entre 54 y 55% de los votos, pero el escrutinio ya casi acaba. El departamento que m¨¢s falta ahora es Loreto, donde viene ganando PPK. Calculo que a nivel nacional PPK tendr¨ªa una ventaja de entre 40.000 y 50.000 votos. Para revertir eso Fujimori tendr¨ªa que sacar al menos un 55% del voto en el extranjero¡±. En primera vuelta votaron 472.000 personas que viven fuera de Per¨². Sin embargo, el recuento parcial en este voto (al 38%) daba una diferencia m¨¢s peque?a, menos de tres puntos a favor de Fujimori. ¡°En el peor escenario la ventaja puede ser de unos 27.000 a favor de PPK en el resultado nacional¡±, explica Sulmont.

En una segunda vuelta como esta basta un solo voto de diferencia. Por eso algunos bromeaban con uno de los datos m¨¢s extra?os de la jornada electoral: la decisi¨®n de Kenji Fujimori, hermano menor de Keiko, congresista m¨¢s votado de Per¨² y aspirante a la sucesi¨®n, de no acudir a las urnas a votar a su hermana. Desde entonces ¨¦l est¨¢ desaparecido, una prueba de la tensi¨®n interna que vive el fujimorismo, que se ve a las puertas de una amarga derrota por segunda vez consecutiva.

A pesar de la tensi¨®n que se vive por abajo, y la guerra entre los personeros (fiscales) de cada uno de los partidos para evitar que el rival les robe sus votos en cada una de las urnas en disputa, las c¨²pulas pol¨ªticas mantuvieron la calma. Sobre todo los dos candidatos. Si PPK la noche electoral hab¨ªa pedido ¡°cautela para que no nos roben los votos¡± el lunes solo pidi¨® calma a la espera del ¡°voto del exterior¡± que esperaba que le fuera favorable. Fujimori, pese a los temores del antifujimorismo que recuerda las malas artes de su padre y sus secuaces, tambi¨¦n mantuvo un exquisito silencio y solo dijo una frase que parec¨ªa una orden de calma a los suyos: ¡°vamos a esperar con prudencia el resultado final¡±. Dirigentes de su equipo aseguraban sin embargo que a¨²n conf¨ªan en ganar.

Los datos del recuento se actualizaban cada dos horas, con m¨ªnimos avances y diferencias en un final ag¨®nico. Los peruanos intercambiaban r¨¢pidamente en las redes sociales cualquier novedad. En este ambiente, y con una democracia a¨²n joven que estuvo llena de interrupciones en el siglo XX, la ¨²ltima el autogolpe precisamente de Fujimori padre, a¨²n en la c¨¢rcel por delito de lesa humanidad y corrupci¨®n, muchos destacaban la resistencia de las instituciones democr¨¢ticas puestas a prueba. Todos insist¨ªan en el ¡°hecho hist¨®rico¡± de la cuarta elecci¨®n democr¨¢tica consecutiva.

¡°Hay que felicitar a los dos candidatos por su comportamiento, tenemos una democracia que se va consolidando¡±, se?alaba el presidente del Congreso, Luis Iberico. Algunos acusaban al Gobierno de Humala de poner a la polic¨ªa y el ej¨¦rcito a trabajar contra Fujimori en las zonas del interior, y el primer ministro, Pedro Cateriano, contest¨® indignado. ¡°No le hace bien al Per¨² hacer saltar especulaciones. No hay denuncia de las misiones de observaci¨®n. Los polic¨ªas estaban donde deb¨ªan estar. No estamos en una dictadura, no hay control de los medios. Hay democracia, no hay autoritarismo, corrupci¨®n y fraude como en el pasado¡±, lanz¨® en referencia al fujimorismo. Lo ¨²nico que est¨¢ claro es que Per¨² est¨¢ partido por la mitad. Las instituciones tendr¨¢n que demostrar ahora que est¨¢n preparadas para resistir una situaci¨®n in¨¦dita.