La guerra interna de los ¡®tories¡¯ amenaza el futuro de Cameron
El refer¨¦ndum en Reino Unido, lejos de zanjar el debate europeo, puede amplificarlo y comprometer la carrera del primer ministro
David Cameron convoc¨® el refer¨¦ndum sobre la permanencia en la UE para acallar la rebeli¨®n de los conservadores euroesc¨¦pticos. Pero, a diez d¨ªas de su celebraci¨®n, esta no ha hecho sino recrudecerse. La campa?a se ha convertido en una aut¨¦ntica guerra civil tory que amenaza con lastrar al partido durante a?os.
¡°La oposici¨®n ocupa la bancada de enfrente, pero el enemigo se sienta aqu¨ª detr¨¢s¡±. La cita, atribuida a Winston Churchill, se revela hoy m¨¢s cierta que nunca para Cameron. Insultos, conspiraciones, traiciones. El tono de la guerra abierta en las filas tories queda patente en otra frase, pronunciada hace unas semanas por un diputado euroesc¨¦ptico y recogida por el Sunday Times: ¡°No quiero apu?alar al primer ministro por la espalda, quiero apu?alarlo de frente para ver la expresi¨®n de su cara¡±.
Sobre el papel, Cameron parec¨ªa intocable. Gan¨® una inesperada mayor¨ªa absoluta en 2015. Ning¨²n otro primer ministro desde 1832 ha aumentado el porcentaje de votos y el n¨²mero de esca?os del partido despu¨¦s de cumplir una legislatura completa en el Gobierno. Cuenta, adem¨¢s, con una oposici¨®n liderada por alguien que la mayor¨ªa de los tories considera demasiado radical para poder ser primer ministro.
Pero dos debilidades lastran al primer ministro, una impuesta por los votantes y otra autoinfligida. La primera es que, con una ventaja real de solo de 12 votos, la mayor¨ªa absoluta de Cameron es un arma de doble filo, con la que sus diputados rebeldes podr¨ªan convertir sus ¨²ltimos cuatro a?os en el poder en una pesadilla. Y la segunda es que, al anunciar que no se presentar¨¢ en 2020, Cameron ha convertido la campa?a en una tribuna para quienes aspiran a su cargo. En particular, el exalcalde de Londres Boris Johnson.
Cameron decidi¨® convertirse en l¨ªder absoluto de la campa?a por la permanencia el fin de semana de febrero en que supo que sus viejos amigos Boris Johnson y Michael Gove, ministro de Justicia, har¨ªan campa?a por el Brexit. En ese momento, el exl¨ªder conservador William Hague ya advirti¨® de que ¡°una batalla prolongada en el seno del partido puede abrir heridas que tardar¨¢n una generaci¨®n en curarse¡±.
La situaci¨®n hoy es que, si gana el Brexit, Cameron podr¨ªa tener los d¨ªas contados. ?l ha dicho que est¨¢ dispuesto a seguir y algunos euroesc¨¦pticos, misteriosamente, han declarado que deber¨ªa hacerlo. Pero el espect¨¢culo de un l¨ªder derrotado negociando para evitar el futuro contra el que alert¨® se antoja dif¨ªcil de soportar.
La Iglesia de Inglaterra, contra la salida
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, se sum¨® ayer a la larga lista de figuras p¨²blicas que salen en defensa de la permanencia en la UE. El l¨ªder de la Iglesia de Inglaterra anunci¨® que votar¨¢ por seguir en el club alegando que Reino Unido debe ser "un pa¨ªs para el mundo". En un art¨ªculo en el Mail on Sunday, pidi¨® al electorado que no sucumba a los peores instintos sobre la inmigraci¨®n".
Si el pa¨ªs opta por permanecer, Cameron tambi¨¦n podr¨ªa encontrarse con un desaf¨ªo a su liderazgo. En alg¨²n lugar del despacho de Graham Brady, al frente del comit¨¦ que administra el Partido Conservador, se acumulan las cartas de los diputados tories que, bajo garant¨ªa de anonimato, solicitan una moci¨®n de confianza al l¨ªder. Solo ¨¦l sabe cu¨¢ntas hay. Si llegan a 50, su deber es consultar con Cameron la fecha m¨¢s indicada para someter su liderazgo a rev¨¢lida. Aunque se produjera, pocos creen que podr¨ªa prosperar. Pero hay otras estrategias para complicarle sus ¨²ltimos a?os de mandato: la fr¨¢gil mayor¨ªa permite que un pu?ado de descontentos pueda boicotear su agenda legislativa.
No conviene olvidar, sin embargo, que el primer ministro ha salido fortalecido de todas las batallas que ha librado. ¡°El pa¨ªs est¨¢ lleno de cad¨¢veres de pol¨ªticos que subestimaron a Cameron¡±, apunta un diputado conservador, que recuerda que estamos ante el ¨²nico l¨ªder europeo que, habiendo introducido duras pol¨ªticas de austeridad, ha ganado mejorando su resultado.
Se espera que Cameron opte por la reconciliaci¨®n en lugar de la venganza si gana el refer¨¦ndum. Eso podr¨ªa incluir puestos clave en el Gobierno para Johnson y Gove. Se estudian estrategias de unidad para despu¨¦s del d¨ªa 23, incluido un pase a la ofensiva con debates, como la renovaci¨®n del arsenal nuclear, divisorios para la oposici¨®n laborista.
Sea como sea, las primeras semanas en Downing Street despu¨¦s del d¨ªa 23 pondr¨¢n al l¨ªmite su capacidad de resistencia. El disparo del refer¨¦ndum corre el riesgo de salir por la culata y, en lugar de zanjar el debate europeo, alimentarlo a¨²n m¨¢s. Y Cameron, por su parte, se enfrenta al peligro de correr la misma suerte que Thatcher y Blair, sus dos predecesores que nunca perdieron en las urnas. Como ellos, se arriesga a ganar en el pa¨ªs pero perder en el partido.
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