Venezuela planea sobre el encuentro de la OEA en Santo Domingo
La OEA quiere evitar que su cita anual se vea opacada por la crisis venezolana, pero ser¨¢ dif¨ªcil
La falta de una menci¨®n a Venezuela en el programa oficial de la 46 Asamblea General de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) no significa que la crisis pol¨ªtico-econ¨®mica que atraviesa el pa¨ªs sudamericano no vaya a estar muy presente en la agenda, formal o informal, de los participantes en el encuentro que arranc¨® la noche de este lunes en Santo Domingo.?
No en vano, la cita reunir¨¢ a 27 cancilleres de la regi¨®n ¡ªincluidos la venezolana, Delcy Rodr¨ªguez, y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry¡ª en lo que supone una ocasi¨®n ¨²nica para afrontar cara a cara, aunque sea a puerta cerrada, el tema que lleva ocupando y preocupando a las capitales del hemisferio occidental desde hace meses. Sobre todo cuando ya existe una fecha inminente, el 23 de junio, para que los miembros de la OEA deban decidir si apoyan o no la petici¨®n de su secretario general, Luis Almagro, de aplicarle a la Venezuela de Nicol¨¢s Maduro la Carta Democr¨¢tica Interamericana.
Sabedor de que ya tiene asegurada la cita hemisf¨¦rica que buscaba, Almagro se hab¨ªa declarado, en v¨ªsperas de la cita, ¡°muy respetuoso de las formas y de la agenda¡± de la Asamblea General, que arranc¨® con un t¨ªtulo y prop¨®sitos muy distintos de discutir la crisis venezolana: ¡°Fortalecimiento institucional para el Desarrollo Sostenible en las Am¨¦ricas¡±.
¡°Tenemos una fecha fijada, estamos satisfechos y nuestra argumentaci¨®n se har¨¢ por los canales correspondientes en esa oportunidad¡±, asever¨® Almagro en la capital dominicana sobre la reuni¨®n del 23 de junio en Washington. Y, dicho y hecho, no mencion¨® la cuesti¨®n venezolana en la inauguraci¨®n de la Asamblea General, durante una ceremonia la noche del lunes en el Teatro Nacional en la capital dominicana. No fue tan sutil el presidente del pa¨ªs anfitri¨®n, Danilo Medina, quien, ante los invitados ya llegados, declar¨®: "Nos preocupa el momento por el cual est¨¢ pasando el pueblo venezolano".
Porque la cuesti¨®n es que, a estas alturas de la intensa partida multiestatal que se juega sobre el tablero venezolano, ni siquiera est¨¢ en manos de Almagro o de Caracas controlar el juego. Venezuela llega a Santo Domingo armada diplom¨¢ticamente hasta los dientes para defender su ¡°autonom¨ªa pol¨ªtica, econ¨®mica y la soberan¨ªa financiera¡± ante cualquier intento de injerencia, que es como ve Caracas la mediaci¨®n externa.
Pero cada vez es m¨¢s evidente que los aliados del Gobierno de Nicol¨¢s Maduro no son los ¨²nicos que tienen una estrategia en marcha. Puede que sea m¨¢s sutil y, sobre todo, alejada por lo general de focos y micr¨®fonos, pero buena parte de la regi¨®n apoya de forma inequ¨ªvoca los esfuerzos de di¨¢logo coordinados por Unasur y que realizan los expresidentes Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero de Espa?a, Mart¨ªn Torrijos de Panam¨¢ y Leonel Fern¨¢ndez de Rep¨²blica Dominicana, pa¨ªs donde se desarrollan estas conversaciones con Gobierno y oposici¨®n. En las ¨²ltimas semanas, han arreciado los comunicados conjuntos de pa¨ªses de la regi¨®n instando, con cada vez m¨¢s fuerza, al di¨¢logo venezolano.
"Apoyamos sin reservas todas las iniciativas de di¨¢logo que conduzcan con apego a la Constituci¨®n y el pleno derecho a los derechos humanos a la resoluci¨®n de la efectiva diferencia entre los sectores pol¨ªticos", ratific¨® este lunes Medina. "En especial -subray¨®- respaldamos la iniciativa puesta en marcha en nuestro pa¨ªs (...) para la reapertura de un di¨¢logo efectivo entre el Gobierno venezolano y los sectores de oposici¨®n". El presidente dominicano manifest¨® adem¨¢s su esperanza de que el esfuerzo de di¨¢logo "d¨¦ buenos frutos en el futuro pr¨®ximo" porque, subray¨®, "una Venezuela estable, en paz y en el camino de su plena recuperaci¨®n econ¨®mica es el deseo de todos los presentes".
De este modo, Santo Domingo queda como el escenario ideal para, cuanto menos realizar, en palabras de Luis Almagro, ¡°contactos informales de todo tipo¡± sobre Venezuela.
Al excanciller uruguayo que desde hace un a?o est¨¢ al frente de la OEA, la cita en Santo Domingo, que concluir¨¢ el mi¨¦rcoles, le servir¨¢ tambi¨¦n para medir las fuerzas con que puede contar ¡ªo no¡ª ante la reuni¨®n clave del 23 en Washington. No parece por ahora que Almagro tenga los votos necesarios para continuar la aplicaci¨®n de la Carta Democr¨¢tica, aunque mucho depender¨¢ de lo que suceda de aqu¨ª a la fecha del encuentro, tambi¨¦n sobre el terreno. Pa¨ªses como Estados Unidos se?alan que su apoyo al intento de di¨¢logo liderado por Zapatero no es excluyente de un respaldo la v¨ªa de la Carta Democr¨¢tica si la situaci¨®n no mejora sobre el terreno en Venezuela.
Almagro asegura estar ¡°muy tranquilo¡± sobre la correlaci¨®n de fuerzas de cara a la reuni¨®n sobre la Carta. ¡°Estamos seguros de que cada pa¨ªs va a abordar este tema desde una dimensi¨®n ¨¦tica de lo que son sus principios con los principios¡± democr¨¢ticos del documento base de la OEA, indic¨®. ¡°Tendr¨¢ que responder cada uno ante la pregunta de si desean o no que haya un (refer¨¦ndum) revocatorio, si hay presos pol¨ªticos o no en Venezuela, si se pueden habilitar canales de asistencia humanitaria, si es importante el apoyo t¨¦cnico internacional a la Comisi¨®n de la Verdad, si es necesario en Venezuela luchar hoy contra la corrupci¨®n¡±, enumer¨®. ¡°Cada una de esas respuestas las dar¨¢n sobre estos asuntos los pa¨ªses el d¨ªa 23¡±.
El futuro de la CIDH se decide tambi¨¦n en Santo Domingo
Santo Domingo representa la ¨²ltima oportunidad para la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de superar, al menos temporalmente, la profunda crisis econ¨®mica que amenaza con mermar significativamente su personal y su capacidad de respuesta ante violaciones de derechos humanos en la regi¨®n. El organismo ha advertido de que, si no recibe fondos suficientes hasta el 15 de junio ¡ª¨²ltimo d¨ªa de la cita dominicana¡ª deber¨¢ desprenderse del 40% de su personal y tendr¨¢ que reducir significativamente sus labores, como la emisi¨®n de medidas cautelares en protecci¨®n de personas amenazadas. Hasta ahora, la CIDH ha recibido varios compromisos de ayuda de emergencia, pero no bastan para acabar el a?o. La Asamblea General de la OEA deber¨ªa buscar una f¨®rmula para garantizar la viabilidad de la Comisi¨®n, pero desde la instituci¨®n y desde las organizaciones que trabajan con ella crece el temor de que algunos Estados puedan intentar aprovechar la debilidad econ¨®mica del organismo para ejercer un mayor control de una instituci¨®n inc¨®moda.
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