El antisemitismo abre una crisis en los populistas alemanes
La relativizaci¨®n del Holocausto por parte de un diputado de AfD destapa la pelea de los dos l¨ªderes del partido ultraconservador
Alternativa para Alemania, el partido que dio la sorpresa electoral en marzo, libra una guerra civil en la que llueven acusaciones de antisemitismo y de actitudes desp¨®ticas. El responsable de la en¨¦sima lucha intestina de AfD se llama Wolfgang Gedeon. Este diputado del Estado de Baden-Wurttemberg considera que el Holocausto se ha convertido en ¡°una religi¨®n civil de Occidente¡±. Para ¨¦l, los negacionistas de la Sho¨¢ son ¡°disidentes¡±; y en alguna publicaci¨®n se ha apoyado en Los protocolos de los sabios de Sion, uno de los libelos que m¨¢s han contribuido a propagar el antisemitismo.
Este discurso antisemita es demasiado incluso para un partido como AfD, con l¨ªderes que han soltado lindezas como que los alemanes rechazan como vecino a alguien como J¨¦r?me Boateng ¨Cel jugador de la selecci¨®n nacional con ra¨ªces de Ghana- o que, si es necesario para proteger las fronteras nacionales, el Ej¨¦rcito podr¨ªa usar las armas contra mujeres y ni?os que trataran de entrar en Alemania.
AfD caus¨® un terremoto pol¨ªtico el pasado marzo. El ¨¦xito de este partido populista que ha hecho del rechazo a los refugiados su bandera super¨® todas las expectativas. De los tres Estados que votaron entonces, quiz¨¢s la sorpresa mayor fue la de Baden-Wurttemberg. Pese a la buena situaci¨®n econ¨®mica de este land y un paro casi inexistente, un 15% de sus ciudadanos apoy¨® a AfD, situ¨¢ndolo como l¨ªder de la oposici¨®n por delante de los socialdem¨®cratas. Cuatro meses m¨¢s tarde, la pelea interna revela adem¨¢s otra mayor que enfrenta desde hace tiempo a los dos copresidentes del partido a escala nacional.
El trauma del nacionalsocialismo ha hecho que en Alemania se sea especialmente cuidadoso con expresiones que puedan recordar al odio a los jud¨ªos. La negaci¨®n del Holocausto es delito. Al ser preguntado por su parecido con el Frente Nacional de Marine Le Pen, uno de los m¨¢ximos l¨ªderes de AfD respond¨ªa que las dos formaciones coinciden en casi todo, pero que les separa el antisemitismo. As¨ª se explica que las palabras de Gedeon hayan ca¨ªdo como una bomba.
J?rg Meuthen ¨Ccol¨ªder de AfD a escala federal y jefe del grupo parlamentario en Baden-Wurttemberg- intenta desde hace semanas que Gedeon abandone su esca?o. Lleg¨® incluso a amenazar con su dimisi¨®n si no lo hac¨ªa. Harto de las resistencias, Meuthen anunci¨® el martes que ¨¦l y otros 12 diputados abandonaban el grupo parlamentario para formar uno nuevo que se llamar¨ªa Alternativa para Baden-Wurttemberg. Para los diez d¨ªscolos que se negaban a castigar al antisemita y segu¨ªan en el grupo original, Meuthen propon¨ªa un nuevo nombre: ¡°Alternativa para los Antisemitas¡±. Un d¨ªa m¨¢s tarde, Gedeon present¨® su renuncia.
M¨¢s all¨¢ de la iron¨ªa de que el l¨ªder de un partido se vea obligado a abandonar su propio grupo parlamentario y de que ahora nadie sepa cu¨¢l de los dos grupos representa a AfD, el conflicto reabre las heridas entre Meuthen y la copresidenta del partido, Frauke Petry. Pese a haber sido fundado hace solo tres a?os, AfD acumula una larga historia de cainismo. Petry derroc¨® al fundador del partido y eligi¨® a Meuthen para que le acompa?ara en la c¨²pula. Ahora es Meuthen el que se ha aliado con otros miembros de la direcci¨®n para evitar que Petry lidere la candidatura a las elecciones federales del pr¨®ximo a?o.? Los dos l¨ªderes pr¨¢cticamente no hablan entre ellos, se desmienten en p¨²blico y hacen todo lo posible para ponerse zancadillas.
Mientras los radicales se pelean en p¨²blico, los otros partidos se frotan las manos. Las encuestas atribuyen a AfD cerca del 12% de los votos, un porcentaje que les podr¨ªa colocar como el tercer partido del pa¨ªs. Pero una vez m¨¢s queda demostrado que los peores enemigos del partido que se considera la ¨²nica alternativa al merkelismo son ellos mismos.
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