La larga sombra del hombre que meti¨® a Reino Unido en la guerra equivocada
El ex primer ministro asume los errores que guiaron la preparaci¨®n de la operaci¨®n pero afirma que el mundo est¨¢ "mejor y m¨¢s seguro" sin Sadam Husein
A principios de marzo de 2003, poco antes de la invasi¨®n de Irak, Tony Blair y George W. Bush mantuvieron una conversaci¨®n telef¨®nica en la que el presidente estadounidense comunic¨® al primer ministro brit¨¢nico que estaba ¡°listo para patear culos¡±. Sarah Helm, pareja del entonces jefe de Gabinete del primer ministro, escuch¨® la charla y tom¨® notas que utiliz¨® para su obra teatral Loyalty, estrenada en Londres en 2011, de la que tomaron tambi¨¦n notas John Chilcot y su equipo para la investigaci¨®n que concluy¨® este mi¨¦rcoles con la publicaci¨®n del monumental informe sobre el papel del Gobierno de Blair en la guerra de Irak.
Entre risas nerviosas, recuerda Helms, Blair quiso insistir en la necesidad de convencer a la gente de que no iban a la guerra porque quer¨ªan, sino porque no hab¨ªa otra alternativa.
-Sabes, Tony, el pueblo americano nunca olvidar¨¢ lo que est¨¢s haciendo. La gente me dice: ?Est¨¢ el primer ministro Blair de verdad contigo hasta el final? ?Tienes fe en ¨¦l? Y yo digo que s¨ª, porque reconozco el liderazgo cuando lo veo. Y el verdadero coraje. No nos defraudar¨¢. -le dijo Bush, seg¨²n el relato de Helms.
-Bueno, ese puede ser mi epitafio. -le respondi¨® Blair.
Ten¨ªa raz¨®n Tony Blair. La guerra de Irak fue su epitafio como primer ministro, cargo que ocup¨® entre 1997 y 2007. Pero su legado pol¨ªtico perdura, dentro y fuera de las fronteras de Reino Unido, como una de las aportaciones m¨¢s significativas, para bien o para mal, al debate ideol¨®gico europeo en el siglo XXI.
Influencia en Europa
La influencia de Blair es evidente tambi¨¦n fuera de las fronteras brit¨¢nicas. Algo que no ocultan el primer ministro franc¨¦s, Manuel Valls, o su hom¨®logo italiano, Matteo Renzi, que en 2013 tom¨® prestada una pertinente frase de su admirado ex primer ministro: ¡°Me gustan todas las tradiciones de mi partido menos una: la de perder elecciones¡±. Puede que el Nuevo Laborismo no sobreviviera electoralmente a sus creadores, pero su legado perdura, dentro y fuera del pa¨ªs, evidenciando el fracaso de la izquierda europea en crear una alternativa ganadora a esa Tercera V¨ªa.
Tony Blair es el ¨²nico laborista vivo que ha ganado unas lecciones generales. De hecho, gan¨® tres. Sin embargo, es en las propias filas de su partido donde m¨¢s se cuestiona su figura. Tras la derrota de Gordon Brown, el candidato blairista a liderar el partido, David Miliband, perdi¨® ante su menos experimentado hermano Ed, que prometi¨® un giro a la izquierda que nunca llegar¨ªa a consumar.
Cualquier resquicio de tercera v¨ªa fue borrado con la llegada en septiembre pasado de Jeremy Corbyn, un nuevo l¨ªder masivamente respaldado por las bases del partido, que se podr¨ªa definir como el negativo de Blair. La candidata blairista en la batalla por el liderazgo que gan¨® Corbyn, Liz Kendall, apenas obtuvo un 4,5% del voto. Seg¨²n una encuesta del a?o pasado, el 61% de los votantes considera a Blair como ¡°una carga electoral¡± y solo un 14% le ve como ¡°un activo¡±.
La ¨²ltima gran victoria electoral laborista, la de la alcald¨ªa de Londres el pasado mes de mayo, la protagoniz¨® alguien, Sadiq Khan, que se impuso por la izquierda a Tessa Jowell, una de las m¨¢s fieles aliadas de Blair, en la nominaci¨®n de la candidatura del partido. Pero atenci¨®n: una vez elegido como candidato laborista, Sadiq Khan se impuso al conservador Zac Goldsmith recurriendo a las lecciones de las victorias electorales de Blair. Cr¨ªtico con Corbyn, Khan quiso llegar m¨¢s all¨¢ del n¨²cleo del voto laborista, present¨¢ndose como un candidato amigo de los empresarios.
La influencia de Blair se ha visto tambi¨¦n en la reciente campa?a del refer¨¦ndum europeo, en la que el primer ministro ha basado su defensa de la permanencia en la UE en los argumentos del liberalismo globalizado que avanz¨® el Nuevo Laborismo. Sus cr¨ªticos han apuntado que fue Blair qui¨¦n abri¨® la caja de Pandora de la xenofobia en Reino Unido, al no poner l¨ªmites a la inmigraci¨®n de los pa¨ªses de Europa del este cuando pudo hacerlo.
En su b¨²squeda del centro pol¨ªtico para eternizarse en el poder, antes de que todo saltara por los aires el pasado 23 de junio, Cameron y Osborne caminaron por la Tecera V¨ªa con medidas como la subida del salario m¨ªnimo nacional o el matrimonio igualitario. ¡°No han le¨ªdo solo el resumen¡±, dijo gr¨¢ficamente Peter Mandalson, ex mano derecha de Blair, ¡°es que se han tragado el manual entero¡±.
¡°Blair perdi¨® el poder en 2007 y perdi¨® su reputaci¨®n en los siguientes nueve a?os¡±, recuerda George Eaton, director del New Statesman, debido a ¡°sus negocios y alianzas con aut¨®cratas que le han convertido en un paria entre el p¨²blico y en su partido¡±. Si el refer¨¦ndum del 23 de junio escribi¨® el epitafio pol¨ªtico de David Cameron, la publicaci¨®n del informe Chilcot ha escrito, con nueve a?os de retraso, el de Tony Blair. Si el primero fue el primer ministro que sac¨® al pa¨ªs de Europa, Blair es el que lo meti¨® en la guerra equivocada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.