?C¨®mo es posible que la mayor¨ªa de los brasile?os prefiera Temer a Dilma?

Los pol¨ªticos no aprenden, y la sociedad acaba desconcert¨¢ndoles.

Es lo que se desprende del ¨²ltimo sondeo del instituto Datafolha, la consultora del diario Folha de S.Paulo. No hace falta ser ni semi¨®tico ni psicoanalista para advertir que esa encuesta entra?a m¨¢s de una sorpresa en el momento cr¨ªtico que vive Brasil.

Es cierto que, como en la vida, todo es relativo y fugaz, pero hay realidades que se imponen.

Por ejemplo, pocos podr¨ªan imaginarse que la mayor¨ªa de los brasile?os prefieran al tenebroso, golpista y derechista Michel Temer y su gobierno (50%) que a la inocente, perseguida y progresista Dilma Rouseff (30%).

Tampoco era de esperar que en s¨®lo dos meses de gobierno interino, con muchos de sus ministros investigados por corrupci¨®n, la confianza en que la econom¨ªa mejorar¨¢ haya crecido 17 puntos.

?C¨®mo es posible, adem¨¢s, que Temer sea rechazado s¨®lo por un 31% de la sociedad, cuando Dilma Rouseff, a¨²n presidenta electa, lo sea por un 65%?

Y hay a¨²n m¨¢s. Despu¨¦s de los r¨ªos de comentarios que se han escrito sobre el famoso ¡°golpe¡± democr¨¢tico contra Dilma, que la convirti¨® en v¨ªctima internacional, ?c¨®mo se explica que la mayor¨ªa de los brasile?os den por descontado que Rousseff no recuperar¨¢ la presidencia y la mayor¨ªa prefiera que siga gobernando Temer hasta las pr¨®ximas elecciones generales?

Todo ello es m¨¢s curioso, por no decir misterioso, si se piensa que ni la figura de Temer, cuyo nombre no recuerdan m¨¢s del 30% , ni la maravilla de su gobierno, son como para entusiasmar a nadie.

Lo que se desprende del sondeo es que la mayor¨ªa de los brasile?os, junto con la mayor¨ªa de los empresarios, est¨¢ convencida de que la maltrecha econom¨ªa que Dilma dej¨® en herencia, en una de las crisis m¨¢s graves de la historia del pa¨ªs, empieza a respirar positivamente.

Y lo que parecen indicar esos sondeos es el rechazo, consciente o inconsciente, del legado, sobre todo econ¨®mico, del gobierno de Dilma, si hasta un gobierno como el de Temer llega a dar mayor confianza a la sociedad.

Las sorpresas del sondeo no acaban ah¨ª: si hoy hubiese elecciones generales, habr¨ªa alguien que las ganar¨ªa en la segunda vuelta y con amplio margen, contra todos: contra Lula, Aecio, Serra, Alckmin, Ciro Gomes, etc. Esta persona ser¨ªa la muda, la fr¨¢gil, la misteriosa, la evang¨¦lica, Marina Silva. ?Qui¨¦n sabr¨ªa explicarlo?

Tambi¨¦n, que el problema que m¨¢s acucia a los brasile?os, en contra de lo que podr¨ªa esperarse, no es la violencia, ni la educaci¨®n, ni la sanidad, sino la corrupci¨®n.

Que no lo olviden esos pol¨ªticos, los de derechas y los de izquierdas, tentados de colocarle bastones en las ruedas a la investigaci¨®n masiva de corrupci¨®n pol¨ªtica Lava Jato. Lo pagar¨ªan duramente.

Pol¨ªticos e intelectuales, no deber¨ªamos olvidar que la voz de la sociedad no siempre se sintoniza con nuestros an¨¢lisis y profec¨ªas.

Para la gran mayor¨ªa de la sociedad, esa que tiene poco tiempo para pensar y mucho para sufrir, la que trabaja duro para que este pa¨ªs siga en pie a pesar de las fechor¨ªas de los pol¨ªticos y sus corrupciones, la vida y la pol¨ªtica no es m¨¢s que la realidad con la que tienen que lidiar cada d¨ªa.

Es la realidad de los que no tienen privilegios, de los que saben poco de sutilezas jur¨ªdicas y mucho de c¨®mo hay que pelear para sobrevivir y dar gracias al destino por poder trabajar sin el terror del desempleo.

Esa realidad es la que a veces nos brindan los sondeos y nos dejan perplejos y desarmados. A¨²n no nos hemos hecho a la idea de que la sociedad razona con otros par¨¢metros.

Estos d¨ªas, los pobres de la clase C, que saben que soy periodista, me preguntan preocupados: ¡°?Cree que con Temer va a bajar el precio del frijol?¡±

Lo que quita el sue?o de los trabajadores suele pasar lejos de la ideolog¨ªa. Les apremia m¨¢s el pan nuestro de cada d¨ªa.