Brasil env¨ªa 1.200 militares para atajar la ola de violencia en el Norte del pa¨ªs

Brasil vive una oleada de violencia en el Nordeste del pa¨ªs. Al menos 70 personas han sido detenidas los ¨²ltimos d¨ªas en el Estado de R¨ªo Grande del Norte por supuesta responsabilidad en incendios de autobuses y ataques de edificios p¨²blicos con c¨®cteles molotov. Para intentar controlar la situaci¨®n, la misma semana que Brasil acoge sus primeros Juegos Ol¨ªmpicos, el Gobierno Federal ha anunciado el env¨ªo de 1.200 militares a la zona.

La instalaci¨®n de inhibidores de frecuencia de telefon¨ªa m¨®vil en el centro penitenciario de Parnamirim puede ser una de las razones de los m¨¢s de 80 disturbios registrados esta semana, seg¨²n las autoridades del Estado, que citan grabaciones que circulan en las redes sociales donde supuestos delincuentes advierten de que ¡°cualquier tipo de bloqueo har¨¢ temblar a todo el Estado¡±.

El gobernador de R¨ªo Grande do Norte ha asegurado que los l¨ªderes de los ataques ya est¨¢n identificados y ha pedido tranquilidad. Seg¨²n la Secretar¨ªa de Seguridad, entre los detenidos en los ¨²ltimos d¨ªas hay l¨ªderes del Sindicato del Crimen, se?alado como supuesto cerebro de los ataques y nacido de una disidencia del Primer Comando de la Capital (PCC), una banda que controla el crimen organizado en S?o Paulo y otros Estados brasile?os. Este a?o, el Sindicato del Crimen ya hab¨ªa sido objeto de una operaci¨®n policial, bautizada como Alcateia, para desmantelar las redes criminales que controlan las c¨¢rceles del Estado.

La situaci¨®n precaria de las prisiones de R¨ªo Grande do Norte no es nueva. En marzo de este a?o, el exsecretario de Justicia del Estado, Cristiano Feitosa, reconoci¨® en el portal de noticias brasile?o G1 que el sistema carcelario tiene una capacidad de 3.500 reclusos, pero que actualmente acoge a 7.500 presos. Por aquel entonces, ¨¦l apostaba por los inhibidores de frecuencia como primer paso para empezar a enfrentar los problemas del sistema penitenciario.

En marzo de 2015, R¨ªo Grande do Norte declar¨® el "estado de calamidad p¨²blica¡± en sus c¨¢rceles. Desde comienzos de a?o, casi 300 presos han huido y, seg¨²n fuentes del sistema penitenciario, varios reclusos circulan libremente por los pasillos de las c¨¢rceles. Seg¨²n la C¨¢mara T¨¦cnica de Mapeo de Cr¨ªmenes Violentos, instituci¨®n vinculada al Estado, m¨¢s del 10% de los homicidios registrados en Rio Grande do Norte est¨¢n vinculados a las prisiones.

Debido a la ola de violencia, que suele intensificarse por las noches, el sistema de transporte urbano de Natal, capital del Estado, estuvo completamente paralizado el domingo, y el lunes volvi¨® a funcionar con menos veh¨ªculos y escolta policial en las terminales. Las escuelas y algunos comercios tambi¨¦n cerraron sus puertas el lunes. Durante la madrugada del domingo al lunes, 14 reclusos se escaparon del Centro de Detenci¨®n Provisional de Ribeira, en la capital.