Muere Antoine Blanca, un gran defensor de la democracia
Uno de los l¨ªderes del socialismo franc¨¦s, que fue embajador en diversos pa¨ªses de Am¨¦rica
Comprometido socialista, brillante diplom¨¢tico, feroz oponente de dictaduras. Antoine Blanca falleci¨® el lunes en Par¨ªs, tras una larga enfermedad. Naci¨® en Alicante en 1936, cuando el inicio de la Guerra Civil provoc¨® el exilio de sus padres a Argelia, donde pasar¨ªa la juventud, y con posterioridad a Francia, donde desarroll¨® su brillante carrera pol¨ªtica. All¨ª ocupar¨ªa importantes cargos dentro del Partido Socialista (PS) y se convertir¨ªa en un influyente diplom¨¢tico en Am¨¦rica Latina.
El reconocimiento le lleg¨® este mi¨¦rcoles hasta de los l¨ªderes de la transformaci¨®n democr¨¢tica de Europa, como Felipe Gonz¨¢lez, quien le ha despedido como "un gran compa?ero del Partido Socialista Franc¨¦s y del PSOE". "Siempre solidario con nuestra causa, fue fiel a sus or¨ªgenes espa?oles con total lealtad al PS franc¨¦s y con responsabilidades que ejerci¨® con brillantez", asegur¨® el expresidente espa?ol.
Estudi¨® en las Universidades de Toulouse, de Argel y de La Sorbonne, en Par¨ªs. Form¨® parte de las juventudes socialistas. Ayud¨® a los j¨®venes socialistas espa?oles de Francia en sus misiones clandestinas dentro de Espa?a. Ejerci¨® como periodista durante algunos a?os. Y fue director de la revista Communes et r¨¦gions de France. "Era un hombre de izquierdas, socialista e internacionalista, que asum¨ªa hasta el final sus convicciones", le ha recordado el PS franc¨¦s tras su fallecimiento.
Cuando en los a?os setenta ya formaba parte del comit¨¦ director del PS y era delegado nacional para los asuntos relacionados con Am¨¦rica Latina, Blanca asisti¨® en 1978 al primer congreso del Partido Comunista espa?ol tras su legalizaci¨®n. "No basta con decir que somos eurocomunistas, aceptamos la democracia, el pluralismo¡ y despu¨¦s no aplicaron a la hora del funcionamiento del partido", asegur¨® entonces a EL PA?S.
Su vida cambi¨® de rumbo en 1981, tras la victoria electoral del socialista Fran?ois Mitterrand. Primero ejerci¨® como asesor del primer ministro Pierre Mauroy y en 1982 le nombraron embajador itinerante para los pa¨ªses de Am¨¦rica latina y el Caribe. Saltaba a la arena de la diplomacia. "Hasta la fecha, en la pol¨ªtica francesa, Latinoam¨¦rica no ha jugado el papel protagonista que debiera. Y es lo que tratamos de subsanar", manifest¨® apenas unos d¨ªas despu¨¦s de llegar al cargo en una entrevista en 1982.
Posteriormente, ejerci¨® como embajador en algunos de los destinos m¨¢s importantes del continente americano, como Per¨². A Argentina lleg¨® en un delicado momento de transici¨®n democr¨¢tica liderada por el presidente Ra¨²l Alfons¨ªn. ¡°Muri¨® en Par¨ªs un gran embajador. Pero, especialmente, uno de los mejores amigos de la democracia Argentina", le recordaba este mi¨¦rcoles el diario Clar¨ªn.
En enero de 1989, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, entonces secretario general de la ONU, lo design¨® como su n¨²mero dos, con el t¨ªtulo de director general para el Desarrollo y la Cooperaci¨®n Econ¨®mica Internacional. Desde ese puesto, que ocup¨® durante cuatro a?os, lider¨® la llamada a la comunidad internacional para reducir los efectos de los desastres naturales e hizo hincapi¨¦ en la responsabilidad de los gobernantes. "Tradicionalmente, la humanidad ha adoptado una postura fatalista, aceptando como inevitable los desastres naturales. Pero esto ha dejado de ser v¨¢lido. Los avances en el conocimiento cient¨ªfico y tecnol¨®gico ofrecen la oportunidad de mitigar, en algunos casos, las graves consecuencias de los fen¨®menos naturales, evitando incluso que estos se produzcan. Lo que se requiere es el compromiso pol¨ªtico", escribi¨®.
En sus ¨²ltimos a?os se dedic¨® a escribir. Public¨® una biograf¨ªa de Salvador Allende y una obra sobre la vida de su Padre, Itinerarios de un republicano espa?ol. Y, m¨¢s recientemente, Los tres viajes de Abel, un relato del itinerario que lo condujo definitivamente a Francia. En definitiva, un recuerdo sobre los primeros pasos del camino de su vida.
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