Ayuda militar norteamericana a Israel, a veces m¨¢s es menos

Sin duda se trata del mayor plan de ayuda en materia de defensa y seguridad a otro pa¨ªs en la historia de Estados Unidos. El acuerdo firmado este mi¨¦rcoles con Israel significar¨¢ la aportaci¨®n de 38.000 millones de d¨®lares (33.750 millones de euros) durante una d¨¦cada a partir de 2019 para apuntalar la superioridad militar de Israel en Oriente Pr¨®ximo. El Gobierno del primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu se ha apresurado a felicitarse por el hist¨®rico compromiso de la Administraci¨®n de presidente Barack Obama, que representa un incremento del 22,5% respecto al vigente programa (2009-2018) de 31.000 millones de d¨®lares, aprobado por el republicano Georges W. Bush antes de que finalizara su mandato.

Las cuentas, sin embargo, no parecen tan claras para los analistas de defensa de la prensa israel¨ª, que advierten de que, a veces, m¨¢s es menos. En primer lugar, el acuerdo obliga a incluir en el nuevo plan de ayuda militar los 500 millones de d¨®lares anuales con los que Estados Unidos est¨¢ subvencionando, en partida aparte, los programas de defensa antimisiles de Israel, como la denominada C¨²pula de Hierro frentes a los ataques con cohetes de Ham¨¢s, desde Gaza, o de Hezbol¨¢, desde L¨ªbano, o los m¨¢s desarrollados Honda de David y Arrow, contra misiles de medio y largo alcance, respectivamente. Si se restan los 5.000 millones de d¨®lares que han quedado refundidos en el programa decenal, en realidad el incremento efectivo es de 2.000 millones de d¨®lares, esto es, un aumento de la cooperaci¨®n con Israel en materia de defensa del 5,2%.

Esta ser¨ªa la ¡°compensaci¨®n¡± por el pacto nuclear suscrito con Ir¨¢n en 2015 por grandes potencias, encabezadas por EE UU, por la que Netanyahu pretend¨ªa obtener un plan de 45.000 millones de d¨®lares en 10 a?os (un 45% m¨¢s), argumenta Itamar Eichner, corresponsal diplom¨¢tico del diario Yedioth Ahronoth. Obama invit¨® al Gobierno de Israel a renovar del programa de ayuda en junio del a?o pasado, poco despu¨¦s del acuerdo sobre Ir¨¢n, pero el primer ministro del Likud declin¨® la oferta y dijo que prefer¨ªa esperar a la llegada a la Casa Blanca de un nuevo presidente, en enero de 2017. La relaci¨®n entre ambos mandatarios, que nunca fue muy buena, se hab¨ªa envenenado en marzo de 2015, cuando Netanyahu pronunci¨® un discurso ante el Congreso de EE UU en contra de la negociaci¨®n con Teher¨¢n sin hab¨¦rselo comunicado a Obama.

El desaire parece haber tenido un cierto precio. El jefe del Gobierno de Israel regres¨® a Washington, ya en noviembre, y fue recibido con excepcional frialdad en la Casa Blanca. La perspectiva de una eventual victoria en las urnas del candidato republicano Donald Trump ¡ªpartidario de ajustar las ayudas militares al exterior¡ª, le movi¨® a aceptar la oferta negociadora del presidente dem¨®crata saliente. Diez meses despu¨¦s y a menos de ocho semanas de las elecciones en EE UU, Netanyahu ha acabado aceptando un acuerdo en el que se han visto sensiblemente reducidas sus aspiraciones de incrementarlo, sobre el que Obama ha impuesto ajustes que pueden llegar a suponer mermas de hecho y que ha sembrado la inquietud en la pujante industria armament¨ªstica israel¨ª.

En el documento firmado en Washington, el Gobierno de Israel se compromete a no solicitar al Congreso ayudas militares suplementarias, una pr¨¢ctica hasta ahora habitual en el programa de sistemas antimisiles. El texto deja claro que no habr¨¢ dinero extra para armas, salvo en caso de una crisis de seguridad, una amenaza grave o una guerra contra el Estado jud¨ªo, y siempre con el acuerdo expl¨ªcito de la Casa Blanca. Queda, sin embargo, excluida de esta prohibici¨®n la petici¨®n a las C¨¢mara de otras partidas en materia de seguridad, como en ciberdefensa o la lucha contra los t¨²neles excavados en la frontera de Gaza por Ham¨¢s, puntualizaba el diario Haaretz.

Netanyahu pierde tambi¨¦n el privilegio de poder dedicar el 26,3% de los fondos aportados por EE UU a la compra de armamento producido en el propio Israel. En el nuevo programa ¨Cy de una forma gradual¨C deber¨¢ suprimirse esta ventaja ¡ªconcebida hace tres d¨¦cadas para desarrollar la industria militar israel¨ª¡ª con el objetuvio de acabar invirtiendo toda la cooperaci¨®n militar norteamericana en la adquisici¨®n de armas fabricadas en Estados Unidos. Las Fuerzas Armadas israel¨ªes tampoco podr¨¢n utilizar, como en el anterior plan, el 13% de las ayudas en gastos de combustible.

¡°El discurso de Netanyahu ante el Congreso de EE UU le ha costado al Estado de Israel miles de millones de d¨®lares, con los que contaban los responsables de la seguridad del pa¨ªs¡±, acusa la diputada de la oposici¨®n laborista Shelly Yachimovich. ¡°Este acuerdo causar¨¢ despidos masivos en la industria militar, lo que frenar¨¢ el crecimiento de la econom¨ªa¡±, ha advertido esta parlamentaria, miembro la Comisi¨®n de Defensa de la Knesset.

Netanyahu viajar¨¢ la semana que viene a Nueva York para participar en la Asamblea General de Naciones Unidas.? A¨²n no figura en su agenda de trabajo en EE UU ning¨²n encuentro con el presidente Obama. La Casa Blanca difundi¨® este mi¨¦rcoles un comunicado en el que el presidente refrendaba "el compromiso con Israel y su seguridad a largo plazo", y que por ello iba a continuar impulsando "una soluci¨®n con dos Estados para el largo conflicto israelo-palestino", a pesar de las dificultades sobre el terreno. El actual Gobierno de Israel, considerado como el m¨¢s derechista en la historia del Estado jud¨ªo, es criticado por la Administraci¨®n Obama a causa de su pol¨ªtica de expansi¨®n de los asentamientos de colonos jud¨ªos en Cisjordania y Jerusal¨¦n Este, bajo ocupaci¨®n tras la guerra de 1967.