El m¨¦todo dan¨¦s contra los refugiados

Es cierto, sin embargo, que por muy pol¨¦micas que puedan resultar algunas de las propuestas ¡ªo incluso contrarias a los par¨¢metros de Bruselas¡ª Dinamarca tiene en ciertos temas la sart¨¦n por el mango.?El obst¨¢culo, pues, a que estas dur¨ªsimas medidas antirrefugiados salgan adelante est¨¢ en la propia pol¨ªtica nacional. El Gobierno ¡ªactualmente en minor¨ªa¡ª necesita 90 votos a favor del documento. El Partido en el Ejecutivo (Partido Liberal) s¨®lo tiene 34 esca?os pero si se les suma los 56 de sus socios de Gobierno ¡ª37 pertenecen al Partido Popular Dan¨¦s, muy duro en cuanto a Inmigraci¨®n¡ª har¨ªan 90 justos. Sin embargo, se augura una dura negociaci¨®n. "Hay discrepancias serias entre ellos", confirman fuentes diplom¨¢ticas.

Una de las medidas que el Gobierno del primer ministro Lars L?kke Rasmussen quiere implementar es la c¨¢rcel incondicional durante dos semanas (14 d¨ªas) por mendigar en las calles. Eso s¨ª, la propuesta no especifica si es aplicable a los inmigrantes, a los solicitantes de asilo o a ambos. "Es crucial que los ciudadanos ordinarios se sientan a salvo para caminar en la v¨ªa p¨²blica", justifica el documento. La medida, adem¨¢s, se trata de una de las m¨¢s restrictivas al no hacerse necesario un aviso policial o judicial para trasladar de inmediato al migrante que pide dinero, ayuda o comida por la calle ¡ªincluso sin antecedentes¡ª, a la c¨¢rcel.

El hecho de residir en campamentos improvisados y espacios p¨²blicos ¡ªuna imagen nada extra?a en las localidades francesas de Calais y Dunkerque; en un parque de Bruselas; en la estaci¨®n de tren de Budapest y, hasta hace meses, en Idomedi (Grecia), por poner algunos ejemplos¡ª tambi¨¦n "ser¨¢ criminalizado", aunque el documento no especifica c¨®mo.

Se trata de una medida, seg¨²n el Ejecutivo dan¨¦s, "inspirada" en las pr¨¢cticas noruegas (pa¨ªs que no forma parte de la UE) que Copenhague ha llamado "freno de emergencia". Consiste, ni m¨¢s ni menos, en cerrar la puerta de entrada al pa¨ªs ?¡ªesto es, en la frontera¡ª de aquellos miles de personas que piden protecci¨®n y que, tras un estrepitoso viaje desde Oriente Pr¨®ximo y Asia por tierra, mar y aire, han conseguido alcanzar el norte de Europa. Se trata de una medida excepcional ¡ªe ilegal para la UE¡ª que el Gobierno asegura s¨®lo aplicar¨¢ "si se desencadena una situaci¨®n de crisis que desemboque en demasiada presi¨®n en la zona fronteriza (...) como ocurri¨® en septiembre de 2015".?

El aspecto de la devoluci¨®n en la propia frontera es clave puesto que aunque Dinamarca mantenga sus competencias sobre Inmigraci¨®n frente a Bruselas, no las mantiene en fronteras, en las que se especifica que este tipo de retornos son ilegales. El Gobierno buscar¨¢, pues, "provisiones legales" para poder "enviar de vuelta" solicitantes de asilo en la frontera. Estas devoluciones no ser¨¢n factibles, advierte el Consejo de Refugiados dan¨¦s (DRC), porque entre otros aspectos, "Alemania no aceptar¨ªa el retorno de solicitantes de asilo en su territorio".

Dinamarca es uno de los pa¨ªses que decidi¨® el a?o pasado reintroducir controles fronterizos con otro pa¨ªs Schengen. En los 68 kil¨®metros de l¨ªnea divisoria que comparte con Alemania ya no hay libertad de circulaci¨®n. En mayo de este a?o, el Gobierno decidi¨® extender durante seis meses m¨¢s, hasta el pr¨®ximo noviembre, la suspensi¨®n de Schengen, pero el Ejecutivo dan¨¦s quiere ir m¨¢s all¨¢ con esta propuesta y extender durante 2017 los controles entre el pa¨ªs escandinavo y Alemania, algo que deja en entredicho uno de los pilares fundamentales de la UE: el libre movimiento de personas. "[La extensi¨®n se aplicar¨¢] si contin¨²a habiendo una ausencia de control en las fronteras exteriores de la UE", condiciona el Gobierno.

El Consejo de Refugiados de Dinamarca (DRC, por sus siglas en dan¨¦s) aunque ha sido muy cr¨ªtico con el plan del Gobierno no cree, sin embargo, que el pa¨ªs sea capaz de cerrar a cal y canto su frontera con Alemania. "Es muy dif¨ªcil en la pr¨¢ctica cerrar la frontera", declara el DRC.

Debe haber "en todo momento" presencia policial en los alrededores de los centros de acogida. Pero el documento hace una especial referencia al centro de?K?rshovedg?rd (en medio de la pen¨ªnsula de Jutlandia). Se trata del lugar elegido por las autoridades danesas para que aquellos cuya solicitud de asilo ha sido rechazada pero que a¨²n tienen el derecho a permanecer en el pa¨ªs residan en un futuro. Son los conocidos como tolerados, una figura que en Espa?a, por ejemplo, no existe.?

Aquellos solicitantes de asilo menores de edad no se librar¨¢n del endurecimiento de la ley que propone el Gobierno liberal, apoyado por el Partido Popular Dan¨¦s, la Alianza Liberal y el Partido Conservador. "Debemos asegurarnos de que [los menores] sean bien tratados mientras permanezcan en Dinamarca", sostiene el Ejecutivo. Pero si los ni?os y adolescentes no se comportan, deber¨¢n "atenerse a las consecuencias", seg¨²n repite varias veces el Ejecutivo en su propuesta. Unos castigos que, seg¨²n el documento, van desde retirarles la paga que reciben del Estado hasta poner trabas en su proceso de solicitud de asilo o rebajar las limitaciones para un potencial uso de la fuerza?¡ªincluida f¨ªsica¡ª contra ellos.

El Gobierno quiere otorgar a los trabajadores de centros de menores no acompa?ados el derecho y la potestad para entrar en las habitaciones de los solicitantes de asilo y registrar sus pertenencias con el pretexto de buscar "drogas ilegales".

El Gobierno quiere ampliar de seis a ocho a?os el tiempo necesario de haber vivido en el pa¨ªs para obtener la residencia. Adem¨¢s, "los solicitantes de asilo cuyas solicitudes hayan sido rechazadas no tienen el derecho de residir en el pa¨ªs y deben irse", sentencia uno de los cap¨ªtulos de la propuesta de 20 p¨¢ginas, algo habitual en otros pa¨ªses salvo por la particularidad de que en Dinamarca (y tambi¨¦n Alemania) existe el estado de tolerado: aquellos cuya solicitud de asilo ha sido rechazada pero cuya residencia en el pa¨ªs es permitida mientras la situaci¨®n en el pa¨ªs de origen no permita un retorno seguro.

Adem¨¢s, habr¨¢ una rebaja de un a?o a seis meses del tiempo necesario de no haber pasado por prisi¨®n para poder solicitar la residencia. En caso de haber estado en la c¨¢rcel, la ley actual requiere al migrante cuatro a?os y seis meses de espera para volver a solicitar la residencia. El Ejecutivo quiere aumentar esa barrera a 12 a?os (es decir, triplicarla) desde el momento de salida de prisi¨®n.

Pero por si lo anterior no hubiera hecho mella en el extranjero y el migrante hubiera adquirido el permiso de residencia, el Ejecutivo tiene preparada una bater¨ªa de incentivos para que vuelva a su pa¨ªs de origen de forma voluntaria. El Ejecutivo dan¨¦s, sin embargo, es consciente de que existen dificultades en los pa¨ªses de origen que motivan al migrante a evitar a toda costa su retorno. Por eso Copenhague ya est¨¢ trabajando para establecer programas de devoluci¨®n con Afganist¨¢n, Irak y Somalia.?