Las siete dudas que persisten en el caso Ayotzinapa

1. El paradero de los normalistas

A dos a?os de la desaparici¨®n de los estudiantes de Ayotzinapa a¨²n no se sabe claramente qu¨¦ ocurri¨® con los j¨®venes. Sus padres han acusado que la investigaci¨®n hecha por la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (PGR, Fiscal¨ªa) est¨¢ plagada de irregularidades y contin¨²an la b¨²squeda de sus hijos por todos los rincones del pa¨ªs. Pese a que han sido detenidas 130 personas ¨Centre sicarios, c¨®mplices o asociados del grupo criminal Guerreros Unidos, as¨ª como polic¨ªas de Iguala y Cocula¨C la desconfianza de las familias en las autoridades se ha profundizado.

Durante estos dos a?os la investigaci¨®n oficial se ha mantenido en la misma l¨ªnea. La llamada ¡°verdad hist¨®rica¡± del exfiscal Jes¨²s Murillo K¨¢ram asegura que los 43 normalistas fueron llevados al basurero de Cocula para ser incinerados y despu¨¦s sus cenizas fueron arrojadas a un r¨ªo. Sin embargo, el GIEI y el Equipo de Antropolog¨ªa Forense (EAAF) han cuestionado la versi¨®n oficial. El caso contin¨²a abierto.

2. El fuego en el basurero

El fuego en el basurero de Cocula ha sido el punto m¨¢s debatido en la investigaci¨®n del caso Ayotzinapa durante estos dos a?os. La Fiscal¨ªa general ha sostenido la tesis de que los j¨®venes fueron quemados en el basurero de Cocula por los sicarios de Guerreros Unidos. Sin embargo desde un principio el Grupo de Expertos Independientes (GIEI) ha rechazado esta hip¨®tesis. En un peritaje hecho por Jos¨¦ Torero, experto en fuego -a petici¨®n del GIEI- se concluye que en el lugar no hay evidencias que demuestren que en ese lugar haya habido un incendio de la magnitud necesaria para incinerar ni un solo cuerpo. Adem¨¢s el GIEI hizo una revisi¨®n de im¨¢genes satelitales y concluy¨® que no se encontraron rastros de alg¨²n incendio en el vertedero. El 27 de septiembre de 2014 s¨ª hubo un incendio en Cocula, pero no en las coordenadas donde seg¨²n la PGR afirma que fueron incinerados los j¨®venes, afirmaron.

En abril de este a?o se dio a conocer un tercer peritaje -acordado inicialmente entre la PGR y los expertos de la OEA- que apuntaba a que en el lugar se registr¨® un evento de ¡°fuego controlado de grandes dimensiones¡± donde al menos 17 adultos fueron quemados.

3. La participaci¨®n del Ej¨¦rcito

El papel del Ej¨¦rcito durante la noche de Iguala ha sido uno de los puntos m¨¢s criticados. Se sabe que durante el 26 y 27 de septiembre los militares adscritos a esa zona monitorearon cada paso de los normalistas. En el centro de control (C-4), donde convergen autoridades municipales, estatales y federales, los soldados vieron en las c¨¢maras el desplazamiento de los estudiantes y recibieron reportes de los ataques. Adem¨¢s uno de sus agentes infiltrados presenci¨® la agresi¨®n a uno de los autobuses y tom¨® fotograf¨ªas del hecho. Pese a que observaron la cacer¨ªa que emprendieron los polic¨ªas municipales, los militares se mantuvieron pasivos. El Ej¨¦rcito ha sostenido que la ley les impide actuar fuera de sus cuarteles si no es bajo el mando de la autoridad civil. De haberlo hecho, han justificado, los soldados hubiesen obedecido al alcalde de Iguala, coludido con el grupo criminal. El GIEI ha insistido en entrevistar a los elementos castrenses, pero el Gobierno mexicano se ha negado. ¡°Independientemente de que el Grupo no haya podido entrevistar a los militares del 27 Batall¨®n que estuvieron presentes en los hechos [¡­] Los reportes de inteligencia, las bit¨¢coras, las fotograf¨ªas y los v¨ªdeos vinculados a los hechos no han sido incorporados a la investigaci¨®n¡±, reprocharon en su ¨²ltimo informe.

4. El origen de la agresi¨®n a los normalistas

Uno de los grandes misterios que encierra el caso Ayotznapa es la causa de la agresi¨®n a los j¨®venes. Las autoridades han sostenido que el exalcalde de Iguala, Jos¨¦ Luis Abarca, orden¨® a sus polic¨ªas retener a los estudiantes porque tem¨ªa que causaran disturbios durante un evento de su esposa. Una vez en poder de Guerreros Unidos, los sicarios confundieron a los normalistas con integrantes de sus rivales Los Rojos. Para los expertos independientes esta teor¨ªa no es veros¨ªmil. Ellos han expuesto que los estudiantes llegaron a Iguala despu¨¦s de que termin¨® el evento de la esposa de Abarca y que posiblemente durante la toma de autobuses retuvieron ¨Csin saberlo- un cami¨®n que transportaba alg¨²n cargamento oculto de hero¨ªna. Esta conjetura explicar¨ªa la sa?a y la cacer¨ªa despiadada que emprendieron esa noche los criminales y polic¨ªas en contra de los j¨®venes.

5. La participaci¨®n de la Polic¨ªa Federal

Una l¨ªnea de investigaci¨®n desvelada por la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en abril pasado involucra a dos polic¨ªas federales. Seg¨²n el relato, esa noche la polic¨ªa municipal de Iguala detuvo a balazos uno de los autobuses donde viajaban entre 15 y 20 normalistas. Una vez que lograron someter a los j¨®venes pidieron apoyo a los agentes de Huitzuco a fin de trasladarlos en sus patrullas. Cuando estaban subiendo a los estudiantes en los autos, llegaron dos unidades de la Polic¨ªa Federal de las que bajaron dos agentes que preguntaron qu¨¦ pasaba. ¡°All¨¢ atr¨¢s chingaron a un compa?ero. Se los van a llevar a Huitzuco. All¨¢ que El Patr¨®n (un presunto l¨ªder criminal) decida qu¨¦ va a hacer con ellos¡±, le contest¨® un municipal. Los federales asintieron, seg¨²n el relato de un testigo citado por la CNDH.

6. La tortura de testigos

En la investigaci¨®n hecha por la PGR constan diversas diligencias practicadas a los inculpados del ataque a los normalistas. Los detenidos presentaron lesiones y golpes. Seg¨²n los polic¨ªas que los detuvieron se los provocaron ellos mismos. En el caso de Patricio Reyes Landa, uno de los sicarios acusados de haber matado a los estudiantes, s¨ª se comprob¨® que fue v¨ªctima de tortura al sufrir tratos crueles, inhumanos y degradantes.

Adem¨¢s el grupo interdisciplinario de la CIDH denunci¨® que numerosos informes m¨¦dicos recog¨ªan lesiones f¨ªsicas en casi 80% de los detenidos La CNDH tambi¨¦n ha informado que abri¨® 4 expedientes de queja por posible maltrato, 11 por detenci¨®n arbitraria y 47 por la comisi¨®n de posibles actos de tortura.

7. El GIEI acusa obstrucci¨®n del caso

En su informe final el GIEI acus¨® dilaciones, obstrucciones y bloqueos del Gobierno mexicano al trabajo realizado en el caso Ayotzinapa. ¡°La lentitud en las respuestas a las solicitudes del GIEI, la demora en la pr¨¢ctica de muchas pruebas, las respuestas formales y no sustanciales a muchas de las inquietudes, la no investigaci¨®n de otras l¨ªneas de investigaci¨®n, no pueden leerse como simples obst¨¢culos improvisados o parciales. Muestran barreras estructurales¡±, expusieron en el documento presentado en abril.

Adem¨¢s el equipo de expertos pon¨ªa en duda la credibilidad de la investigaci¨®n hecha por la Fiscal¨ªa y denunciaba que las conductas omisivas de los funcionarios p¨²blicos hab¨ªan quedado sin investigar. Esto pese a que ¡°ciertos agentes del Estado tienen una posici¨®n de garante, como es el caso de las fuerzas policiales y militares, que tienen el deber de proteger a los ciudadanos y cuya omisi¨®n puede constituir una violaci¨®n de los derechos humanos¡±, denunciaban.