Kosovo lucha contra el auge yihadista en su territorio
El pa¨ªs balc¨¢nico, de 1,8 millones de habitantes, calcula que 300 de sus ciudadanos se han sumado a la lucha islamista
Albert Berisha, un joven kosovar licenciado en Pol¨ªticas y con un m¨¢ster por la Universidad de Tirana (Albania), pas¨® varias semanas en Siria en el oto?o de 2013. Cre¨ªa que iba a luchar junto a los rebeldes contra el r¨¦gimen de Bachar el Asad pero se vio, inopinadamente, en las filas del Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas inglesas), en una formaci¨®n liderada por dos comandantes albaneses. Pretextando la repentina enfermedad de un familiar, y sin llegar a entrar en combate, regres¨® a su pa¨ªs, donde fue detenido en 2014 por v¨ªnculos con la organizaci¨®n terrorista. El relato de los hechos est¨¢ sacado de su declaraci¨®n ante el tribunal en Pristina¡ª capital kosovar¡ª, en abril pasado. Condenado a tres a?os y medio de c¨¢rcel, aguarda en libertad condicional, sin querer hacer declaraciones, que el tribunal de apelaciones se pronuncie sobre su caso.
Berisha es un arrepentido. El arrepentido m¨¢s famoso de Kosovo, que adem¨¢s acaba de fundar una ONG para reinsertar a los que se dejaron enga?ar como ¨¦l. Su historia es la m¨¢s conocida en un pa¨ªs que desde 2014 combate con mano de hierro ¡ªy una nueva ley que prev¨¦ penas de hasta 15 a?os de c¨¢rcel para quienes recluten combatientes o engrosen las filas terroristas¡ª la tentaci¨®n de hacer la yihad en Siria o en Irak.
M¨¢s de un centenar de personas han sido detenidas desde septiembre de 2014 por ser miembros activos, o encargados de filiaci¨®n, de grupos islamistas radicales como el ISIS o el antiguo Frente Al Nusra, la filial de Al Qaeda en Siria. Seg¨²n datos de la unidad antiterrorista local, m¨¢s de 300 kosovares de etnia albanesa ¡ªel 95% del pa¨ªs, de religi¨®n musulmana¡ª han ingresado en el ISIS o Al Nusra desde el inicio de la guerra en Siria; y casi la mitad (unos 130) han retornado. La ratio es la m¨¢s alta de Europa dado el tama?o de la poblaci¨®n (1,8 millones de personas) pero peque?a en comparaci¨®n con viveros yihadistas como B¨¦lgica o Francia.
La figura del arrepentido que afirma haber emprendido la yihad enga?ado constituye la historia de ¨¦xito de la narrativa oficial frente a la amenaza fundamentalista. ¡°Desde septiembre de 2015 ni un kosovar ha viajado a Siria o Irak para hacer la yihad¡±, recordaba este viernes en Pristina el ministro de Exteriores kosovar, Enver Hoxhaj, en un encuentro con un reducido grupo de periodistas espa?oles en el marco de un viaje organizado y financiado por el Gobierno kosovar. La eficacia de la nueva ley antiterrorista parece demostrada a juzgar por la cifra de detenciones y procesos. Pero el radicalismo isl¨¢mico no es un fen¨®meno nuevo en los Balcanes, y hunde sus ra¨ªces en la sangrienta disoluci¨®n de la antigua Yugoslavia.
¡°Despu¨¦s de la guerra [de Kovoso, 1998-1999] qued¨® todo arrasado, necesit¨¢bamos ayuda para reconstruir el pa¨ªs y nadie se fij¨® de donde proced¨ªa. Fue entonces cuando empezaron a llegar muchas asociaciones caritativas extranjeras, de Arabia Saud¨ª, los pa¨ªses del Golfo¡ Cuando se dieron cuenta, las autoridades ya no pod¨ªan tener todo el control¡±, explica Xhabir Hamiti, profesor de la Facultad de Estudios Isl¨¢micos, en una sala de la Comunidad Isl¨¢mica de Kovoso, en Pristina, el ¨²nico lugar donde el uso del pa?uelo entre las mujeres es masivo; en las calles, por el contrario, resulta muy dif¨ªcil encontrar alg¨²n rostro velado.
"El problema son los kosovares que se han formado en pa¨ªses ¨¢rabes, ya que muchos de ellos no distinguen entre el islam como religi¨®n y el islam como pol¨ªtica¡±
"Durante la guerra los serbios destruyeron 218 mezquitas, algunas de ellas antiqu¨ªsimas¡±, recuerda el experto. La mayor¨ªa fueron reconstruidas con dinero de la cooperaci¨®n extranjera, ¡°de Suecia o EE? UU, pero tambi¨¦n de pa¨ªses ¨¢rabes¡±; una importante asociaci¨®n saud¨ª, Al Wafq al Islami ¡ªla primera que lleg¨® a los Balcanes, en 1989¡ª, invirti¨® entre 2000 y 2012 diez millones de euros en el pa¨ªs. Ah¨ª se enreda el nudo gordiano de la penetraci¨®n extranjera. ¡°El problema no son los imanes, que son miembros de la comunidad isl¨¢mica de Kosovo y por tanto han de tener permiso oficial [para ejercer]; el problema son los que se han formado en pa¨ªses ¨¢rabes, ya que muchos de ellos no distinguen entre el islam como religi¨®n y el islam como pol¨ªtica¡±, contin¨²a Hamiti.
Influencia saud¨ª
A diferencia de Bosnia, donde han prendido varias comunidades de inspiraci¨®n wahab¨ª (saud¨ª) tan aisladas del sustrato cultural local como refractarias al control de las autoridades, en Kosovo no hay una presencia tan radical, ¡°aunque ha habido intentos¡± de crearla, admite Hamiti. M¨¢s de dos centenares de estudiosos isl¨¢micos de Kosovo se han formado en el reino saud¨ª.
El islam ¡°aut¨®ctono, local¡±, de fieles que beben cerveza y disfrutan abiertamente de la vida, sufre la presi¨®n diaria de la influencia for¨¢nea
El islam ¡°aut¨®ctono, local¡±, de fieles que beben cerveza y disfrutan abiertamente de la vida, sufre la presi¨®n diaria de la influencia for¨¢nea. A las mezquitas reconstruidas se han sumado otras nuevas (240), en una competici¨®n de cemento e influencias entre Turqu¨ªa, por un lado, y la rigorista Arabia Saud¨ª y sus vecinos del Golfo¡. No obstante, su actividad, al igual que los sermones que se predican en ellas, ¡°est¨¢n bajo control permanente del Gobierno¡±, a?ade Hamiti, que fue im¨¢n hasta hace 15 a?os.
2014 fue el punto de inflexi¨®n, tras la inmolaci¨®n de dos yihadistas kosovares en las guerras de Oriente Pr¨®ximo: el Gobierno cerr¨® la organizaci¨®n saud¨ª y otra docena de grupos isl¨¢micos, y desde entonces la operaci¨®n antiterrorista no ha cesado. ¡°La narrativa no es tan exitosa como parece¡±, matiza un periodista local; ¡°las detenciones son frecuentes, es cierto, pero no existe un programa para reeducar a los extremistas, o para prevenir su radicalizaci¨®n, s¨®lo medidas punitivas. La pobreza y la absoluta falta de expectativas para los j¨®venes seguir¨¢n siendo un terreno abonado para reclutar yihadistas¡±.
La Iglesia cat¨®lica, al rescate
El 95% de la poblaci¨®n kosovar profesa el islam, y a la vez es fervorosamente proamericana, como demuestran las avenidas dedicadas en muchas ciudades a los expresidentes Bill Clinton ¡ªel impulsor de los bombardeos de la OTAN sobre Serbia que aceleraron el final de la guerra¡ª o George W. Bush, que en 2008 reconoci¨® la independencia del pa¨ªs. Pero al Gobierno le ha salido un aliado inesperado, la Iglesia cat¨®lica (2,2% de la poblaci¨®n). "Hay dos cosas que prevendr¨ªan el fundamentalismo: la entrada de Kosovo en la UE y la recuperaci¨®n econ¨®mica", explica en Prizren (sur) Don Shan Zefi, obispo de Kosovo, en alusi¨®n al aislamiento del pa¨ªs y a su sombr¨ªo panorama econ¨®mico (un 35% de paro oficial, el 61% entre los menores de 25 a?os).
Esta entente cordiale, al estilo de Bosnia, de musulmanes y cat¨®licos ¡ªfrente a los serbios¡ª encuentra en el arzobispo D?de Gjergji, responsable de la nueva catedral de Pristina, su principal adalid. "Mientras siga existiendo la obligatoriedad de los visados, Kosovo se encontrar¨¢ en la l¨ªnea del frente de esta amenaza global", incide sobre el aislamiento del pa¨ªs, no reconocido por cinco Estados miembros de la UE: Espa?a, Grecia, Chipre, Rumania y Eslovaquia.
Pese a que la Santa Sede tampoco admite oficialmente la independencia de la antigua provincia serbia, todos los presidentes de Kosovo, desde el padre de la patria Ibrahim Rugova hasta el actual, Hashim Thaci, han viajado regularmente al Vaticano. En reciprocidad, Kosovo espera ser bendecido con la visita oficial del papa Francisco en septiembre de 2017, con motivo de la consagraci¨®n de la nueva catedral de Pristina, dedicada a Teresa de Calcuta, de origen alban¨¦s. "Tendr¨ªa que venir en un viaje conjunto a Serbia y Kosovo¡ pero ojal¨¢ venga", suspira, casi rezando, Gjergji. Serbia no reconoce a¨²n la independencia de su antigua provincia, aunque desde 2013 ambos pa¨ªses tratan de acercar posturas en un di¨¢logo auspiciado por la UE.
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