El Golfo prefiere a Clinton como mal menor frente a Trump
Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª se inclinan por la fiabilidad de la candidata dem¨®crata frente al magnate
Las elecciones presidenciales en Estados Unidos suscitan una inusual convergencia de ambas orillas del golfo P¨¦rsico. Ni los dirigentes iran¨ªes ni los ¨¢rabes se pronuncian en p¨²blico por ninguno de los dos candidatos. Existe, sin embargo, la convicci¨®n de que unos y otros prefieren la previsibilidad de Hillary Clinton al riesgo de un inopinado Donald Trump.
¡°Durante mi visita a la ONU, el presidente de un pa¨ªs me pregunt¨® a cu¨¢l de ellos prefer¨ªa y le respond¨ª: ?tengo que elegir entre lo malo y lo peor?¡±, cont¨® durante un discurso el pasado domingo el presidente de Ir¨¢n, Hasan Rohan¨ª, sin aclarar su favorito.
Es la posici¨®n oficial. Aparentemente, qui¨¦n sea el nuevo inquilino de la Casa Blanca no es demasiado importante para Ir¨¢n porque las relaciones bilaterales dif¨ªcilmente van a mejorar. Aun as¨ª, hay matices. Para el Gobierno de Rohan¨ª, y la alianza de moderados y reformistas que lo respaldan, lo m¨¢s importante de las presidenciales estadounidenses es el futuro del acuerdo nuclear firmado el a?o pasado, el llamado Plan de Acci¨®n Conjunto y Completo (o JCPOA en sus siglas inglesas).
¡°?Qui¨¦n es peor para el JCPOA?¡±, se preguntaba el pasado mayo el semanario econ¨®mico Tejarat Farda. La respuesta es de todos conocida. Trump ha prometido ¡°rasgar¡± este acuerdo si resultara elegido. Semejante arranque hizo inicialmente las delicias de los ultras quienes desde el principio han recelado del pacto. Sin embargo, tanto los medios reformistas como los conservadores le han pintado como un payaso.
En ese terreno, el triunfo de Clinton resulta tranquilizador. Aunque rechaza que sea la base para una apertura diplom¨¢tica con el r¨¦gimen iran¨ª, defiende el acuerdo. Lo que preocupa de ella es su declarada ¡°solidaridad con quienes dentro de Ir¨¢n luchan por el cambio democr¨¢tico¡±, algo ante lo que las autoridades son especialmente susceptibles.
Parecida dicotom¨ªa se plantea en los pa¨ªses de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga. Aunque tradicionalmente se han entendido mejor con las administraciones republicanas, la imprevisibilidad y la falta de experiencia internacional de Trump suscitan desconfianza.
¡°El sentimiento general y el consenso pol¨ªtico es que la regi¨®n del Golfo prefiere una mujer en la Casa Blanca antes que un hombre de negocios que carece del m¨ªnimo conocimiento pol¨ªtico¡±, ha escrito el polit¨®logo emirat¨ª Abulkhaleq Abdulla en el diario pan¨¢rabe Asharq Al Awsat. Clinton, asegura, ¡°es consciente de las necesidades de seguridad de los pa¨ªses del Golfo, as¨ª como de su importancia como aliados y aprecia sus esfuerzos antiterroristas¡±. De ah¨ª que la considere ¡°un mill¨®n de veces mejor que un relativamente desconocido y que en lo pol¨ªtico resulta un misterio¡±.
Sin duda, para Arabia Saud¨ª, el peso pesado entre los ¨¢rabes, la candidata dem¨®crata resulta una pol¨ªtica previsible. Como secretaria de Estado, no dio motivos para que Riad dudara de su fiabilidad y siempre ha estado a favor de reforzar la cooperaci¨®n militar con el reino. La reciente revelaci¨®n de que Riad don¨® 10 millones de d¨®lares a la Fundaci¨®n Clinton se interpreta tambi¨¦n como una indicaci¨®n de que es la preferida de los saud¨ªes.
Con todo, algunos dirigentes ¨¢rabes recelan de que Clinton considere que "los grupos pol¨ªticos que se asocian con el islam deben ser parte de la futura ecuaci¨®n regional", tal como advert¨ªa el analista egipcio Ahmed Yusef Ahmed en un reciente art¨ªculo en Al Ittihad. Se refiere a los Hermanos Musulmanes, cuya actividad pol¨ªtica es anatema en Emiratos ?rabes Unidos, Egipto o Arabia Saud¨ª (aunque este pa¨ªs no tiene empacho en trabajar con ellos en Yemen). En cualquier caso, un inconveniente menor frente a la ret¨®rica antiisl¨¢mica de Trump y su promesa de reconocer Jerusal¨¦n como la capital de Israel.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.