El Parlamento de Irak proh¨ªbe las bebidas alcoh¨®licas
La medida pone de relieve la intolerancia de los islamistas hacia la diversidad religiosa y cultural del pa¨ªs
Desde que hace una semana empezara la ofensiva para liberar Mosul del ISIS, pol¨ªticos y militares iraqu¨ªes se muestran convencidos de que el ¨¦xito es solo cuesti¨®n de tiempo. Pero llegado el momento, nadie podr¨¢ brindar por ello. Mientras los soldados luchan por la ciudad, los diputados, en lugar de legislar para asegurar su gobernabilidad, han decidido prohibir la producci¨®n, importaci¨®n y venta de bebidas alcoh¨®licas, sin duda una prioridad ante la ausencia de problemas m¨¢s graves en Irak.
Los promotores de la ley argumentan que la disponibilidad del alcohol contradice las ense?anzas del islam y, por tanto, es anticonstitucional. Sin embargo, lo que pone de relieve es el rechazo de los grupos islamistas a la libertad de conciencia, que tambi¨¦n establece la carta magna, y su intolerancia hacia la diversidad religiosa de la antigua Mesopotamia.
Justo cuando el Gobierno necesita un gran pacto nacional para reconstruir un pa¨ªs fracturado por las divisiones ¨¦tnicas y confesionales, la medida env¨ªa un mensaje de exclusi¨®n a cristianos, yazid¨ªes y otras minor¨ªas no musulmanas que no est¨¢n sometidas a los preceptos del Cor¨¢n. Pero tambi¨¦n a los kurdos que, aunque musulmanes, hacen una interpretaci¨®n m¨¢s relajada del islam y dif¨ªcilmente van a aplicar esa ley en la regi¨®n aut¨®noma que controlan.
¡°Es una verg¨¹enza. Lo proh¨ªben por el d¨ªa y lo toman por la noche¡±, critica A. A., un profesor universitario que se declara chi¨ª practicante y que en su vida ha probado una gota de alcohol. ¡°La gente est¨¢ harta de la actuaci¨®n ileg¨ªtima del Parlamento y dispuesta a luchar contra los islamistas ladrones¡±, asegura.
De hecho, la ley sorprendi¨® a los iraqu¨ªes el pasado fin de semana porque no ha habido debate p¨²blico al respecto. El diputado cristiano Joseph Slaiwa se ha quejado en los medios locales de que se col¨® dentro del proyecto para regular los ingresos municipales sin informar a los legisladores. Al parecer, el texto original s¨®lo hac¨ªa referencia a establecer impuestos en licorer¨ªas y restaurantes que sirvieran alcohol. Varios diputados planean recurrirla ante el Alto Tribunal Federal. Tambi¨¦n el Gobierno podr¨ªa anularla por cuesti¨®n de procedimiento.
Desde el derribo de Sadam Husein, ilegalizar el alcohol ha sido una obsesi¨®n de los islamistas chi¨ªes que han llegado al poder (y uno de los escasos proyectos en los que est¨¢n en sinton¨ªa con los islamistas sun¨ªes). En 2004, hubo una verdadera oleada de ataques contra bares y bodegas, generalmente regentados por cristianos y yazid¨ªes, en especial en Basora y otras ciudades del sur de Irak. La intimidaci¨®n que sufrieron, e incluso alg¨²n asesinato, hizo que la mayor¨ªa cerraran sus puertas salvo en Bagdad y el Kurdist¨¢n. Aun as¨ª, en la capital, no abren durante las fiestas religiosas como el actual mes de luto de Muharram.
Si la ley seca en los vecinos Ir¨¢n, Kuwait y Arabia Saud¨ª sirve de gu¨ªa, la prohibici¨®n s¨®lo encarecer¨¢ el precio de la bebida de contrabando a la vez que genera pingues beneficios para sus responsables. Dif¨ªcilmente las multas, de hasta 25 millones de dinares (unos 20.000 euros), van a desalentar el potencial negocio. Mientras, aquellos con menos recursos se arriesgar¨¢n a los graves da?os del garraf¨®n de fabricaci¨®n casera y sin un m¨ªnimo control de calidad.
Algunos iraqu¨ªes temen que la supresi¨®n del alcohol se convierta en una oportunidad para que fluyan las drogas desde Ir¨¢n, tal como alertaba el periodista y escritor iraqu¨ª Oday Hate en su Twitter. De momento, los m¨¢s optimistas se han animado a subir a internet im¨¢genes de sus ¨²ltimos brindis e incluso ha habido quien, con humor, ha declarado el 22 de octubre, fecha de la aprobaci¨®n de la ley, como D¨ªa Nacional de la Cerveza en Irak.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.