Viaje al t¨²nel de la droga a Estados Unidos
La frontera entre Arizona y Sonora es una de las mayores puertas de entrada de droga a EE UU. El c¨¢rtel de Sinaloa controla el 90% de los narc¨®ticos que cruzan por la zona
Sandra vive a menos de diez metros de Arizona, pero no puede cruzar a territorio estadounidense porque no tiene visa. Su casa, una construcci¨®n con un par de paredes sin pintar, est¨¢ ubicada en lo alto de un cerro al que se llega tras subir un camino accidentado y sin pavimentar trazado en la localidad mexicana de Nogales (234.000 habitantes), en el Estado norte?o de Sonora. A un costado de su vivienda est¨¢ el muro fronterizo que la separa de la otra Nogales, una peque?a ciudad de Arizona con poca poblaci¨®n (20.000 habitantes) y varias tiendas de ropa y comestibles a donde acuden los sonorenses a realizar sus compras. Desde la puerta de la casa de Sandra se observan los dos pa¨ªses separados por una inmensa valla que serpentea por los cerros hasta perderse en la inmensidad.
¡ªEn la casa rosa de all¨¢ abajo encontraron un narcot¨²nel. Ese d¨ªa llegaron los helic¨®pteros y cerraron las calles ¡ªse?ala la mujer de 38 a?os desde lo alto del cerro.
Ella vive en la colonia Buenos Aires, una de las m¨¢s conflictivas de Nogales. La estrat¨¦gica ubicaci¨®n del barrio ¨Ccolinda con Arizona- ha propiciado que en algunas de las casas, como la que mencion¨® Sandra, se hayan descubierto t¨²neles que desembocan en territorio estadounidense. Adem¨¢s es una zona completamente vigilada por el crimen organizado. Cada una de las avenidas, esquinas y callejones est¨¢ plagado de punteros o halcones, hombres con binoculares y radios de comunicaci¨®n que vigilan los movimientos de la patrulla fronteriza para informar el desplazamiento de los agentes estadounidenses alrededor del cerco a fin de facilitar el cruce de droga o indocumentados.
¡ªA veces que he estado lavando ropa escucho como los vocean en su idioma para que se bajen de la valla. Cuando veo que alguien est¨¢ intentando cruzar con un bulto (de droga) mejor me meto a mi casa para no meterme en problemas ¨Cdice.
Sandra vive en la colonia desde hace 15 a?os. Recuerda que antes de que hubiera el enorme muro de barrotes oxidados hab¨ªa un cerco que romp¨ªan con tenazas y por ah¨ª se cruzaba la gente que iba de compras ¡°al otro lado¡±, como le dice. Luego quitaron el cerco para colocar unas l¨¢minas lisas. En el 2007 comenzaron la construcci¨®n de la valla que est¨¢ actualmente, relata. Una cuadrilla de trabajadores labor¨® d¨ªa y noche para terminar el muro.
?¡ªEn los noventas yo me llegu¨¦ a cruzar por el hoyo, as¨ª le dec¨ªamos. En ese entonces no hab¨ªa toda esta tecnolog¨ªa como ahora ¡ªcuenta mientras se?ala las c¨¢maras que se alzan del otro lado del muro.
Unos metros m¨¢s abajo est¨¢ un jard¨ªn de ni?os pintado de tonos coloridos que contrastan con la valla ocre. Vanessa Quijada, la directora del plantel, cuenta que para los peque?os es normal ver movimiento policiaco y hombres intentando cruzar el muro. ¡°Ellos saben que la valla nos divide. Que separa un pa¨ªs del otro¡±. La avenida por donde est¨¢ ubicado el k¨ªnder se llama Internacional y es la misma que recorre el centro de Nogales. Ah¨ª, frente a los comercios de la zona y a unos pasos de la garita, todos los d¨ªas hombres trepan los barrotes rectangulares con mochilas cargadas de droga. ¡°Es algo muy com¨²n, se trepan como hombres ara?a y rapidito se pasan del otro lado¡±, dice un comerciante de la zona.
Nogales, Sonora es una ciudad donde el 40% de la poblaci¨®n es flotante, seg¨²n c¨¢lculos de las autoridades municipales. Los cientos de migrantes que intentan cruzar a EE UU y no lo consiguen o aquellos que diariamente son deportados se quedan en el lugar por periodos largos o muchas veces de forma permanente. Su principal actividad econ¨®mica es la industria. Fue una de las primeras ciudades del norte de M¨¦xico donde se instalaron maquiladoras y ensambladoras. El padre Ricardo Reciado, que hace trabajo comunitario en colonias conflictivas, dice que la din¨¢mica de ciudad fronteriza ha llevado a que cientos de j¨®venes sean reclutados por el narco. ¡°Usan a estudiantes de preparatoria o secundaria pasa pasar droga, o muchachitos de colonias para que les sirvan de punteros¡±, afirma.
Una frontera peligrosa
La frontera entre Arizona y Sonora es una de las mayores puertas de entrada de droga a Estados Unidos. El sector Tucson de la patrulla fronteriza es uno de los que tienen m¨¢s actividad policial, ya que cubre la mayor parte del Estado de Arizona a trav¨¦s de ocho estaciones que van desde Nuevo M¨¦xico hasta el condado de Yuma. Ah¨ª, en esas 262 millas de frontera, los agentes han incautado hist¨®ricamente el 50% de la marihuana que entra a EE UU, explica Vicente Paco, vocero de la patrulla fronteriza en ese sector.
Las bandas criminales hoy en d¨ªa son organizaciones transnacionales, destaca, porque no s¨®lo se encargan del contrabando de drogas, sino que tambi¨¦n controlan las rutas de tr¨¢fico de personas y de armas. ¡°Cualquier persona que quiere entrar ilegalmente a los Estados Unidos tiene que entrar al crimen organizado. Tienen que pagarle una cuota a las organizaciones y si no tienen dinero son usados como burreros o mulas¡±, menciona.
Tan s¨®lo en Nogales se han descubierto 107 t¨²neles transfronterizos y a diario hombres con cargamentos en sus espaldas escalan la valla
Uno de los puntos m¨¢s conflictivos de la frontera entre Sonora y Arizona es el desierto de Altar, donde las temperaturas llegan a los 50 grados. Al ser una regi¨®n inh¨®spita y desolada, por sus brechas se da una mayor actividad para el tr¨¢fico de narc¨®ticos, dice el agente de la Patrulla Fronteriza. Una forma com¨²n es a trav¨¦s de burreros, grupos de 10 a 15 hombres que hacen traves¨ªas de hasta quince d¨ªas en el desierto con cargamentos de marihuana en sus espaldas que pesan de 20 a 25 kilos.
La red del crimen organizado es tan grande que utilizan a los ciudadanos de ambos lados de la frontera para llevar a cabo su trabajo il¨ªcito. Desde 2014 en Arizona se han encarcelado a m¨¢s de 80 personas que fueron descubiertas en los cerros vigilando los movimientos de la Patrulla Fronteriza. ¡°Antes un halc¨®n que vigilaba nuestros esfuerzos policiacos se presentaba como un inmigrante y lo ¨²nico que pod¨ªamos hacer era regresarlo a su pa¨ªs¡±, explica el agente. Ahora si se detecta que tiene un campamento en un cerro con equipo paramilitar y radios de frecuencia secreta, se presentan cargos ante la fiscal¨ªa de Arizona. ¡°Ellos son los ojos de las organizaciones criminales¡±, destaca.
Un informe de la Patrulla Fronteriza detalla que durante el a?o fiscal 2015, a lo largo de toda la frontera de Estados Unidos con M¨¦xico se incautaron 1,5 millones de libras de marihuana y 4.294 libras de coca¨ªna. El sector de Tucson fue donde se dio la mayor incautaci¨®n al aportar el 48,6% del total decomisado. El agente Vicente Paco dice que han visto un incremento en el decomiso de narc¨®ticos como metanfetamina, hero¨ªna y coca¨ªna.
El crimen organizado diversifica cada vez m¨¢s las formas para cruzar droga. Tan s¨®lo en Nogales se han descubierto 107 t¨²neles transfronterizos y a diario hombres con cargamentos en sus espaldas escalan la valla. ¡°A Nogales tambi¨¦n se le conoce como la capital del t¨²nel. Al ser Sonora un Estado minero existe el tipo de tecnolog¨ªa para construir ese tipo de infraestructura¡±, dice el agente Paco. En otros puntos se han encontrado catapultas, escaleras o rampas recargas en la valla de metal.
El c¨¢rtel de Sinaloa ha intensificado su presencia en Arizona para introducir una mayor cantidad de drogas como la marihuana y la hero¨ªna, advierte un informe de la DEA. La organizaci¨®n de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n representa la amenaza m¨¢s grande en los condados de Arizona. Se estima que el c¨¢rtel sinaloense y sus c¨¦lulas controlan aproximadamente el 90% de las drogas que cruzan la frontera a Arizona. Tambi¨¦n controlan el tr¨¢fico de armas y de dinero il¨ªcito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Sonora
- Tr¨¢fico drogas dise?o
- Muro seguridad
- Conflictos fronterizos
- Estados Unidos
- Fronteras
- M¨¦xico
- Narcotr¨¢fico
- Norteam¨¦rica
- Pol¨ªtica exterior
- Migraci¨®n
- Delitos contra salud p¨²blica
- Latinoam¨¦rica
- Demograf¨ªa
- Am¨¦rica
- Conflictos
- Delitos
- Relaciones exteriores
- Justicia
- Drogas sint¨¦ticas
- Drogas
- Problemas sociales
- Sociedad
- Edici¨®n Am¨¦rica
- Planeta Futuro