El nuevo 'zero' japon¨¦s, s¨ªmbolo de la carrera armament¨ªstica de Abe

La visita del primer ministro japon¨¦s Shinzo Abe a Pearl Harbor tiene lugar en medio del continuo crecimiento de la industria militar nipona liderado por Mitsubishi Industrias Pesadas (MHI, en ingl¨¦s), sucesora del mismo fabricante de los aviones Zero que en la ma?ana del 7 de diciembre de 1941 arrasaron la base naval hawaiana y provocaron la entrada de EEUU en la Segunda Guerra mundial.

Abe lleg¨® al poder en 2012 con una agenda nacionalista centrada en la reforma de una Constituci¨®n pacifista que durante casi siete d¨¦cadas ha prohibido la participaci¨®n japonesa en conflictos b¨¦licos internacionales y limitado la exportaci¨®n de armas.

La creciente ofensiva china en el Pac¨ªfico, las pruebas nucleares de Corea del Norte y la amenaza terrorista mundial propiciaron un ambiente de zozobra poco usual en un pa¨ªs protegido por tropas estadounidenses destacadas en todo su territorio tras un tratado bilateral de 1960.

Apoyado en la incertidumbre el gobierno de Abe ha subido cada a?o el gasto de defensa y el incremento previsto para 2017 ser¨¢ de un 1,4 por ciento, hasta los 5,1 billones de yenes (unos 41.815 millones de euros), el m¨¢ximo hist¨®rico para esa partida.

Contratos militares con EEUU

Fuentes del ministerio de Defensa de Jap¨®n destacan el gasto en sistemas antimisiles como el PAC-3, desarrollado por las norteamericanas Lockheed Martin y Raytheon y fabricado por MHI. La fabricaci¨®n bajo licencia de equipo militar estadounidense contribuye al intercambio de tecnolog¨ªa entre los dos pa¨ªses y beneficia sobre todo a los contratistas japoneses.

En abril de este a?o MHI present¨® el prototipo del X2, un avi¨®n furtivo de combate que adem¨¢s de revivir la gloria del Zero -en su momento el avi¨®n de combate con base en portaaviones m¨¢s temido y admirado del mundo-, se perfila como emblema del irreversible renacimiento de la industria militar nipona.

Los contratos militares figuran ya en la agenda internacional de Abe que ha intercedido ante los gobiernos de India e Indonesia para la venta del avi¨®n anfibio de rescate US-2, fabricado por la japonesa ShinMaywa Industries.

Para despojarse de la posguerra

La visita de Abe a Pearl Harbor, m¨¢s que un acto de contrici¨®n por el s¨²bito ataque, es considerada un gesto simb¨®lico para reafirmar sus relaciones con EEUU. Seg¨²n Ken Ruoff, director del Centro de Estudios Japoneses de la Universidad del Estado de Portland (EEUU), Abe quiere dejar atr¨¢s los recuerdos de una ¨¦poca en la que los dos pa¨ªses eran hostiles ¡°y no los aliados leales que son hoy¡±. M¨¢s a¨²n, a?ade, ¡°la atenci¨®n de los l¨ªderes japoneses y del resto de Asia est¨¢ centrada en ver si (la administraci¨®n) Trump continuar¨¢ siendo el importante pivote de Asia que anhelan los japoneses y todos aquellos que temen el ascenso de China¡±.

Antes de viajar a Pearl Harbor Abe manifest¨® su intenci¨®n de ¡°despojarse de la posguerra¡±, una expresi¨®n adecuada para quien quiere terminar la dependencia militar de EEUU y abrir un promisorio mercado para las manufacturas japonesas.