Rusia teme que se complique el deshielo en la relaci¨®n con EE UU
Los esc¨¢ndalos que golpean la Administraci¨®n de Trump obstaculizan la normalizaci¨®n que Mosc¨² anhela
La dimisi¨®n de Michael Flynn como consejero de Seguridad del presidente Donald Trump ¡ªpor haber mentido acerca de sus contactos con representantes rusos¡ª viene a confirmar que una posible normalizaci¨®n de las relaciones entre el Kremlin y la Casa Blanca no ser¨¢ f¨¢cil, no solo por la fuerte oposici¨®n de gran parte de la clase pol¨ªtica norteamericana, sino porque existen contradicciones entre ambos pa¨ªses que son insoslayables mientras Rusia pretenda ser una potencia mundial.
Los intereses encontrados de Washington y Mosc¨² han quedado a la vista una vez m¨¢s a principios de febrero, despu¨¦s de las ¨²ltimas pruebas de misiles por parte de Teher¨¢n. Mientras Estados Unidos decidi¨® imponer nuevas sanciones contra Ir¨¢n, Rusia se limit¨® a constatar que ese pa¨ªs tiene derecho a realizar pruebas con misiles, puesto que el acuerdo al que se lleg¨® concierne exclusivamente su programa nuclear.
Este acontecimiento ha producido una fisura entre la nueva Administraci¨®n de la Casa Blanca y el Kremlin, sin que todav¨ªa haya habido ning¨²n alivio concreto para Rusia en las relaciones bilaterales, como podr¨ªa ser una suavizaci¨®n de las sanciones impuestas a Mosc¨² por el anterior presidente de EE UU, Barack Obama.
Los rusos desean un entendimiento con Estados Unidos y, por eso, prefer¨ªan a Trump frente a Hillary Clinton, pues sab¨ªan que con ella no habr¨ªa mejora e incluso que las cosas podr¨ªan ir a peor. Pero lo que no quiere Mosc¨² es un entendimiento a costa de sus intereses. Y Trump, adem¨¢s de imponer sanciones por los lanzamientos de misiles bal¨ªsticos iran¨ªes, quiere revisar el acuerdo nuclear pactado entre Teher¨¢n y los seis mediadores internacionales.
En esta situaci¨®n, Rusia se ve ante la disyuntiva de apoyar a Ir¨¢n, un important¨ªsimo aliado en la regi¨®n, o a EE UU. Como se?alaba recientemente en las p¨¢ginas del diario ruso?Kommersant Vlad¨ªmir S¨®tnikov, del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias, mientras Trump no concrete los par¨¢metros de un posible acuerdo, no tiene sentido pensar que el Kremlin pueda cambiar su relaci¨®n con Teher¨¢n.
Mosc¨² espera que Vlad¨ªmir Putin y Trump puedan reunirse durante el G20 ¡ªque se celebrar¨¢ el pr¨®ximo julio¡ª?y, mientras tanto, trata de involucrar m¨¢s a Washington en la cuesti¨®n siria, ¨¢rea donde considera que hay mayores probabilidades de ponerse de acuerdo con relativa facilidad. El ministro de Exteriores ruso, Sergu¨¦i Lavrov, manifest¨® este lunes su esperanza en que Estados Unidos env¨ªe representantes a las conversaciones de Astan¨¢, cuya segunda ronda, que deber¨ªa haber comenzado este mi¨¦rcoles, fue aplazada a ma?ana jueves.?
Por otro lado, la rivalidad entre la OTAN y Rusia no tiene visos de disminuir. Por mucho que Trump haya dicho en repetidas ocasiones que cada pa¨ªs tiene derecho a defender sus intereses, no est¨¢ claro hasta donde podr¨¢ o querr¨¢ frenar las maniobras de la Alianza ¡ªque ha reforzado su presencia en los pa¨ªses del este de Europa en vista de una posible agresi¨®n rusa¡ª?que el Kremlin ve como una amenaza a su seguridad.
Trump, impredecible, es de momento un misterio para muchos pa¨ªses europeos, incluido Rusia. La ¨¦lite pol¨ªtica local est¨¢ con esperanzas de un mejoramiento en las relaciones con Estados Unidos, pero no est¨¢ ilusionada; como ha dicho el Kremlin "no existen los presidentes estadounidenses prorrusos, los presidente de Estados Unidos son siempre pronorteamericanos". Solo despu¨¦s de un encuentro personal entre Trump y Putin se podr¨¢ saber si esas esperanzas tienen fundamento o no. Putin, por su parte, parece impaciente por concertar cuanto antes un encuentro con Trump y despejar inc¨®gnitas, porque las ambig¨¹edades finalmente juegan en contra del Kremlin.
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