Ni uno ni dos Estados: m¨¢s de lo mismo para los palestinos
El presidente Trump permite la perpetuaci¨®n del 'statu quo' en favor de Israel
Donald Trump ha desconcertado a todos por igual en Oriente Pr¨®ximo. El presidente de Estados Unidos dio una c¨¢lida bienvenida en la Casa Blanca a Benjam¨ªn Netanyahu, quien por primera vez en ocho a?os pudo tener la sensaci¨®n de estar diputando en terreno favorable el partido del conflicto israelo-palestino tras el fin del mandato de Barack Obama.
Al alejarse del principio de los dos Estados, que ha sido la clave de la pol¨ªtica exterior norteamericana en la regi¨®n en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas, el mandatario republicano ha abierto la v¨ªa a la soluci¨®n de un solo Estado. ¡°Aceptar¨¦ lo que ambas partes decidan¡±, sentenci¨®.
?Y qui¨¦n quiere un Estado binacional? Una encuesta conjunta de la Universidad de Tel Aviv y el Centro de Investigaci¨®n Pol¨ªtica de Ramala refleja que el 55% de los israel¨ªes y el 44% de los palestinos favorecen la soluci¨®n de los dos Estados frente al 24% y el 33% que respectivamente respaldan el modelo unitario alternativo.
Los ultranacionalistas de Hogar Jud¨ªo, que forman parte del Gobierno de coalici¨®n de Netanyahu, defienden la existencia de un solo Estado en la ¡°tierra hist¨®rica de Israel¡±, en la que incluyen a Cisjordania, sin aclarar cu¨¢les ser¨ªan los derechos de los palestinos. Al secretario general de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina, Saeb Erekat, esta propuesta le recuerda a la Sud¨¢frica del apartheid, pese que la poblaci¨®n ¨¢rabe, tanto musulmana como cristiana, acabar¨ªa superando a la jud¨ªa. ¡°La alternativa a la soluci¨®n de los dos Estados es un ba?o de sangre¡±, advirti¨® el portavoz palestino Nasser el Kidwa.
Adem¨¢s de exigir el reconocimiento de Israel como Estado jud¨ªo, el primer ministro israel¨ª introdujo en su intervenci¨®n ante la prensa en Washington una condici¨®n reforzada para sellar la paz: que el Ej¨¦rcito hebreo deber¨¢ seguir manteniendo el control al oeste del r¨ªo Jord¨¢n. Ya no le basta, como hasta ahora, con una entidad estatal palestina desmilitarizada.
La primera exigencia hace inviable un Estado laico donde convivan las tres religiones. La segunda supone institucionalizar la ocupaci¨®n israel¨ª en Cisjordania y Jerusal¨¦n Este. Trump ya ha dejado claro que no impondr¨¢ los t¨¦rminos del acuerdo a las partes, lo que equivale a perpetuar el statu quo del ¨²ltimo medio siglo y la expansi¨®n, con escasos matices, de los asentamientos.
Incluso EE UU acabar¨¢ dejando las cosas como est¨¢n. Tanto la representante norteamericana en la ONU, Nikki Haley, como el nuevo embajador estadounidense en Israel, David Friedman, han expresado en las ¨²ltimas horas su pleno respaldo a la doctrina de los dos Estados, a pesar de la soluci¨®n creativa de un solo Estado sugerida por el presidente que les ha designado para el cargo.
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