EE UU trata de calmar a sus aliados sobre su compromiso con la OTAN

El gran momento lleg¨® en la ma?ana del s¨¢bado. Hablaba primero la canciller alemana, Angela Merkel, a la que sigui¨® el vicepresidente Pence, en una especie de cara a cara entre dos visiones del mundo enfrentadas. Tras las contradicciones mostradas por la Casa Blanca en las ¨²ltimas semanas, el vicepresidente quiso lanzar una se?al de unidad: dijo que estaba ah¨ª por petici¨®n expresa de Trump, quien le hab¨ªa pedido trasladar su mensaje. Y este se pareci¨® bastante al tradicional discurso atlantista. ¡°No podemos saber qu¨¦ l¨ªnea se impondr¨¢ finalmente, pero las palabras de Pence pueden tener consecuencias positivas¡±, aseguraba en los pasillos del hotel donde se celebra la conferencia Norbert R?ttgen, responsable de Exteriores en el Parlamento alem¨¢n.

Pence mostr¨® su voluntad de respetar los valores compartidos entre EE UU y Europa ¨C¡°libertad, democracia, justicia y Estado de derecho¡±, repiti¨®-. El problema es que ninguno de los presentes parec¨ªa saber si deben atender a estas palabras o al discurso m¨¢s rupturista de Trump, que calific¨® a la OTAN como un organismo ¡°obsoleto¡±, o de su asesor Steve Bannon. ¡°No creo que esta situaci¨®n sea sostenible. O triunfa el sector pragm¨¢tico y se deshacen de Bannon o EE UU impulsar¨¢ una pol¨ªtica internacional radicalmente distinta a la de las ¨²ltimas d¨¦cadas¡±, aseguraba entre charla y charla Ian Bremmer, presidente de la consultora Eurasia. Bremmer detecta tres grandes pelligros en el equipo de Trump: incompetencia, corrupci¨®n y autoritarismo.

En un discurso pensado para insuflar optimismo ¨C¡°los mejores d¨ªas para Am¨¦rica, Europa y el mundo libre a¨²n no han llegado¡±-, Pence record¨® dos viajes que hizo a Alemania ¨Cel primero, durante la guerra fr¨ªa, y el segundo, tras los atentados contra las Torres Gemelas- para resaltar el v¨ªnculo sentimental que le une a Europa. El vicepresidente insisti¨® en que quiere una OTAN fuerte, pero no mencion¨® ni en una ocasi¨®n un deseo parecido para la UE. No es de extra?ar: su jefe defini¨® el Brexit como algo ¡°fant¨¢stico¡± y dijo que estaba convencido de que m¨¢s pa¨ªses seguir¨ªan el ejemplo brit¨¢nico de abandonar el club europeo.

La amistad con EE UU no va a ser gratuita. Como ya hicieron esta semana los responsables de Exteriores y de Defensa de su Gobierno, Pence insisti¨® en la necesidad de que Europa aumente su gasto militar. ¡°Ha llegado el momento de hacer m¨¢s¡±, dijo. Estableci¨® adem¨¢s un v¨ªnculo irrompible entre el modo de vida occidental y el incremento de las capacidades en Defensa. ¡°La paz solo llega a trav¨¦s de la fuerza¡±, asegur¨® mientras anunciaba que ¡°mientras nosotros hablamos¡± Washington impulsa tambi¨¦n en casa un aumento significativo en gasto militar.

Merkel recogi¨® el guante. Y, como ya hab¨ªa hecho el d¨ªa anterior en el mismo lugar su ministra de Defensa, anunci¨® que har¨¢ "todo lo posible" para cumplir el compromiso de llegar a 2024 con un gasto en el Ej¨¦rcito del 2% del PIB. Alemania ronda ahora el 1,2%, frente a un 3,6% de EE UU. La canciller trata con este mensaje de buscar un punto de acuerdo con los estadounidenses. Pero el resto de su discurso mostr¨® hasta qu¨¦ punto su visi¨®n del mundo se aleja de la de Trump.

Mientras el presidente de EE UU pretende imponer un veto migratorio a todos los ciudadanos de siete pa¨ªses de mayor¨ªa isl¨¢mica, Merkel insisti¨® en que no es el islam el causante del terrorismo, sino ¡°una versi¨®n desviada¡±. Por ello, pidi¨® a las autoridades de esta religi¨®n ¡°un claro pronunciamiento¡± sobre ¡°la diferencia entre islam pac¨ªfico y el terrorismo en nombre del islam¡±, frase que despert¨® una de las mayores ovaciones del d¨ªa.

Merkel, a la que Ian Bremmer considera ¡°la gran perdedora geopol¨ªtica de la presidencia de Trump¡±, despleg¨® una defensa del multilateralismo y de la libertad de prensa. ¡°Pod¨¦is estar convencidos de que el presidente Trump y nuestro pueblo est¨¢ comprometido de verdad con la uni¨®n trasatl¨¢ntica¡±, respondi¨® Pence. Mientras, desde Washington, el hombre m¨¢s poderoso del mundo escrib¨ªa tuits incendiarios contra el New York Times y otros grandes medios de comunicaci¨®n estadounidenses.