Trump se lanza a dinamitar el legado de Obama
La pol¨ªtica migratoria, el 'Obamacare', el cambio clim¨¢tico, Oriente Pr¨®ximo y M¨¦xico reciben las andanadas del presidente
Donald Trump gobierna en negativo. En su primer mes de presidente, la mayor¨ªa de sus acciones han buscado desmontar el legado de su antecesor, Barack Obama. ¡°He heredado un desastre¡±, dice frecuentemente. La pol¨ªtica migratoria, el Obamacare, la lucha contra el cambio clim¨¢tico, las relaciones con M¨¦xico y Oriente Pr¨®ximo muestran este giro.
Menos migrantes, m¨¢s expulsiones. Obama fue un presidente duro en inmigraci¨®n. Durante su mandato expuls¨® a 2,8 millones de personas, m¨¢s que ninguno antes. Pero en su eterna realpolitik tambi¨¦n cre¨® programas destinados a favorecer la regularizaci¨®n, incluyendo a los j¨®venes sin papeles que llegaron de ni?os a EE UU, los famosos dreamers. Todo ello ha palidecido frente a Trump. El presidente ha prometido expulsiones masivas y ha ordenado la creaci¨®n de un muro con M¨¦xico. Pero donde m¨¢s virulento se ha mostrado ha sido con el mundo musulm¨¢n. Una de sus primeras ¨®rdenes ejecutivas iba destinada a vetar las entradas procedentes de siete pa¨ªses de mayor¨ªa musulmana. Los tribunales han bloqueado el intento. Pero Trump ya ha anunciado que esta semana vuelve a la carga. ¡°No queremos que entre gente con malos pensamientos¡±, ha clamado.
'Obamacare', muerte a c¨¢mara lenta. La gran criatura de Obama vive d¨ªas crepusculares. Ya antes de la investidura, la mayor¨ªa republicana en el Senado aprob¨® el primer paso para derogar la reforma sanitaria del dem¨®crata. Pero lo que parec¨ªa que iba a ser un proceso r¨¢pido se ha frenado. Tanto Trump como su partido se han percatado que para eliminar el Obacamacare necesitan un sistema alternativo. Lo contrario afectar¨ªa a 22 millones de personas que han contratado un seguro sanitario por esta v¨ªa y, sobre todo, aumentar¨ªa el d¨¦ficit federal en 353.000 millones de d¨®lares en 10 a?os.
Trump: un mes de caos en la Casa Blanca
En su vertiginoso primer mes, el presidente de Estados Unidos ha polarizado a la sociedad, dinamitado el legado de Obama y entrado en guerra con la prensa y los servicios de inteligencia.
M¨¦xico humillado. Con Obama no exist¨ªa conflicto. La relaci¨®n entre ambos pa¨ªses era tan fluida que, a veces, rozaba lo anodino. Con Trump todo ha cambiado. El presidente, que lleg¨® al poder humillando a su vecino del sur y amenazando a quienes invirtiesen en ¨¦l, se estren¨® con la orden de construir el muro e insistiendo en que lo pagar¨ªa M¨¦xico. El insulto fue de tal magnitud que oblig¨® al presidente mexicano, Enrique Pe?a Nieto, a suspender su visita oficial a Washington. Desde entonces, Trump ha moderado sus referencias a M¨¦xico y para esta semana ha ordenado un viaje de sus secretarios de Estado y de Interior. ¡°La relaci¨®n ha tenido que absorber muchas tensiones y eso har¨¢ la cooperaci¨®n m¨¢s dif¨ªcil, pero la pregunta es cu¨¢nto cambiar¨¢ cuando empiece la negociaci¨®n final¡±, se?ala Shannon K. O¡¯Neil, experta del think tank Consejo de Relaciones Internacionales.
Oriente Pr¨®ximo: fin de los dos Estados. Todo con Trump es m¨¢s agresivo. Y el avispero israel¨ª no pod¨ªa ser menos. Antes de llegar a la presidencia, el multimillonario prometi¨® llevar la Embajada de Estados Unidos a Jerusal¨¦n y dio un apoyo irrestricto a los asentamientos ilegales en Cisjordania. Ahora, enfrentado a las consecuencias de sus palabras, ha dejado en el congelador sus tonos airados y ha optado por un camino menos expeditivo: romper con la tradicional pol¨ªtica de los dos Estados para solucionar el conflicto palestino-israel¨ª y abrir la puerta a un solo Estado, una de las peticiones de los halcones de Benjamin Netanyahu.
Esc¨¦ptico del cambio clim¨¢tico. Trump se ha sumado a la corriente m¨¢s peligrosa. En contra de todas las evidencias cient¨ªficas, ha puesto en duda que el cambio clim¨¢tico se deba a la acci¨®n humana. En concordancia, ha tomado medidas para favorecer la miner¨ªa de carb¨®n (uno de los principales emisores), prometido acabar con las regulaciones de Obama y dado la direcci¨®n de la Agencia de Protecci¨®n del Medio Ambiente a Scott Pruitt, un esc¨¦ptico del cambio clim¨¢tico y fiel aliado de las petroleras.
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