Las voces feministas luchan por hacerse o¨ªr en China
El f¨¦rreo control del Gobierno a la sociedad civil dificulta la lucha por la equiparaci¨®n
¡°Han violado las leyes y normativas del pa¨ªs, por lo que bloquearemos su cuenta durante un mes entero¡±. Con el argumento de que hab¨ªan publicado ¡°contenido relacionado con la lucha feminista¡±, Weibo, el Twitter chino, censuraba 'Voz Feminista', una popular p¨¢gina digital centrada en los derechos de las mujeres. Su delito aparente, haber reproducido un art¨ªculo de The Guardian sobre la huelga femenina planeada en el mundo para este mi¨¦rcoles 8 de marzo, D¨ªa Internacional de la Mujer.?
Es un ejemplo m¨¢s de la dif¨ªcil existencia del movimiento feminista chino, a¨²n muy minoritario, y la lucha por la equiparaci¨®n de derechos de las mujeres, en un pa¨ªs donde el Gobierno ejerce un control cada vez mayor sobre las actividades de la sociedad civil. ¡°Antes no quer¨ªan que celebr¨¢semos ninguna actividad. Ahora no organizamos ninguna, pero ni siquiera nos permiten que nos expresemos en internet¡±, se lamenta Xiong Jing, editora de la p¨¢gina.
El mayor rev¨¦s lleg¨® hace dos a?os, con la detenci¨®n durante un mes de cinco j¨®venes feministas: Li Maizi, Wu Rongrong, Zheng Churan, Wei Tingting y Wang Man. Hasta entonces, las cinco hab¨ªan llevado a cabo campa?as simples, pero muy efectivas, para reclamar un trato igualitario: desde sentadas en los ba?os p¨²blicos para reclamar m¨¢s urinarios hasta desfiles en vestidos de novia ensangrentados para protestar contra la violencia dom¨¦stica. En 2015, inmediatamente antes de su detenci¨®n, planeaban repartir pegatinas contra los toqueteos en los transportes p¨²blicos durante el 8 de marzo.
La detenci¨®n de las ¡°Cinco Feministas¡±, que suscit¨® las protestas internacionales, supuso un jarro de agua fr¨ªa al movimiento y a sus protagonistas, que desde entonces se han mantenido en un segundo plano. Una manifestaci¨®n como la Marcha de las Mujeres el 21 de enero en Estados Unidos y otros pa¨ªses occidentales es impensable en China. Aunque las activistas no han perdido el entusiasmo ni la convicci¨®n.
¡°Me sorprende que no todas las mujeres sean feministas¡±, dice Teresa Xu, que junto a Li Maizi, su entonces pareja, protagoniz¨® en 2015 una ceremonia informal de boda para reclamar la legalizaci¨®n del matrimonio homosexual. Xu pone como ejemplo su propia historia: ¡°Crec¨ª viendo mucha discriminaci¨®n. Mis abuelos prefer¨ªan a los chicos en lugar de las ni?as. Los propios profesores en la escuela secundaria. No importaba cu¨¢nto se esforzara una chica, los maestros siempre opinaban que los varones lo hac¨ªan mejor y sacaban mejores notas¡±.
Es una historia com¨²n en China. La participaci¨®n laboral femenina ronda el 70%, m¨¢s que en algunos pa¨ªses occidentales. Muchas son profesionales de ¨¦xito. Es el pa¨ªs del mundo que tiene m¨¢s mujeres con fortunas superiores a los mil millones de d¨®lares.
Pero, en palabras de la escritora y comentarista social Zhang Lijia, autora de la novela Lotus sobre el mundo de la prostituci¨®n en China, ¡°el mercado no ha tratado bien a las mujeres¡±. Seg¨²n datos de 2010, los ¨²ltimos disponibles, en las ciudades el salario de las mujeres representa el 67,3% del de los varones. En el campo, esa cifra se reduce al 56%
Aumenta la brecha salarial y las j¨®venes universitarias sufren m¨¢s problemas que sus compa?eros varones para encontrar empleo. A la hora de las promociones, las compa?¨ªas siguen primado a los hombres. Seg¨²n una encuesta publicada esta semana en los medios chinos, el 80% de las mujeres trabajadoras creen que sufren discriminaci¨®n en sus empresas. Tan solo el 28% de las encuestadas tiene como jefa a una mujer.
Alrededor del mundo
Desde las dificultades de las libanesas para conseguir el divorcio hasta la doble discriminaci¨®n de las mujeres negras en Brasil
En el terreno pol¨ªtico la situaci¨®n es a¨²n peor: apenas dos de ellas figuran en el Politbur¨®, el segundo nivel de mando dentro del Partido Comunista. En el m¨¢s alto, el Comit¨¦ Permanente, nunca ha habido ninguna. Y en la sociedad en general, pesa a¨²n la mentalidad confuciana que dicta que es el var¨®n el cabeza de familia, quien debe ocuparse de sus padres y quien transmite la l¨ªnea familiar. ¡°A¨²n queda mucho por delante en lo que respecta a la igualdad¡±, sostiene Zhang
Son situaciones que no pasan desapercibidas a las mujeres y que han generado una creciente concienciaci¨®n, especialmente entre las generaciones m¨¢s j¨®venes y urbanas.
Pero la palabra feminismo a¨²n acarrea un cierto estigma social en la poblaci¨®n china. Es frecuente que las propias mujeres se declaren partidarias de la igualdad de derechos, pero rechacen definirse como ¡°feministas¡±.
¡°El t¨¦rmino feminista a¨²n conlleva una connotaci¨®n negativa. Mucha gente tiene a¨²n la idea, quiz¨¢ difundida por los medios de comunicaci¨®n, que ser feminista es ser agresiva, ir buscando pelea¡±, explica Feng Yuan, veterana activista de los derechos de la mujer.
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Pero lo cierto es que las feministas defienden causas que han ido calando entre el p¨²blico: la discriminaci¨®n laboral. El acoso sexual en lugares p¨²blicos o en el lugar de trabajo. La violencia dom¨¦stica, una lacra que afecta a una de cada cuatro mujeres casadas en China. Es algo, apunta Feng Yuan, que puede servir de plataforma al movimiento y ¡°hacer que m¨¢s gente colabore¡±.
¡°Ahora que mucha m¨¢s gente se ha incorporado a la conversaci¨®n, el feminismo se ha convertido en un asunto candente. Creo que no importa cu¨¢nto intente el gobierno controlar el movimiento, aquellas que han adquirido concienciaci¨®n no dar¨¢n un paso atr¨¢s¡±, apunta por su parte Xiong.
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