El jefe de la campa?a de Le Pen agita la cruzada contra la mezquita de su pueblo
El extremista David Rachline, de 29 a?os, utiliza el cargo como altavoz para difundir su islamofobia
El pasado persigue a la candidata Marine Le Pen, empe?ada en borrar el ADN filonazi, islam¨®fobo y xen¨®fobo que porta desde que naci¨® el partido que preside, el ultraderechista Frente Nacional (FN). Su jefe de campa?a, el joven David Rachline, se encarga de recordarlo a menudo. El hombre que ya en 2012 fue filmado a limpia carcajada en su Mercedes mientras el rapado ch¨®fer gritaba ¡°Mercedes, el coche de Hitler¡±, agita ahora desde su cargo la cruzada contra la mezquita de Fr¨¦jus, la localidad de 55.000 habitantes de la que es alcalde.
Rachline lleva una carrera mete¨®rica desde que a los 18 a?os dej¨® de estudiar para dedicarse en cuerpo y alma al FN. Incrustado en movimientos extremistas, enseguida pas¨® a controlar las juventudes del FN. Luego, organiz¨® la red de agitaci¨®n extremista en las redes sociales, eso que ya se denomina La Fachosfera. A los 26, en 2014, ya era alcalde y ese mismo a?o se convirti¨® en uno de los dos ¨²nicos senadores del FN, el m¨¢s joven de la C¨¢mara alta.
Su exitosa campa?a en las elecciones municipales de hace tres a?os la bas¨® en una idea fuerza: impedir que en la localidad se construyera una mezquita. El Islam, la segunda religi¨®n en Francia con m¨¢s de cinco millones de musulmanes, tiene una fuerte implantaci¨®n en Fr¨¦jus. Sus seguidores, sin embargo, no ten¨ªan un lugar adecuado de rezo y lo practicaban en una hilera de plazas de parking cubiertas con uralita.
Nieto de jud¨ªos, hijo de un militante socialista jud¨ªo, Rachline se encarga de aclarar que ¨¦l no es miembro de esa comunidad
La asociaci¨®n musulmana El Fath solicit¨® al Ayuntamiento un permiso para construir una mezquita, alegando que no hab¨ªa ninguna en 30 kil¨®metros a la redonda. En 2013, el alcalde conservador de entonces les dio la licencia para iniciar la construcci¨®n en un plazo m¨¢ximo de dos a?os. Para Rachline, fue la gran baza electoral y gan¨® el sill¨®n municipal con el 45% de los votos.
Su primera decisi¨®n como regidor fue parar las obras. Fue el inicio de una guerra que no cesa. En la calle, donde Rachline ha convocado manifestaciones, en el Consejo de Estado, en los tribunales¡ Ha perdido en casi todos los frentes, la mezquita fue abierta por imperativo legal el a?o pasado, pero Rachline no ceja recurso tras recurso argumentando que el permiso de obras estaba caducado cuando empezaron a ponerse los cimientos o que el edificio no cumple las normas de seguridad.
Hace unos d¨ªas, y vali¨¦ndose de su p¨²lpito como jefe de campa?a, difundi¨® un comunicado para decir que el ponente del tribunal administrativo de Toulon plantea dudas sobre la legalidad de la mezquita. Por tanto, ¨¦l ha hecho muy bien en estos a?os, ven¨ªa a decir en el comunicado, en no cejar en unas protestas ¡°plenamente fundadas¡±.
Nieto de jud¨ªos procedentes de Ucrania, hijo de un militante socialista jud¨ªo, Rachline se encarga de aclarar continuamente que, de acuerdo con las normas de la religi¨®n de sus antepasados, ¨¦l no es miembro de esa comunidad de creyentes porque su padre no era practicante y su madre no pertenec¨ªa a la misma.
Lo que no niega, y los hechos lo muestran continuamente, es su islamofobia. En verano, dict¨® un decreto prohibiendo el uso del burkini en su ciudad. El 2 de marzo, en un tuit, dijo que Le Pen ¡°combate el fundamentalismo islamista¡± mientras otros dirigentes franceses ¡°ocultan sus atrocidades¡±. Un d¨ªa antes, escribi¨® en la misma red: ¡°Marine cerrar¨¢ las mezquitas radicales y expulsar¨¢ a los imanes extranjeros que predican el odio¡±. ¡°Solo Marine puede salvar del naufragio a Francia. Ella combatir¨¢ el islamismo¡±, hab¨ªa dicho el d¨ªa anterior.
Sus m¨¦todos expeditivos le definen. La pasada semana, en una rueda de prensa en Par¨ªa a la que asist¨ªan solo cinco periodistas, interrumpi¨® el acto a la tercera pregunta sobre la financiaci¨®n ilegal del FN. ¡°Ya no hay tiempo¡±, cort¨® y se levant¨® dejando a los informadores con la palabra en la boca.
¡°Quienes construyen una mezquita a Al¨¢, Al¨¢ les construye una vivienda en el para¨ªso¡±, dice la web oficial del templo musulm¨¢n en Fr¨¦jus. ¡°Un proyecto para vivir unidos¡±, a?ade. Nada de eso le afecta a Rachline. Por algo insiste en que ¨¦l es ¡°agn¨®stico¡±.
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