Abogado inmobiliario sin experiencia busca acuerdo de paz en Oriente Pr¨®ximo

Jud¨ªo ortodoxo que pas¨® por una escuela rab¨ªnica de Cisjordania, cubierto a todas horas con la kip¨¢ de los m¨¢s devotos, el abogado neoyorquino Jason Greenblatt no parec¨ªa el ¨¢rbitro m¨¢s indicado para pitar el bronco partido que israel¨ªes y palestinos disputan desde hace d¨¦cadas en Tierra Santa. No cuenta con experiencia diplom¨¢tica, pero desde hace 20 a?os asesora a Donald Trump en sus enmara?ados negocios inmobiliarios. Tal vez esta sea la raz¨®n por la que el presidente de Estados Unidos ¡ªque alardea de poder propiciar el ¡°acuerdo definitivo¡± de paz en Oriente Pr¨®ximo¨C le envi¨® a intentar reanudar un di¨¢logo que ya lleva roto tres a?os. Tras desprenderse del casquete jud¨ªo con el que va tocado en Manhattan en un gesto de neutralidad, Greenblatt, de 49 a?os, ha sorprendido a lo largo de la pasada semana a ambos lados de la L¨ªnea Verde tanto a los responsables del Gobierno de Israel como a los de la Autoridad Palestina con un nuevo estilo de mediaci¨®n.

Ha sido una gira descrita lac¨®nicamente por la diplomacia estadounidense como simple toma de contacto. Sin propuestas previas, con el ¨²nico objetivo de ¡°escuchar¡± a las partes. El equivalente a recabar las posiciones de los actores en una operaci¨®n inmobiliaria para sondear cu¨¢nto est¨¢n dispuestos a desembolsar y a cambio de qu¨¦. El siempre sonriente Greenblatt ¡ªinvestido con el rimbombante t¨ªtulo de representante especial para negociaciones internacionales¨C, no ha hecho declaraciones durante su vista, pero dado cuenta de forma gr¨¢fica de su incesante actividad a trav¨¦s de Twitter.

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Por supuesto, se ha entrevistado en Jerusal¨¦n con el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu (dos veces, durante un total de ocho horas), y con el presidente palestino, Mahmud Abbas (tambi¨¦n durante varias horas), en Ramala. Viaj¨® a Am¨¢n, sin que estuviera previsto en su programa, para consultar con el rey Abdal¨¢ II de Jordania. Como sus predecesores en el puesto.

Pero tambi¨¦n se ha reunido con habitantes del campo de refugiados palestinos de Jalazun, pr¨®ximo a Ramala, con empresarios del sector de las nuevas tecnolog¨ªas en la misma ciudad cisjordana, con los cadetes de la Academia de Polic¨ªa en Jeric¨®, con j¨®venes y estudiantes de Bel¨¦n, e incluso con miembros de la sociedad civil llegados desde Gaza.

Para conocer de primera mano la situaci¨®n del mercado, el mediador designado por Trump ha mantenido encuentros adem¨¢s con el Consejo Yesha, integrado por los l¨ªderes del movimiento de colonos jud¨ªos en los asentamientos de Cisjordania. Y con el llamado Consejo de Instituciones Religiosas de Tierra Santa, en el que figuraban, entre otros, los dos rabinos jefes de Israel (el sefard¨ª y el askenazi) y el presidente del Tribunal Isl¨¢mico palestino.

Netanyahu pretend¨ªa dejar zanjada la cuesti¨®n de la expansi¨®n de los asentamientos ante la nueva Administraci¨®n republicana. Su Gobierno, el m¨¢s derechista de la historia del Estado de Israel, esperaba recibir un cheque en blanco de Trump para ampliar las colonias en territorio ocupado palestino y se apresur¨® a anunciar la construcci¨®n de m¨¢s de 6.000 viviendas en Jerusal¨¦n Este y Cisjordania.

Pero el abogado neoyorquino Greenblatt, buen conocedor del sector inmobiliario, parece haber frenado las expectativas del primer ministro. Netanyahu se hab¨ªa comprometido a crear un nuevo asentamiento (el primero en dos d¨¦cadas) para reasentar a los colonos desalojados en febrero por orden del Tribunal Supremo del enclave de Amona. Tras su ¨²ltima cita con el enviado de la Casa Blanca, el primer ministro reconoci¨® que su promesa tendr¨¢ que esperar.

Para la Autoridad Palestina, Greenblatt ha tenido un ¡°buen comienzo¡± en su mediaci¨®n. Medios de comunicaci¨®n ¨¢rabes aseguraron que, a cambio de que aceptar¨¢ reanudar las negociaciones con Israel, le hab¨ªa trasladado a Abbas que Washington promover¨ªa la congelaci¨®n de la expansi¨®n de los asentamientos, as¨ª como el compromiso de que la Embajada de EE UU no se trasladar¨¢ de Tel Aviv a Jerusal¨¦n, cuya parte oriental reclaman los palestinos como capital de su futuro Estado. El presidente palestino, que tiene previsto ser recibido por Trump en la Casa Blanca a mediados de abril, neg¨® posteriormente que hubiese recibido ofertas concretas.

Cuando, como buen jud¨ªo practicante, se dirigi¨® a orar a la Ciudad Vieja de Jerusal¨¦n, tuvo buen cuidado de acudir despu¨¦s tanto a un seminario talm¨²dico como al hogar de un palestino, ambos con vistas al Muro de las Lamentaciones. Por supuesto, Greenblatt tuite¨® las fotograf¨ªas de ambas visitas con este mensaje, hasta ahora no escuchado a quienes le precedieron en la mediaci¨®n estadounidense en Oriente Pr¨®ximo: ¡°La paz y la coexistencia no son solo posibles en esta ciudad extraordinaria, existen y han existido desde hace siglos¡±.