Las casitas del barrio alto
Diputados con sueldos oficiales modestos han encontrado la forma de construirse mansiones
Se puede acusar a los pol¨ªticos de muchas cosas, menos de no ser hogare?os. Muchos de ellos han puesto en riesgo sus carreras con tal de hacerse de una casita para la familia. O bueno, de una casota y si pueden ser varias a¨²n mejor. A la familia no se le escatima. La residencia en la Lomas para mostrar al mundo que ya no se es un pobre pol¨ªtico (o un pol¨ªtico pobre, que es igual seg¨²n Hank Gonz¨¢lez, uno de ellos); la casa de playa para evitar que esposa e hijos sufran penosas e indignas aglomeraciones en Semana Santa y navidades; la de monta?a en pueblo m¨¢gico para la necesaria reflexi¨®n y recogimiento familiar. Y, desde luego, la de Miami o San Antonio, el plan B en caso del inevitable exilio que entra?a la ingrata pol¨ªtica.
Aunque a decir verdad, antes de tornarse ingrata, la pol¨ªtica suele ser harto generosa con todos ellos. La abrumadora mayor¨ªa de los pol¨ªticos mexicanos vive en las Lomas y en Polanco, "las casitas del barrio alto", dir¨ªa el chileno V¨ªctor Jara, donde el metro cuadrado m¨¢s austero vale alrededor de 3.000 d¨®lares.
Para ponerlo en perspectiva, con esos precios el presidente del pa¨ªs, que por ley es el funcionario con el mayor sueldo nominal, podr¨ªa adquirir un cuarto de 24 metros cuadrados cada a?o. Esto es, si dedicara absolutamente todos sus ingresos a la encomiable tarea de dotar de casa a los suyos.
Resulta verdaderamente notable que diputados que ganan menos de la mitad del sueldo presidencial hayan encontrado la forma de construirse mansiones y penthouses que valen el equivalente a sus ingresos a lo largo de varias vidas. Desde luego hay algo casi religioso en el oficio pol¨ªtico, que permite la multiplicaci¨®n de los panes en tales proporciones.
Muchos de ellos han pagado un alto precio por estas muestras de amor dom¨¦stico. Alejandra Barrales, la actual presidente del PRD, el otrora partido de izquierda, es la ¨²ltima de una interminable fila de pol¨ªticos a los que se les han encontrado inmuebles de valor aparentemente inexplicable: en su caso un apartamento en Miami valuado en un mill¨®n de d¨®lares. Tengo que pensar en el futuro de mi hija, asegur¨® cuando Univision divulg¨® el hallazgo; es fruto de muchos a?os de trabajo, agreg¨® la exl¨ªder sindical de las azafatas.
En descargo de la dirigente del PRD habr¨ªa que decir que sus equivalentes en otros partidos no salen mejor librados. El presidente del PRI, Enrique Ochoa, se ha vacunado contra cualquier revelaci¨®n period¨ªstica afirmando que su fortuna procede de una flotilla de taxis. Por su parte, Ricardo Anaya, el joven dirigente del PAN, cuestionado por la fortuna que supone instalar a su familia en Atlanta, ha dicho que sus ingresos proceden de la renta de unas bodegas. Hasta donde yo s¨¦, ninguno de ellos ha explicado c¨®mo es que terminaron con bodegas y taxis convertidos en mina de oro. Como tampoco hay explicaci¨®n de la forma en que buena parte de los gobernadores del pa¨ªs se han hecho acreedores a cuantiosas fincas en Estados Unidos. La lista divulgada en la prensa es interminable. Y s¨®lo para abrir boca: Padr¨¦s de Sonora, Medina de Nuevo Le¨®n, Yarrington de Tamaulipas, Duarte (ambos, Veracruz y Chihuahua), Murat de Oaxaca (ambos, padre e hijo), Borge de Quintana Roo y un largo etc¨¦tera. Y si incluimos los prestanombres a los que recurren otros, abarcar¨ªamos la mayor parte del territorio nacional.
Sin olvidar, por supuesto, los casos convertidos en emblem¨¢ticos en el sexenio. La casa blanca, que involucr¨® a la primera dama, Ang¨¦lica Rivera, que fue el principio del fin de la popularidad de Enrique Pe?a Nieto, o la casa de Malinalco, de Luis Videgaray, que mat¨® las aspiraciones presidenciales del hombre m¨¢s poderoso del r¨¦gimen.
En los a?os noventa, cuando los capos del c¨¢rtel de Sinaloa tomaron residencia en Guadalajara asegur¨¦ que la polic¨ªa s¨®lo ten¨ªa que ir a las tiendas distribuidoras de jacuzzis para enterarse de d¨®nde viv¨ªan: cada vez que se aprehend¨ªa a un narco importante, se le encontraba una ba?era monumental en casa. Hoy en d¨ªa a la fiscal¨ªa anticorrupci¨®n le bastar¨ªa con asomarse a los registros p¨²blicos de la propiedad en Florida, Texas y California. All¨ª encontrar¨¢ las muestras del enorme amor de los pol¨ªticos para con la familia.
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