?Por qu¨¦ el presidente de Filipinas reniega ahora del matrimonio gay?

La Iglesia Cat¨®lica de Filipinas se llev¨® una sorpresa inesperada hace unos d¨ªas cuando trascendi¨® unas declaraciones del presidente de su pa¨ªs acerca de la aprobaci¨®n del matrimonio homosexual. Rodrigo Duterte, que gan¨® las elecciones en mayo de 2016, afirm¨® que no impulsar¨¢ ninguna ley que apoye este derecho entre el colectivo LGTB. Este sorprendente cambio de parecer, viene despu¨¦s de que declarara p¨²blicamente y tan solo un a?o antes, que la uni¨®n entre personas del mismo sexo era ¡°buena" debido a que "todo el mundo merece ser feliz¡±.

El pol¨ªtico aludi¨® hace unos d¨ªas?a una reciente publicaci¨®n de la revista TIME en la que se trata la cuesti¨®n de g¨¦nero y su expansi¨®n en la sociedad estadounidense. ¡°En esta revista se dice que no existe distinci¨®n entre sexos porque t¨² puedes ser chico o chica¡­. Esa es su cultura, pero solo la de ellos. Eso no est¨¢ permitido aqu¨ª porque nosotros somos cat¨®licos¡±, explic¨®. La citada publicaci¨®n inclu¨ªa en su portada un reportaje con el t¨ªtulo: M¨¢s all¨¢ de ?l o Ella: C¨®mo una nueva generaci¨®n est¨¢ redefiniendo el significado de g¨¦nero.

La religi¨®n mayoritaria de Filipinas es la cat¨®lica en un pa¨ªs donde ocho de cada diez personas profesan esta creencia religiosa. El obispo Ruperto Santos ¡ª representante de la di¨®cesis de Balanga, una poblaci¨®n a 120 kil¨®metros de la capital (Manila)¡ª, declar¨® que las palabras del presidente ¡°demuestran que este a¨²n se asocia con las ense?anzas cat¨®licas¡±, y a?adi¨®: ¡°El matrimonio entre un hombre y una mujer es un pilar s¨®lido que da estabilidad y seguridad a la sociedad¡±. Sin embargo, el buen entendimiento entre el clero y el presidente filipino no siempre ha sido tan visible. El obispo em¨¦rito Teodoro C. Bacani lleg¨® a acusar la posici¨®n pol¨ªtica de Duterte debido a que ¡°Filipinas no deber¨ªa seguir el mal ejemplo de otros pa¨ªses en esta materia¡±.

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Duterte venci¨® en los pasados comicios presidenciales con un amplio margen sobre su inmediato perseguidor al hacerse con casi el 40% de los votos, frente al 23% de su contrincante. Si quisiera, el mandatario podr¨ªa impulsar un proyecto de ley que ampliara los derechos del colectivo LGTB en la lucha por el matrimonio entre personas del mismo sexo, promesa que anunci¨® en precampa?a. Hoy en d¨ªa, su compromiso se ha roto y sus aliados pol¨ªticos no van a acelerar el proceso porque ¡°no lo consideran prioritario¡±.

En la actualidad, 47 naciones en el mundo reconocen las uniones de parejas igualitarias seg¨²n los datos recogidos por la organizaci¨®n ILGA, en su ¨²ltimo informe de junio de 2016. En el extremo opuesto se encuentran los pa¨ªses donde declararse homosexual implica entrar en prisi¨®n (en 73 de ellos) o, incluso, la pena de muerte como es el caso de Mauritania, Sud¨¢n, Irak o Yemen, entre otros. Filipinas todav¨ªa no admite el cambio de nombre ni de g¨¦nero en su legislaci¨®n.

Pese a su car¨¢cter autoritario y su forma de hablar ¡ªen algunos casos amenazante y grosera¡ª, Duterte es consciente de que las sociedades se transforman r¨¢pidamente. De hecho, el presidente filipino ha querido dejar claro ¡°su fe profunda y duradera en Dios¡±, pero ha afirmado ¡°que no cree en el mito cat¨®lico de la Creaci¨®n¡± y ha afeado la forma en que el clero maneja el control de la natalidad. ¡°Filipinas est¨¢ saturada de gente. Estoy embarcado en un control m¨¢s en¨¦rgico de los nacimientos porque realmente son demasiados y esto contribuye a la miseria del pa¨ªs¡±. Un problema que el dignatario atribuye a la religi¨®n. ¡°La Iglesia siempre sanciona con el lema ¡®ir¨¢s al infierno¡¯¡±, sentenci¨®. De momento, la aprobaci¨®n del matrimonio entre personas del mismo sexo en Filipinas tendr¨¢ que esperar.