M¨¦lenchon: el inesperado candidato de la izquierda francesa
El avance del l¨ªder del movimiento Francia Insumisa pone en duda todas las quinielas
El tiempo es lo ¨²nico que parece negarse a acompa?ar a Jean-Luc M¨¦lenchon en su espr¨ªn final de campa?a. Fuertes nubarrones amenazaban el lunes uno de los ¨²ltimos golpes de efecto electoral del candidato presidencial del movimiento izquierdista Francia Insumisa: un desplazamiento en una barcaza de r¨ªo por el Sena que le permiti¨® realizar, en pocas horas, sendos discursos en media docena de puntos de Par¨ªs. Es una manera m¨¢s de multiplicar su presencia, al igual que el mitin simult¨¢neo en siete ciudades diferentes, incluso en el lejano territorio de ultramar de Guyana, que realizar¨¢ el martes gracias a los hologramas, una tecnolog¨ªa que ya ha usado en el pasado, aunque nunca de forma tan masiva. La victoria el domingo pr¨®ximo ya no es algo inalcanzable, pero hace falta un esfuerzo final para movilizar a la inusual masa de indecisos en la que puede estar la llave del pase a la segunda vuelta.
¡°Sentimos que podemos obtener la victoria, pero hay que tener cuidado, debemos ser muy meticulosos y mostrar sangre fr¨ªa¡±, previene M¨¦lenchon, sin desembarcar de la ¡°barcaza insumisa¡±, a los centenares de seguidores que han acudido a escucharlo en una de las escalas de su recorrido fluvial. Hay que hacer un trabajo de puerta a puerta, dice, para convencer a los que dudan y combatir el ¡°miedo¡±, que afirma est¨¢n creando los partidos tradicionales y la prensa ante el avance de su candidatura. Una propuesta que, puntualiza, en una ¨¦poca en la que casi todos los candidatos huyen de las etiquetas, ¡°no es de extrema izquierda¡±.
Cinco a?os despu¨¦s de fracasar en su primer asalto al El¨ªseo por el Frente de Izquierda, M¨¦lenchon, 65 a?os, exsenador socialista, ministro en el Gabinete de Lionel Jospin y actual eurodiputado, siente que ha llegado su momento.
El momento, afirma, de convocar una asamblea constituyente y crear una nueva Francia que acabe con la ¡°monarqu¨ªa presidencial¡± de la V rep¨²blica del general De Gaulle. El momento de ponerse firmes ante una Europa que ya no se preocupa por los ciudadanos, y de renegociar sus tratados bajo la amenaza de abandonar la UE si esta no cambia. ¡°Madame Merkel es la canciller de Alemania, no de Europa¡±, repite M¨¦lenchon. Por eso, explica en un encuentro con periodistas extranjeros a bordo de la barcaza, ha rechazado viajar a Berl¨ªn como s¨ª hicieron tres de sus rivales, el centrista Emmanuel Macron, el socialista Beno?t Hamon y el conservador Fran?ois Fillon, ¡°para entrenarse a decir s¨ª¡±, ironiza. ?l prefiere ser recibido por sus ¡°amigos¡± de Podemos, de Die Linke o los Verdes. ¡°Porque no me dirijo a la misma Europa, a esa que solo acepta un solo prototipo de pol¨ªtica, la de decir s¨ª¡±, explica. Y es que para M¨¦lenchon ha llegado el momento de que el poder vuelva a estar en manos del pueblo. Por eso, resume, su propuesta es la ¡°del pueblo frente a la oligarqu¨ªa¡±.
El aval de las encuestas
Las encuestas, ese baremo cada vez m¨¢s cuestionado pero que sigue siendo una de las pocas formas de medir el sentir popular, parecen darle la raz¨®n. Su remontada en las ¨²ltimas semanas ha sido espectacular y ya se sit¨²a en tercer o cuarto lugar de intenci¨®n de voto, con m¨¢rgenes tan estrechos respecto a los favoritos que los observadores no lo descartan para una segunda vuelta contra la l¨ªder del Frente Nacional, Marine Le Pen. Su capacidad de convocatoria ¡ªhasta 70.000 personas el domingo en Toulouse, basti¨®n hist¨®rico del socialismo, igual que una semana atr¨¢s en Marsella¡ª demuestra que hay un p¨²blico ¨¢vido de escuchar un discurso nuevo.
¡°Vivimos una crisis institucional, social, econ¨®mica, ecol¨®gica y hasta internacional y es una crisis que no viene de ayer, pero hasta ahora no ha habido soluciones convincentes¡±, analiza Charlotte Girard, la abogada constitucionalista que ha ayudado a coordinar el programa de campa?a. ¡°Nosotros proponemos soluciones que jam¨¢s han sido propuestas, especialmente porque se apoyan en la fuerza de la implicaci¨®n popular, por eso nuestro eslogan oficial es ¡®la fuerza del pueblo'¡±, agrega.
Los gritos de ¡°resistons!¡± (?resistamos!) se multiplican cuando se aproxima la barcaza de M¨¦lenchon. Jean-Pierre, exsindicalista jubilado ¡°de izquierdas de toda la vida¡±, se une entusiasmado. ¡°M¨¦lenchon dice las verdades que otros candidatos no quieren decir sobre la econom¨ªa, sobre el trabajo, sobre Europa¡±, afirma. Algo apartada, Sophia, una joven oriunda de Lyon, escucha con semblante serio al candidato. Reconoce que no est¨¢ ¡°completamente convencida¡± de sus propuestas. Incluso tiene ¡°grandes desacuerdos¡±. Pero el domingo votar¨¢ por el candidato de Francia Insumisa. M¨¦lenchon es, suspira, ¡°la ¨²ltima l¨ªnea para frenar a la derecha¡± en Francia.
M¨ªtines simult¨¢neos con hologramas y estrategia web
¡°Bonjour. Bienvenidos a la radio insumisa¡±, dice, puntual a las 8 de la ma?ana, Leila Chaibi, desde la ¨²ltima planta del edificio parisino que alberga la sede de campa?a de Jean-Luc M¨¦lenchon. Junto con un pu?ado de colaboradores e invitados, Chaibi repasar¨¢ durante una hora las acciones del candidato de Francia Insumisa y su programa, ¡°su mejor arma de convicci¨®n masiva¡±. Otro equipo tomar¨¢ el testigo durante las dos horas de programaci¨®n nocturna de la reci¨¦n inaugurada radio Los d¨ªas felices. As¨ª durante dos semanas, hasta el ¨²ltimo d¨ªa de campa?a, el viernes. La emisora es ¡°uno de los muchos medios de difundir nuestras ideas y de convencer a la gente, hacemos una campa?a a todos los niveles y la radio es un formato que no hab¨ªamos experimentado a¨²n¡±, explica Chaibi.
No es el ¨²nico medio inusual del candidato m¨¢s original de la campa?a presidencial francesa. Adem¨¢s de los m¨ªtines simult¨¢neos por todo el pa¨ªs gracias a los hologramas, M¨¦lenchon lidera las redes sociales con sus programas en YouTube y Facebook y hasta protagoniza un videojuego, Fiscal Kombat, en el que se enfrenta a sus enemigos, "oligarcas" como la jefa del FMI, Christine Lagarde.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.