Cuando un teniente alem¨¢n le rob¨® la identidad a un refugiado sirio
Las autoridades sospechan que un soldado se hizo pasar por asilado para atentar
La asombrosa historia que esconde la detenci¨®n de F. A. ha dejado sin palabras, y sobre todo sin respuestas, al propio Ministerio de Interior alem¨¢n. Medio pa¨ªs se pregunta ahora c¨®mo es posible que un militar ejemplar lograra enga?ar a tanta gente durante tanto tiempo. C¨®mo es posible que un soldado de 28 a?os que no habla ¨¢rabe lograra ser legalmente reconocido como un refugiado sirio durante 16 meses y se armara, presuntamente para cometer un atentado y manchar as¨ª la reputaci¨®n de los huidos de las guerras, en un clima de creciente xenofobia. Las preguntas acorralan ahora a las autoridades que deben explicar qu¨¦ ha fallado y hasta qu¨¦ punto este caso es solo un reflejo del caos administrativo provocado por la llegada de m¨¢s de un mill¨®n de refugiados al pa¨ªs.
Fue a finales de enero, cuando el soldado F. A. vol¨® a Viena y precipit¨® por su torpeza el inicio de la investigaci¨®n que ha movilizado a las polic¨ªas de Francia, Alemania y Austria y que ahora culmina con su detenci¨®n. El plan confesable del viaje era la asistencia al Baile de los oficiales en la capital austriaca. All¨ª, el militar con ocho a?os de carrera a sus espaldas, compr¨® una pistola del calibre 7,65 que escondi¨® m¨¢s tarde en un retrete del aeropuerto de Viena. Cuando fue a recuperarla d¨ªas m¨¢s tarde, activ¨® una trampa policial y fue detenido. Los agentes austriacos examinaron las huellas dactilares y en seguida se dieron cuenta de que no coincid¨ªan con las de ninguna persona detenida con antecedentes. La sorpresa lleg¨® cuando el ordenador inform¨® de que las huellas s¨ª pertenec¨ªan a un refugiado sirio registrado con el nombre de David Benjamin.
El detenido hab¨ªa solicitado asilo en enero de 2016 y recibido una plaza en un centro de acogida en Baviera, al sur del pa¨ªs. La Administraci¨®n le concedi¨® m¨¢s tarde protecci¨®n subsidiaria ¡ªun amparo similar al de refugiado¡ª y le pagaba mensualmente una ayuda como al resto de los beneficiarios, seg¨²n detalla la prensa alemana. Durante la audiencia en la Administraci¨®n encargada de las migraciones dijo que era un sirio cristiano de origen franc¨¦s, hijo de un frutero que viv¨ªa cerca de Alepo, seg¨²n las mismas fuentes. Que el autodenominado Estado Isl¨¢mico (ISIS) le persegu¨ªa por pertenecer a una minor¨ªa cristiana y que su ¨¢rabe era malo porque siempre hablaba en franc¨¦s con su familia. F. A. llev¨® as¨ª una doble vida durante meses, entre su cuartel militar y el centro de refugiados.
Los detalles que emergen poco a poco sobre la vida del detenido contribuyen a¨²n m¨¢s al desconcierto. Cuenta el diario digital Spiegel que Franco A. hab¨ªa sido un alumno muy aplicado, que aprendi¨® muy bien franc¨¦s y algo de ¨¢rabe y que pertenec¨ªa a un club de remo, con el que hab¨ªa ganado numerosas competiciones. So?aba con ser periodista.
Los mensajes de tel¨¦fono interceptados entre el falso refugiado y un supuesto c¨®mplice de 24 a?os tambi¨¦n detenido, dejan claro el odio que F. A. profesaba hacia los extranjeros, lo que invita a los investigadores a sospechar que planeaba un ataque desde la extrema derecha.
Errores
El Gobierno alem¨¢n ha reconocido este viernes que ha habido errores y desde Interior han asegurado que ¡°removeremos hasta la ¨²ltima piedra hasta saber qu¨¦ ha pasado¡±. Mientras, desde las filas socialdem¨®cratas se llevan las manos a la cabeza y exigen explicaciones contundentes. Thomas Oppermann, dirigente socialdem¨®crata, consider¨® al ministro de Interior y a la titular de Defensa ¡°un peligro para la seguridad de Alemania. ¡°Si alguien puede ser reconocido como refugiado sin conocer el idioma del supuesto pa¨ªs de origen, entonces asistimos a un fallo absoluto de la autoridad competente¡±, ha dicho la tambi¨¦n socialista Katharina Barley.
Este caso sucede a otro de alg¨²n modo similar de hace apenas dos semanas. Entonces, un hombre atent¨® con tres artefactos explosivos el autob¨²s en el que viajaban los jugadores del Borussia de Dortmund. El detenido, que hab¨ªa recibido instrucci¨®n militar en el pasado, dej¨® en el lugar del ataque tres notas con una supuesta reivindicaci¨®n islamista y con las que pretend¨ªa incriminar a la comunidad musulmana. Los datos que publica el semanario Spiegel indican que los servicios secretos de las fuerzas armadas investigan 280 casos de soldados sospechosos de estar alineados con la extrema derecha. De ellos, hasta 97 corresponden a este a?o.
La llegada al pa¨ªs de m¨¢s de un mill¨®n de demandantes de asilo en los ¨²ltimos dos a?os ha suscitado reacciones solidarias entre buena parte de la sociedad, pero tambi¨¦n ha provocado una oleada de ataques xen¨®fobos, sobre todo en el este de Alemania.
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