Quince a?os despu¨¦s, exhuman los restos de las v¨ªctimas de la masacre de Bojay¨¢
El pueblo que sufri¨® el peor hecho violento cometido por las FARC recuerda este martes el episodio que marc¨® para siempre su historia
Todos voltearon a mirar a Bojay¨¢, un poblado del pac¨ªfico colombiano, hace quince a?os. Un cilindro bomba lanzado por las FARC en medio de un enfrentamiento con los paramilitares acab¨® con la vida de este lugar. El explosivo cay¨® en la iglesia donde se escond¨ªa la poblaci¨®n y desde entonces Bojay¨¢ lleva una marca que ha sido dif¨ªcil borrar. No se sabe cu¨¢ntos muertos dej¨® la incursi¨®n terrorista. Se habla de m¨¢s de cien. Esta semana cuando se cumplen quince a?os del horror que tuvo que vivir este pueblo, comienzan las labores para exhumar los cuerpos de las v¨ªctimas que fueron enterrados en cuatro fosas comunes.
La Fiscal¨ªa y Medicina Legal realizar¨¢n el proceso desde el mi¨¦rcoles hasta el pr¨®ximo 30 de mayo. El prop¨®sito de las autoridades es establecer con certeza cu¨¢ntas fueron las v¨ªctimas de la masacre, identificarlas plenamente y hacer la entrega individual de los restos a los familiares. Es el paso necesario para que empiece el proceso de reparaci¨®n. Este martes, como conmemoraci¨®n del hecho que sacudi¨® a Colombia y que oblig¨® a todo el pa¨ªs a mirar a esa regi¨®n, hist¨®ricamente olvidada y marginada, los familiares de los fallecidos, supervivientes de la masacre y l¨ªderes locales recorrer¨¢n en una marcha silenciosa la localidad. ¡°Aqu¨ª cada 2 de mayo hay lluvia para limpiar todo lo que pas¨®. En ese momento tuvimos mucho dolor y tristeza, pero con el tiempo la vida ha ido mejor, aunque nunca se nos va a olvidar lo que sucedi¨® aqu¨ª¡±, dice a EFE Mar¨ªa Aurelia Moreno, que perdi¨® a su mam¨¢ y a uno de sus hijos en el ataque a la iglesia.
¡°Aunque es imposible reparar lo irreparable, la materializaci¨®n de la paz en los territorios flagelados por la violencia es el ¨²nico camino para pasar la p¨¢gina del dolor que dej¨® el conflicto armado, pero sin olvidar el pasado¡±, asegura el director de la Unidad para las V¨ªctimas, Alan Jara, que lidera el tributo a los sobrevivientes de una poblaci¨®n que qued¨® desolada tras el ataque y que tuvo que volverse a poner de pie en otro lugar de la misma regi¨®n. Un pueblo que, dice Jara, ¡°en este momento hist¨®rico se convierte en sin¨®nimo de paz y ejemplo vivo de que la acci¨®n integral reparadora permitir¨¢ forjar un nuevo pa¨ªs reconciliado y en paz¡±.
El diciembre de 2015, las FARC asumieron p¨²blicamente su responsabilidad en la masacre. Pastor Alape, en representaci¨®n de la guerrilla, estuvo en Bojay¨¢ pidiendo perd¨®n. El encuentro tuvo como escenario el mismo lugar en donde ocurri¨® la tragedia. En la iglesia, ante algunas fotograf¨ªas de las personas que murieron, las FARC pidieron por primera vez perd¨®n a sus v¨ªctimas, que tambi¨¦n han reclamado que el Estado colombiano lo haga. La justicia conden¨® a la Naci¨®n por omisi¨®n y por no proteger de forma adecuada a la poblaci¨®n. La sentencia exige que el Ministerio de Defensa y la c¨²pula militar de la ¨¦poca reparen de forma individual a las v¨ªctimas, a trav¨¦s de una indemnizaci¨®n econ¨®mica. Adem¨¢s, solicita que se investigue al presidente de entonces, Andr¨¦s Pastrana.
Bojay¨¢ se sigue sacudiendo del dolor, pero exige que la reparaci¨®n sea integral. Sus pobladores quieren ser ejemplo de paz, pero piden que todos los involucrados reconozcan su responsabilidad.
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