Tiembla la casta pol¨ªtica
La irrupci¨®n de Macron implica el despido de cientos de pol¨ªticos con prebendas sin parang¨®n
Quienes sostienen que Emmanuel Macron es un producto del y para el sistema van a tener que matizar sus palabras. Al menos en pol¨ªtica. A la inmediata voladura descontrolada de los partidos hegem¨®nicos que ha originado su elecci¨®n se suman decisiones para despedir y jubilar a cientos de pol¨ªticos anclados durante d¨¦cadas a puestos con prebendas sin parang¨®n. La lista de candidatos a las legislativas es la primera prueba de una depuraci¨®n ideada por quien dice ¡°felicitarse¡± de no pertenecer ¡°a esa casta pol¨ªtica¡± que reina en la Rep¨²blica.
Lo dijo en Burdeos hace ahora un a?o, el 9 de mayo, y le cost¨® una bronca p¨²blica de su entonces jefe convertido hoy en insigne y frustrado postulante, Manuel Valls. ¡°?Por qu¨¦ dices eso?¡±, le grit¨® al d¨ªa siguiente en el banco de la Asamblea Nacional reservado al Gobierno. La respuesta la ten¨ªa y a¨²n la tiene en las filas de ese hemiciclo. El 40% de los 577 diputados llevan al menos tres legislaturas en sus esca?os y 235 lo compatibilizan con otros cargos remunerados. Tres de sus se?or¨ªas est¨¢n ah¨ª desde 1978. ?Y quieren seguir!
No estamos hablando solo de un trabajo parlamentario, sino de ¡°una peque?a empresa¡±, como reconoce con descaro el diputado socialista Ren¨¦ Dosi¨¨re. Al sueldo de 7.000 euros mensuales se suman otros 5.700 para alojamiento y comida, m¨¢s otros 9.500 para contratar asistentes -el 20% de sus se?or¨ªas emplea a su mujer e hijos- y adem¨¢s se reparten 150 millones al a?o para regar sus respectivos distritos electorales de ayuditas y regalitos sin control. Para comprar votos, vaya.
Macron los tiene asustados porque les ha dicho que esto se acab¨®. No han querido sacarle el tema en la campa?a -mejor que la gente no se entere de lo que hay-, pero el presidente in p¨¦ctore quiere prohibir este mismo a?o la contrataci¨®n de familiares y exigir la justificaci¨®n de todo gasto extra.
Adem¨¢s, quiere eliminar el 30% de los esca?os y una cuarta parte del centenar de departamentos -en los que 4.000 consejeros cobran 3.000 euros mensuales de media-, limitar a tres mandatos seguidos cualquier cargo o suprimir las jubilaciones especiales (4.700 euros al mes para un senador retirado).
Todo est¨¢ en su programa o en su prometida Ley de Moralizaci¨®n de la Vida P¨²blica. Lo que resulta extra?o es que sus rivales, los que le han acusado d¨ªa y noche de ser el protegido y protector del sistema, no hubieran incluido nada o casi nada de eso en sus programas.
La explicaci¨®n est¨¢ en la gerontocracia que impregna la clase pol¨ªtica francesa. ?Cu¨¢ntos a?os llevan ustedes oyendo hablar de Jupp¨¦, Fillon, Raffarin, Hollande, Fabius, M¨¦lenchon, Sarkozy? La limpieza de la casta pol¨ªtica no ha hecho m¨¢s que empezar y el detergente lo est¨¢ aplicando ese al que otros consideran hijo predilecto de la casta. Igual no lo es tanto¡como ellos. Lo dijo tambi¨¦n hace un a?o y no quisieron escucharle: ¡°No soy un profesional de la vida pol¨ªtica. Me critican pol¨ªticos que suman cargos. Los ciudadanos est¨¢n hartos de esa casta¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.