?Se puede ¡®desinventar¡¯ la bomba nuclear?
Las potencias at¨®micas creen que no es viable dar marcha atr¨¢s en la escalada de construcci¨®n de armas nucleares que se vive desde la Guerra Fr¨ªa
![Imagen distribuida por el r¨¦gimen norcoreano de ensayos bal¨ªsticos llevados a cabo presuntamente en mayo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RCJ4FOROKRAOPMP7MB6QWJEU3Y.jpg?auth=8761d800543a7341777522ec1e462c0d1b7b4da2633dce07d45ef536578a18de&width=414)
Corea del Norte realiz¨® la semana pasada el en¨¦simo ensayo con un misil. Unos d¨ªas antes, unas fotograf¨ªas de sat¨¦lite mostraban avances en la perforaci¨®n de nuevos t¨²neles en el centro de ensayos at¨®micos de ?Punggye-ri. Funcionarios de inteligencia, citados por la prensa de EE UU, afirmaron que Washington estar¨ªa dispuesto a lanzar un ataque preventivo contra Corea del Norte si llegase a tener la certeza de que se dispone a realizar una prueba nuclear. El ataque con 59 misiles Tomahawk contra una base a¨¦rea del r¨¦gimen sirio o el bombardeo de la facci¨®n del ISIS en Afganist¨¢n con el mayor artefacto no nuclear han sido interpretados como un aviso al r¨¦gimen norcoreano. Por otra parte, el Consejo de Seguridad Nacional de EE UU ha propuesto al presidente, entre otras medidas, posicionar cabezas nucleares en Corea del Sur. Parad¨®jicamente, en medio de este ambiente de tensi¨®n, representantes de la mayor¨ªa de pa¨ªses del mundo preparan una reuni¨®n para prohibir las armas nucleares (o al menos intentarlo) en la mayor conferencia de desarme de la historia.
Aunque ya ha habido encuentros preparatorios en marzo, las reuniones se celebrar¨¢n en Nueva York del 15 de junio al 7 de julio, y han sido propiciadas por la falta de resultados concretos tras dos d¨¦cadas de negociaciones sobre desarme nuclear en el marco de la ONU. El encuentro cuenta, adem¨¢s, con el apoyo de 2.500 cient¨ªficos de 70 pa¨ªses. Nadie cree que estas conversaciones puedan llegar a buen puerto, entre otras cosas porque no reciben el apoyo de ninguno de los nueve pa¨ªses que disponen de armas nucleares, pero el solo hecho de que se celebren es un s¨ªmbolo poderoso y la se?al de que la mayor¨ªa de los Estados siguen sin aceptar que la humanidad pueda destruirse a s¨ª misma.
Su objetivo es incluir de nuevo el tema en la agenda internacional y abrir un debate que desde el principio de la era at¨®mica parec¨ªa imposible: dar marcha atr¨¢s en el equilibrio basado en la destrucci¨®n mutua asegurada. Como se?ala una de las organizaciones que defienden las conversaciones, ¡°es algo hist¨®rico, porque simboliza un cambio fundamental en la din¨¢mica de poder detr¨¢s de las armas nucleares¡±. La resoluci¨®n 71/258, aprobada en 2016 por las Naciones Unidas con el apoyo de 123 pa¨ªses, permiti¨® la convocatoria de esta conferencia multinacional para tratar de prohibir ¡°el desarrollo, producci¨®n, pruebas, adquisici¨®n, almacenamiento, transferencia, despliegue, la amenaza y el uso de las armas nucleares¡±.
Los pa¨ªses que son miembros oficiales del club nuclear, que son tambi¨¦n los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido), y los Estados que disponen de la bomba, aunque no de forma oficial ¡ªIsrael, Pakist¨¢n, India y Corea del Norte¡ª se han opuesto con mayor o menor vehemencia a la conferencia. ¡°No hay nada que yo quiera m¨¢s para mi familia que un mundo sin armas nucleares, pero tenemos que ser realistas. ?Hay alguien que piense que Corea del Norte prohibir¨ªa estas armas?¡±, se preguntaba la embajadora de EE UU ante la ONU, Nikki R. Haley. Por su parte, el embajador de Chile se?al¨® en una reuni¨®n preparatoria: ¡°Nos encontramos cautivos en la trampa f¨¢ustica de la disuasi¨®n nuclear¡±. Finalmente, todo se reduce a una lucha de poder. Algunos analistas opinan, adem¨¢s, que prohibir las armas nucleares solo abrir¨ªa la puerta a la b¨²squeda de otra arma, quiz¨¢s hasta m¨¢s peligrosa.
El mundo actual no est¨¢
exento de?un conflicto
nuclear. Una?conferencia
internacional?pretende
desmontar?el discurso
del equilibrio?del terror
El encuentro, resultado de a?os de esfuerzo liderado por pa¨ªses como Noruega, Austria, Suecia, M¨¦xico o Nueva Zelanda y de m¨²ltiples ONG, se produce despu¨¦s de la falta de resultados en las conferencias de revisi¨®n del Tratado de No Proliferaci¨®n (TNP). Este acuerdo trata de frenar el incremento de este armamento, restringiendo y verificando el acceso de los pa¨ªses firmantes a las armas nucleares, mediante m¨²ltiples organismos como la Agencia Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica. Sin embargo, la realidad es que las potencias nucleares no tienen ninguna intenci¨®n de reducir su capacidad nuclear, solo tratan de adaptarse a los nuevos tiempos, y todos ellos est¨¢n llevando a cabo una modernizaci¨®n de su armamento, as¨ª como de los vectores (misiles, aviones, submarinos) que lo transportan.
Existe un amplio consenso entre los pol¨ªticos y militares de los pa¨ªses nucleares y de sus aliados en que la disuasi¨®n funciona y en la irreversibilidad de los artefactos nucleares. Como se?alaba el director del laboratorio de Los ?lamos, Stephen M. Younger, ¡°las armas nucleares no pueden desinventarse¡±. Otros autores, sin embargo, consideran que el conocimiento altamente especializado que poseen los dise?adores de estas armas solo podr¨ªa ser replicado, en el caso de que ellos desaparecieran llev¨¢ndose consigo ese conocimiento, mediante un proceso de aprendizaje similar a la invenci¨®n original. Donald MacKenzie y Graham Spinardi, de la Universidad de Edimburgo, escribieron que ¡°lograr el desarme nuclear de forma permanente y verificable es un problema pol¨ªtico m¨¢s que t¨¦cnico¡±.
El mundo en que vivimos, si bien no son los a?os de plomo de la Guerra Fr¨ªa, no est¨¢ ni mucho menos exento del riesgo de un conflicto nuclear. Se calcula que, en la actualidad, el arsenal mundial est¨¢ formado por 9.920 artefactos, repartidos principalmente entre EE UU y Rusia, con m¨¢s de 9.060 cabezas entre las dos potencias. Las tensiones entre Pakist¨¢n e India son el principal motivo de preocupaci¨®n. El r¨¦gimen totalitario de Corea del Norte les sigue a la zaga. Su capacidad nuclear est¨¢ demostrada, aunque algo bien distinto es la miniaturizaci¨®n de las cabezas, un paso necesario para soportar las condiciones extremas de un lanzamiento de misiles. El r¨¦gimen trata de mejorar sus cohetes con el uso de combustible s¨®lido, lo que permitir¨ªa un lanzamiento mucho m¨¢s r¨¢pido que el de los actuales misiles de combustible l¨ªquido, as¨ª como desarrollar un misil intercontinental fiable con el que podr¨ªa alcanzar cualquier punto del planeta. Por otra parte, como hicieron d¨¦cadas atr¨¢s las potencias nucleares, Pyongyang trata de obtener armas de fusi¨®n, much¨ªsimo m¨¢s potentes.
El profesor de Yale Paul Bracken afirma en su libro Fire in the East: ¡°Vivimos en una segunda era de proliferaci¨®n nuclear masiva, donde, frente a un mundo bipolar con grandes bloques que se disuaden, tenemos un mundo multipolar con armas nucleares como elementos de protecci¨®n y s¨ªmbolo de estatus, que lo convierte en mucho m¨¢s peligroso¡±. Qu¨¦ lejanas resuenan las palabras del expresidente Barack Obama en su discurso en 2009 en la plaza ?Hradcany de Praga: ¡°As¨ª que hoy declaro claramente y con convicci¨®n el compromiso de Estados Unidos para buscar la paz y la seguridad en un mundo sin armas nucleares. No soy ingenuo. Esta meta no se alcanzar¨¢ r¨¢pidamente, quiz¨¢s no durante mi vida. Se necesitar¨¢ paciencia y persistencia. Pero ahora tambi¨¦n debemos ignorar las voces que nos dicen que el mundo no puede cambiar. Tenemos que insistir. S¨ª, podemos¡±. Desde luego, ser¨¢ el objetivo de los 123 pa¨ªses reunidos en junio en Nueva York.
Milutin Petrovic es inform¨¢tico e historiador, experto en armas nucleares.
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